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¿Llegó el Larcamonismo?

Jesús Humberto López ESPN

La euforia de Nicolás Larcamón contagia a propios y a extraños. Su discreto pero eficiente trabajo en el timón de La Franja es un sólido argumento para comenzar a enamorarse de su estilo

MÉXICO -- La victoria del Puebla sobre las Chivas desde los once pasos abre el debate. La euforia de Nicolás Larcamón contagia a propios y a extraños. Su discreto pero eficiente trabajo en el timón de La Franja es un sólido argumento para comenzar a enamorarse de su estilo, pero, sobre todo, de sus resultados.

Cuando tuve oportunidad de verlo, en un video difundido en las redes sociales oficiales y sacado del mensaje que dirigió en el vestidor de su equipo durante el medio tiempo en un partido ante el Toluca en el Nemesio Diez, inmediatamente me llamó la atención la forma en que le transmite sus emociones a quienes están a su alrededor. Más allá de los aspectos tácticos, me sorprendió la pasión que le puso a sus palabras.

Esa pasión, en clara sintonía con sus ideas futbolísticas, le dieron al Puebla un estilo que comenzó a funcionar. Y vaya que lo hizo en el Guardianes Clausura 2021 al terminar la fase regular en la tercera posición con 28 puntos, por encima de equipos cuyo valor de sus plantillas rebasaban con mucho la propia. Acceder a la semifinal del torneo para enfrentar a Santos Laguna, fue un aviso de lo que Nicolás Larcamón estaba dispuesto a hacer en el fútbol mexicano.

Pero como ningún entrenador se manda solo, el estratega oriundo de Buenos Aires, tuvo que morderse el labio tras la decisión de la directiva poblana de vender a jugadores que le habían resultado fundamentales para dirigir su primera liguilla, tales como Santiago Ormeño, Salvador Reyes, Omar Fernández y Maximiliano Perg. Rearmar su proyecto con caras nuevas y sin grandes figuras tan sólo medio año después de su debut en el banquillo poblano, fue un reto por demás complicado, pero sumamente atractivo para medir los reales alcances que su creciente, pero todavía corta experiencia como entrenador le podía ofrecer.

El reto fue asumido sin condiciones y los resultados, negativos, no se hicieron esperar en el actual Apertura 2021. El primer triunfo llegó hasta la séptima jornada y fue apenas por la mínima ante Querétaro en el Cuauhtémoc. Le siguieron luego tres empates antes de que la máquina volviera a carburar debidamente hasta alcanzar el boleto al Repechaje. Cinco victorias y dos derrotas en los últimos 7 encuentros de la fase regular relanzaron el proyecto de Nicolás, logrando que su equipo, con un promedio de edad de 26.3 años, volviera a creer en sus capacidades individuales y colectivas.

EL triunfo ante el Guadalajara fue sufrido, si, pero dicen que las cosas buenas siempre cuestan. El carácter y determinación para empatar el partido con ese extraordinario, implacable y sublime cabezazo del brasileño Lucas Maia fue decisivo. La actuación del arquero paraguayo Antony Silva en la tanda de penales fue igualmente espectacular. Para mí, la forma en la que los poblanos ejecutaron los penales para batir a las huestes de Marcelo Michel Leaño son un reflejo de la seguridad, confianza e identidad que Nicolás

La unión y lucha constante que el actual Puebla está exhibiendo puede pintarle la cara al que le toque enfrentarlos. Me queda claro que la Franja no es el máximo favorito para levantar el trofeo de campeón, pero tampoco nadie, luego de lo visto ante las Chivas, debería descartarlos del todo. Si se mantienen los ejes rectores que lo han caracterizado en su breve pero eficiente aventura en la Liga MX, podremos ser testigos del nacimiento de una nueva y prometedora corriente desde el banquillo en el futbol mexicano: el Larcamonismo. Ya lo veremos.