En una ventana de invierno en la cual los pases de la Liga MX a la Major League Soccer (y viceversa, en menor medida) se han convertido en un tema primordial del debate con miras a la temporada número 25 de la MLS, la transferencia de Rodolfo Pizarro del Monterrey al Inter Miami CF no solo se convierte en el negocio de este tipo más importante de la temporada muerta: también se trata del canje de mayor magnitud que jamás se haya producido entre las dos ligas del balompié norteamericano.
Por supuesto que Pizarro no es el jugador mexicano de más alto perfil en militar en la MLS. Leyendas de la talla de Claudio Suárez, Jorge Campos, Cuauhtémoc Blanco y Rafa Márquez ya han hecho vida en la liga estadounidense. Estrellas recientes tales como Giovani Dos Santos (quien actualmente juega con el Club América), el actual dueño del premio al Jugador Más Valioso de la liga Carlos Vela y el fichaje estrella más reciente del LA Galaxy: Javier "Chicharito" Hernández.
No obstante, las circunstancias que rodean el pase de Pizarro de Monterrey al Inter Miami hacen de esta transacción un hito histórico.
Ninguno de los nombres antes mencionados llegó a la MLS en la cúspide de sus carreras. Pizarro cumplió 26 años el pasado sábado y ocupó cada vez mayor protagonismo con la Selección Nacional de México desde que Gerardo "Tata" Martino asumiera la dirección técnica del combinado nacional en 2019. Y ninguna de esas leyendas de El Tri fue apartada de un equipo potencia de la Liga MX que intentaba desesperadamente aferrarse a él.
El atractivo de la MLS (que se ha convertido recientemente en un tópico importante en el debate deportivo mexicano) y en particular, del Inter Miami, club debutante que cuenta con David Beckham como accionista, al igual que la cantidad de dinero ofrecida y la vida en el Sur de la Florida, fueron imposibles de rechazar para Pizarro. El Monterrey, actual campeón de la Liga MX y la CONCACAF (propiedad de la multinacional de las bebidas y las ventas al detal FEMSA), solo podía quedarse quieto y demorar la transacción antes de concretarla.
Una negociación complicada que estuvo a punto de colapsar
Los representantes de Pizarro le hicieron creer al Inter Miami (y a otros clubes de la MLS) que la cláusula de rescisión de su contrato en el caso de clubes no mexicanos era de 10 millones de dólares estadounidenses (o la cantidad de $8 millones por el 80% de los derechos deportivos del jugador), sumamente menor al precio de $19.6 millones que llegó a informarse en varios círculos de la prensa mexicana. Dicha tarifa hubiese pulverizado el récord de la MLS para un jugador recién llegado, pero sólo era vigente para equipos rivales con sede en México.
El Inter Miami, en busca de un ancla en el ataque con miras a su temporada inaugural, mostró interés, colocando a Pizarro en su "Lista de Descubrimientos" e iniciando negociaciones formales para hacerse con los servicios del jugador mexicano el 25 de enero pasado. El estancamiento posterior en la concreción del pase del jugador se debía a las exigencias hechas por el Monterrey, en las cuales el Inter Miami debía pagar una cantidad significativa del monto de la cláusula por anticipado y (quizás de forma más significativa) los impuestos que debía desembolsar el equipo mexicano por concepto de la venta, que rondaban el 30%. Esto llevó al director deportivo del Monterrey Duilio Davino a indicar la semana pasada que la negociación se encontraba "en manos de los abogados".
Pero con el tiempo a punto de agotarse, debido a que el debut del club en la MLS está pautado para el próximo 01 de marzo, cuando se enfrentará al LAFC, y con el Monterrey manteniéndose firme con respecto al pago de los impuestos (punto importante en las negociaciones), el Miami hizo su oferta final por $12 millones para forzar a concretar la transacción a último minuto, durante la jornada del viernes. Según informes, Pizarro se apresta a ganar prácticamente el doble de su salario con el Monterrey, donde ya era uno de los jugadores mejor remunerados dentro de uno de los equipos que desembolsa mejores sueldos en México. La influencia de Beckham se percibió gracias a varias video llamadas hechas al mexicano, en las cuales el astro británico le expresaba el gran deseo por parte del Inter Miami de contar con sus servicios.
No obstante, dichas llamadas no agradaron a todos. Davino indicó el jueves pasado que las conversaciones con Beckham infringían las normas de la FIFA, porque el jugador aún mantenía relación contractual con el Monterrey.
Pizarro, ansioso de asumir el protagonismo en Miami
La contratación de Pizarro quizás no luzca cónsona con alguno de los nombres que se han visto previamente ligados con el club propiedad de David Beckham (Edinson Cavani, David Silva, Luis Suarez); sin embargo, su llegada aporta un factor "X" a la temporada inaugural del Inter Miami.
Existe un buen motivo por el cual el Inter Miami hizo todos esos esfuerzos para fichar a Pizarro: el jugador trae consigo mentalidad de campeón. Se alzó con títulos de la Liga MX con Pachuca, Chivas y Monterrey, aparte de la Liga de Campeones CONCACAF con los dos últimos. Se trata de un botín de trofeos de la cual la amplia mayoría de jugadores se sentiría celoso.
Asimismo, Pizarro le aporta un elemento de estilo y extravagancia que combina bien con la vida en el Sur de la Florida. Un ejemplo de ello lo constituye el momento cuando Pizarro posó para las cámaras en mayo pasado, con la lengua afuera, calcetines enrollados y el trofeo de Liga de Campeones frente a él, sosteniendo un cartel hecho por un hincha en el cual se lee "La pelota siempre al 20". Esa frase juega con el dicho original en Argentina, que se refiere al número 10 y como se pueden imaginar, es utilizable para referirse a jugadores de la talla de Juan Román Riquelme, Lionel Messi y Diego Armando Maradona.
Sería ridículo sugerir que Pizarro se encuentra al mismo nivel de las leyendas antes mencionadas, pero es útil para comenzar a describir al segundo Jugador Designado en la historia del Miami. El mexicano de 25 años siempre quiere poseer el balón y sabe marcar el ritmo de sus equipos, algo que el DT Diego Alonso debe saber bastante bien, después de haber entrenado a Pizarro con Pachuca y Monterrey.
Pizarro también se trata de esa clase de jugador que hace que los hinchas se levanten de sus asientos. Es un entretenedor, un jugador que regularmente atrae los abucheos de los aficionados de sus rivales, no tiene miedo a acabar con sus oponentes, es espontáneo con el balón y puede ser vehemente fuera de la cancha cuando desea serlo. Disfruta divirtiéndose sobre la cancha, intenta cosas que otros jugadores jamás serían capaces de pensar y su baile a la hora de celebrar sus goles se ha hecho famoso en México. Después de su paso por las Chivas, un hincha se tatuó la imagen de Pizarro sobre su cuerpo.
Me dio mucho gusto conocerte @albertogilard77 muchas gracias por el apoyo! Te quedo muy bien 👍🏻 pic.twitter.com/tFq93fiVgA
— Rodolfo Pizarro (@Rpizarrot) February 8, 2020
Adicionalmente, Pizarro ha generado titulares fuera de la cancha. Tiene la tendencia a responder a las críticas en redes sociales, ha teñido su pelo de color plateado, insultó a la afición del Club América durante la celebración del título del Clausura 2016 de las Chivas (para luego pedir disculpas) y ha celebrado goles imitando a "El Guasón".
Esto ha causado reacciones en contra. El DT del Club América Miguel Herrera llegó a responder a las excentricidades de Pizarro diciendo: "Lo que dice Pizarro lo hace escondido, ni la cara da. Si vas a tener los pantaloncitos y los (testículos) para hacer lo que hizo, que lo diga, pero no agachado y escondido. Eso no es de hombres".
Los elementos que Pizarro aportará al Miami sobre la cancha
Ya que mencionamos las excentricidades y la afición de Pizarro por el protagonismo, podría sorprender que éste, de hecho, hizo su debut con el Pachuca como lateral derecho bajo las órdenes de Hugo Sánchez, en septiembre de 2012. A sus 19 años, siendo aún un tímido adolescente, Pizarro se hizo acreedor de su primera convocatoria con la selección mexicana, con Herrera, su futura némesis, como técnico. Y si bien no llegó a ser designado en el equipo final de Herrera para el Mundial de Brasil 2014, todo parecía indicar que Pizarro sería una opción realista como lateral en el futuro próximo.
No obstante, para 2015 Herrera se encontraba jugando más adelante de forma regular, primero como volante derecho y posteriormente como 10. Su equilibrio, habilidad técnica, olfato para conseguir espacios y una imaginación pura con la posesión del balón le hicieron ganarse la reputación como jugador con un futuro sumamente brillante dentro de la selección de su país.
Adelantamos la película hasta 2020 y Pizarro ha estado jugando, fundamentalmente, detrás del centro delantero Rogelio Funes Mori, bajo las órdenes de Antonio Mohamed en el Monterrey, quien utiliza un esquema táctico 4-2-3-1. No obstante, en el escenario internacional, el técnico de El Tri Gerardo "Tata" Martino ha utilizado a Pizarro fundamentalmente como extremo izquierdo en 2019, confiriéndole licencia para incursionar en el área contraria para conseguir espacios.
"El Tata" Martino, quien fue técnico del Atlanta United, es ciertamente aficionado de Pizarro. Cuando se le preguntó en octubre pasado cuáles serían sus elegidos si tuviera que votar para un premio "The Best" del fútbol mexicano en 2019, Martino solo mencionó un nombre: Rodolfo Pizarro. Por ende, no debería sorprender que el jugador buscó los consejos de Martino sobre la vida en la MLS.
Se espera que Pizarro juegue como punto focal del ataque del Miami dentro de una formación 4-2-3-1; a pesar de ello, Alonso puso a Pizarro a jugar por las bandas durante el tiempo que ambos compartieron en Monterrey. De hecho, cuando se jugaban compromisos realmente importantes, como por ejemplo la final de la Liga de Campeones CONCACAF contra el Toronto FC y la final del Clausura 2017 en la Liga MX contra Tigres, Pizarro estuvo en dicha posición principalmente.
Problemas recientes alejaron su tentativo pase a Europa
A pesar de la gran calidad que puede mostrar Pizarro en la cancha y todos los trofeos que ha ganado, recientemente no ha vivido su mejor momento en el césped. Este bajón en su nivel ha coincidido parcialmente con el regreso de Mohamed a la dirección técnica del Monterrey a mediados de octubre.
Pizarro fue sustituido en el descanso del partido de vuelta de la final del Apertura 2019 contra el Club América, lo cual llevó al Monterrey a mejorar de forma notable y amenazar con un estilo más directo tras su ausencia.
Aparte de ello, en su última incursión como titular con los Rayados el mes pasado, Pizarro abandonó la cancha en el minuto 56, dejando en evidencia su frustración en el banco.
Se suponía que el Mundial de Clubes de diciembre pasado sería un trampolín para Pizarro, donde podría mostrar su talento a los clubes europeos; no obstante, fue toda una decepción a nivel personal. El partido contra el Liverpool destacó su tendencia a aferrarse por demasiado tiempo al balón, en comparación con el brillante Carlos Rodríguez, de 22 años, cuya rapidez en el razonamiento y velocidad a la hora de ejecutar pases hicieron que los equipos europeos comenzaran a disputarse sus servicios.
De la misma forma, el ex técnico de la selección mexicana Juan Carlos Osorio jamás mostró sentirse convencido por Pizarro, indicando que no lo convocó al Mundial 2018 porque Vela, Dos Santos, Marco Fabian y Hector Herrera lo superaban en su posición.
Bien podría ser que Pizarro solo necesita de un cambio de escenario luego de ganar tantos trofeos en un espacio de tiempo tan breve, especialmente si consideramos que apenas llega a la cúspide de sus condiciones físicas. Inevitablemente, los medios mexicanos apuntarán hacia él sus inevitables críticas, considerando que es un jugador con talento suficiente para jugar en las grandes ligas europeas y se conforma con ir a la MLS, pero eso no le importará al Inter Miami. El club de David Beckham aspirará que Pizarro deslumbre a la afición en Florida y que los Rayados y la Liga MX se resignen a lamentar la exportación de uno de sus mejores y más emocionantes jugadores, quien se muda a una liga que durante esta temporada baja ha roto el molde a la hora de fichar jugadores oriundos de México.