Regala el fútbol una carrera universitaria y muchos sueños

DALLAS -- El camino del futbol para Sebastián Venegas ha sido sinuoso, complicado, lleno y también de sueños hasta llegar a la Universidad.

Pero ahí no para. Aún espera que termine en el profesionalismo que ha soñado desde que comenzó a jugar futbol cuando apenas se acuerda de si mismo.

Venegas juega para Midwestern State University, becado al 100 por ciento y tratando de forjar una carrera profesional fuera de la cancha.

De lo que Venegas está seguro por completo es que por él mismo nunca quedará y si eso ha requerido casi de una vida completa, aún falta buen trecho por recorrer.

“Desde los cinco años fue como la única cosa que me gustó hacer“, recordó Venegas. “Yo siempre estaba jugando. Heredé la pasión por el futbol de mi papá. Es algo con lo que crecí, siempre me ha gustado y hasta la fecha lo sigo amando“.

A partir de ahí, Venegas empezó su andar por las diversas y mejores categorías del futbol amateur en el área Dallas-Fort Worth, como los extintos clubes River y Andromeda, una de las entonces mejores academias en el país, donde conoció al actual asistente técnico del primer equipo del FC Dallas de la Major League Soccer (MLS), el argentino José María Bazán, y al que sería el entrenador de toda su vida, Gabriel Gentile.

“Sebastián era diferente, él tenía una técnica diferente al resto“, dijo Bazán. “Yo conozco a Sebastián desde muy pequeño. Era uno de los mejores de la categoría 1998 en la ciudad. Incluso yo lo subía con los ’97. Después de Andrómeda se vino con nosotros al FC Dallas. Una persona muy leal; algo inclusive muy importante también en la cancha“.

Bazán consideró a Venegas uno de los jugadores más técnicos que ha visto en los más de 1,500 partidos que ha dirigido desde 1996 en divisiones inferiores.

“Tiene una gran fortaleza; en la carrera toma la decisión correcta y tiene una gran técnica con la pierna izquierda“, agregó. “Tiene un bisturí con la pierna izquierda. Mete la pelota donde quiera“.

A los 13 años fue llamado a la Preacademia del FC Dallas, que representa ya de manera formal el sistema de fuerzas básicas; donde sólo admiten a los que consideran tienen posibilidades de llegar lejos como futbolistas, ya sea universitarios, pero sobre todo profesionales. Y a partir de ahí comenzó a crecer aún más.

“Cada año era probarse para ver si hacías el equipo o no“, mencionó Villegas, de 20 años. “Yo me daba cuenta que ya era algo serio porque ya estaba en el programa de las escuelas. Yo iba a la escuela junto con mis compañeros de equipo“.

“Yo me imaginaba que era como un trabajo profesional, era ir a estudiar por las mañanas, entrenar y estar casi todo el día con el equipo“, añadió. “Ahí en realidad me di cuenta que era lo que yo quería hacer. Llegar al FC Dallas me ayudó mucho a dar ese paso“.

Sin embargo, llegó el momento en que comenzó a cansarse, sentir la presión y competencia, de un equipo considerado premier en Estados Unidos en cuanto fuerzas básicas se refiere, al que muchos jugadores de todo el país quieren llegar.

El FC Dallas ha firmado de su programa Academy a 25 futbolistas con contrato profesional; más que ningún otro equipo en la MLS.

“Cada año era diferente, cada año venía más gente al FC Dallas porque es la mejor academia del país“, dijo. “Aunque uno esté contento por lo que hiciste en un partido o temporada, no te puedes quedar conforme porque llega otra persona y te quita el puesto“.

“Yo llegué a un punto en el que parecía que estaba bajando mi nivel“, agregó. “Me mandaron a la banca. No me gustó y dejé la academia. Me fui al equipo Premier, que es el siguiente escalón abajo. Ahí me gustó mucho. Ahí reencontré la felicidad del futbol“.

Venegas jamás pensó que ahí encontraría también las oportunidades de estudiar carrera universitaria y seguir su desarrollo futbolístico, que espera termine en el profesionalismo.

“Lo ganamos todo, desde la Dallas Cup, Classic, Regionales, Copa del Estado y creo que eso me puso en el ojo de las universidades“, recordó. “Yo ya no regresé a la Academia, sólo estaba con mi equipo Premier. Ese equipo fue algo especial porque teníamos un grupo muy bueno. Muchos de ese grupo veníamos desde Andromeda. Era ese equipo que veníamos con Gaby Gentile en la Sub 13. Ellos se quedaron juntos“.

“Aunque yo estaba en la Academia, cuando regresé al equipo me aceptaron de muy buena forma“, agregó. “Ganamos todo. Incluso jugamos contra las otras academias locales y las de Houston y siempre les ganamos. Le ganamos a Solar, Texans, Houston Texans y hasta al mismo Houston Dynamo, sin que nosotros fuéramos academia“.

Venegas consiguió beca completa para estudiar en Midwestern State, bajo el mando del entrenador Doug Elder, con quien ha sido titular indiscutible y una de las estrellas durante sus primeros dos años colegiales.

“Gracias al entrenador del FC Dallas Scott Dymond llegué a la Universidad“, dijo. “El entrenador me ayudó a encontrar un lugar en el que encajaba bien. Él conoce a todas las universidades de este país. Conocía perfectamente mi tipo de juego y lo que yo podía dar, y donde estaría contento y podría jugar. Así encontré la escuela en la que estoy ahorita“.

Pero las aspiraciones de Venegas siguen, igual que su trabajo.

ENTRENA TIEMPO COMPLETO

Durante las vacaciones universitarias, mientras la mayoría de los jugadores colegiales descansan, él entrena con el primer equipo profesional del FC Dallas, gracias a que nunca ha perdido contacto con Bazán y el técnico Óscar Pareja, quien antes fue el director de fuerzas básicas de la organización.

“Sebastián tiene que seguir trabajando en sus fortalezas y puliendo sus debilidades, si quiere llegar a profesional“, explicó Bazán. “En este momento, está mucho mejor. Comparado con hace 10 años, hoy es un mejor jugador de futbol. La universidad lo ha ayudado mucho. Va por buen camino“.

“En el futbol no porque vas más rápido vas a llegar más lejos“, agregó Bazán, quien fue jugador profesional en Argentina, Bolivia, Chile y Brasil entre 1986 y 1996. “Si vas mal parado, te tumba un viento fuerte. Debes tener los cimientos bien fuertes“.

Venegas sabe que tiene que aprovechar una oportunidad a la que pocos tienen acceso, la de entrenar con un equipo profesional, siendo universitario aún.

Espera que llegue el momento en el futuro cercano que sea seleccionado en el Súper Draft de la MLS o visto por algún club profesional fuera de Estados Unidos.

“La verdad sé que aún no tengo el nivel que tienen los profesionales“, reconoció. “Entrenar con ellos me ayudará a acercarme a ese nivel“.

“Mi sueño sería poder jugar acá, en la casa de uno (con el FC Dallas). Pero si eso quiere Dios, llegaré“.