Me podría seguir, hasta que salga el sol, pensando en hasta cuándo pasarán cosas que beneficien mi deporte.
Son las 6:20 AM del viernes 19. Es temprano y la luz del día, el sol no aparece, solo clarea. Me dormí temprano sin TV. Quería pensar y ver las estrellas. Reconozco un estado anormal en mi.
Pasaron por mi mente los festejos del Tepetitlán por llegar al repechaje ganando su juego. Mala campaña hicieron los hasta ahora campeones, pero el sistema de competencia así lo dicta: el lugar 12 puede acceder a ser campeón.
¿Hasta cuándo quitaran ese sistema en Liga MX y en Expansión que está acabando con una competencia real y sana?
¿Hasta cuándo serán más selectivos en la contratación de jugadores foráneos en las dos ligas y así darle al juego mayor calidad ?
¿Hasta cuándo se le dará más oportunidad a jóvenes mexicanos, sosteniéndolos en el once inicial?
¿Hasta cuándo se le dará más oportunidad a los cuerpos técnicos de poner en la cancha lo mucho que saben, del juego y del medio nacional?
¿Hasta cuándo la TV tomará su papel de patrocinador de los eventos y dejará de meter la mano en la competencia, horarios de los juegos, traslado de franquicias y de jugadores?
¿Hasta cuándo se hará una pirámide de primer mundo en cuanto al los ascensos y descensos, dando oportunidad a muchas poblaciones y aficionados de ver a su entidad en una mejor división y quitar la protección paternal a las instituciones grandes y sobre protegidas?
¿Hasta cuándo el fútbol en México será para todos y no para unos cuantos?
¿Hasta cuándo la Selección Mexicana tendrá el espíritu del mexicano con identidad y sentimiento, que represente a 120 millones de mexicanos?
¿Hasta cuándo los propietarios cambiarán la palabra gastar por la palabra invertir en el juego mismo y así crear el camino que los lleve a las verdaderas utilidades económicas?
Así me podría seguir, hasta que salga el sol, pensando en hasta cuándo pasarán cosas que beneficien mi deporte.
Hay más tiempo que vida.