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El Ferrari de Jorge Campos y otras increíbles historias del nacimiento de la MLS

El 6 de abril de 1996, la Major League Soccer escenificó el primer partido de su historia. El D.C. United viajó hasta el Área de la Bahía de San Francisco para enfrentarse al San José Clash. Los anfitriones se llevaron el primer triunfo en la historia del circuito gracias a un gol de Eric Wynalda en el minuto 88 que selló la victoria. De no ser por la pandemia del coronavirus que obligó al mundo deportivo a tomar una pausa, la MLS estaría en medio de la celebración de su temporada 25, que tenía prevista la reedición de ese partido inaugural en la jornada del sábado: el San José Earthquakes recibiría la visita de D.C. United.

Para revivir esos días y ayudar a dar contexto al crecimiento que ha experimentado la MLS en este cuarto de siglo, conversamos con quienes estuvieron allí en los inicios durante los días del "Salvaje Oeste" de la principal liga profesional de fútbol en Estados Unidos de la era moderna. Desde autos robados, pasando por atiborrar aviones junto a núcleos familiares y ser confundido con equipos universitarios; desde los asados de los equipos hasta entrenar en estacionamientos, los primeros días distaron mucho del producto maduro de la era moderna.

A continuación, presentamos las historias de esas personas que ayudaron a dar inicio a la liga, aquellos que supervisaron su creación, los que jugaron en esos primeros partidos. Esta es su historia de la temporada inaugural de la Major League Soccer.

Los inicios

En sus inicios, la Major League Soccer fue una operación improvisada. Se firmaron contratos antes de la constitución formal de la liga, los ejecutivos se incorporaron a equipos con nombres "Por determinar". Con la excepción de un préstamo de $5 millones, la MLS vivía y moría gracias a las chequeras de los dueños de sus equipos.

Sunil Gulati (Comisionado adjunto de la MLS entre 1996 y 1999): Cuando la gente me pregunta: "¿Cuál fue el aspecto más difícil de todo ello?", respondo que todo se hizo desde cero, dentro de un periodo sumamente corto. Ese, realmente, era el reto principal. Intentábamos recaudar dinero, intentábamos contratar directores técnicos, gerentes generales, jugadores, decidir ciudades sede, vender boletos, firmar patrocinios, contar con un socio de transmisiones televisivas... todo ello antes de que tuviésemos una liga. Por ende, literalmente, teníamos socios de derechos de televisión comprometidos y algunos auspiciadores comprometidos antes de concretarlo todo y ciertamente, varios jugadores acordaron [sus contratos] muchísimo antes de tener todo definido y poder contar oficialmente con financiamiento.

Charlie Stilitano (Gerente General de los New York/New Jersey MetroStars entre 1996 y 1999): Terminé aceptando el puesto como jefe de los New York/New Jersey MetroStars. Creo que mi título era "vicepresidente y gerente general". No había presidente. Aprendíamos sobre la marcha, se podría decir.

Alexi Lalas (defensa que jugó con los equipos New England Revolution, New York/New Jersey MetroStars, Kansas City Wizards y LA Galaxy entre 1996 y 2004; Presidente y Gerente General del club San José Earthquakes, 2004-05; Gerente General, New York Red Bulls, 2005-06; Presidente y Gerente General, LA Galaxy, 2006-08): Durante una buena cantidad de años, hablábamos sobre la idea en los asientos traseros de los autobuses y los vuelos, imaginándonos como se vería. Y creo que existía una especie de aceptación de responsabilidad colectiva, pensando que, si iba a funcionar, no solo necesitábamos ser parte de ello, sino que muchos de nosotros [y yo formé parte de ese grupo] queríamos estar aquí. Uno de los días más orgullosos de mi vida fue cuando abordé ese avión desde Italia de regreso a Boston, para el inicio de la liga. No quiero sonar demasiado dramático, pero fue similar a "la cosa nostra", era algo nuestro; por eso, no fue tan difícil como suena y sigue siendo una de las cosas que más me enorgullecen.

Gulati: Obtuvimos un préstamo de $5 millones por parte de World Cup USA [Comité Organizador del Mundial de Fútbol Estados Unidos 1994] y el resto fue aportado por los inversionistas, los dueños originales. Cada uno ingresó (a la liga) pagando $5 millones por cada propietario.

Armando los equipos

Fue cosa difícil armar equipos sin una liga formalmente constituida. A medida que los clubes iniciaban su actividad de reclutamiento de jugadores, la contratación de futbolistas demostró ser un proceso complejo e intrincado. Tab Ramos fue entregado a la MLS en condición de préstamo por parte de la liga mexicana, a pesar de contar con un contrato que no establecía el monto de su salario. Alexi Lalas jugó en Italia y 24 horas después, ingresó a la cancha en condición de suplente, en el segundo tiempo de un partido en Boston. Una incontable cantidad de jugadores fue contratada sin haber sido objeto de prueba alguna.

Cobi Jones (centrocampista del LA Galaxy entre 1996 y 2007; asistente al gerente del LA Galaxy entre 2008 y 2010): [Tenía] pocas opciones. El equipo con el cual jugaba en Brasil [Vasco da Gama] quería que me quedara con ellos. Creo que ellos querían ver si podían venderme a Japón. Por ende, esas eran las opciones: México, Japón o regresar [a Estados Unidos] para el inicio de [la MLS]. No creo que fue decisión difícil para mí, tomando en cuenta que mi razonamiento inicial, desde el inicio, era que iba a andar [por el mundo] durante un año o dos [después del Mundial de Estados Unidos], mientras todos intentábamos determinar cuándo empezaría a jugar la MLS. No obstante, simplemente [decidí] regresar y ayudar al inicio de la MLS.

Gulati: Recuerden que asignamos algunos jugadores a los equipos antes de que estos contasen con directores técnicos. Recuerdo que Rinus Michels [quien fue entrenador del Ajax y Barcelona, aparte de seleccionador de Holanda] me dijo que, debido a que habíamos asignado [al volante estrella de la Selección Colombia] Carlos "Pibe" Valderrama a Tampa y hablábamos al respecto, expresó: "Escucha, puedo imaginarme una situación en la cual varios directores técnicos no querrán armar un equipo en torno al jugador que tienen asignado".

Stilitano: Hoy en día mantengo amistad con Sunil Gulati y siento mucho respeto por él. Hizo mucho por la liga y fue un ejecutivo muy influyente. Sin embargo, uno de los chistes que rodó por los pasillos de la liga en ese primer año decía que las siglas MLS eran abreviatura de "More or Less Sunil" ["Más o Menos Sunil"]. Sunil era el comisionado adjunto y vivíamos y moríamos con lo que Sunil nos permitía. Hacías cambios y él tenía la facultad de anularlos. Honestamente, muchas de las reglas aparentaban ser reglas flexibles y convenientes. Ellos tomaban decisiones basándose en lo que creían era mejor para la liga y Sunil estaba a cargo de esa área.

Gulati: Un [fichaje] memorable fue la contratación del [portero de la selección de México] Jorge Campos. Ya me había reunido con él en un par de ocasiones. Conocía al presidente de su club [Atlante]. Finalmente, firmamos un contrato cuando yo estuve en México. Literalmente en el último minuto, mientras me encontraba en su apartamento, recibíamos documentos impresos en Estados Unidos y creo que los enviaban vía fax. [Campos] dijo: "Oye, yo debo contar con un auto y un apartamento donde vivir". Y le respondimos: "Cierto. Claro que tiene sentido". Entonces, firmó el contrato. Y cuando debutó, sabes, en el primer partido logró convocar a 69,000 [asistentes en las tribunas]. Durante ese primer partido que jugó, de hecho, era jugador de dos ligas a la vez, lo cual ahora comprendemos, viendo atrás, que era clara violación a las normas FIFA.

Primeras experiencias

La fiebre futbolística que atrapó a Estados Unidos cuando este país fue sede de la Copa del Mundo FIFA en 1994 rápidamente volvió a aparecer en los primeros días de la Major League Soccer: el 'tailgating' (asados a las afueras de los estadios), fuegos artificiales y estadios repletos dieron la bienvenida a las estrellas del balompié. Una de esas figuras puso un Ferrari como condición a su incorporación a la liga... y la MLS se lo entregó.

Jeff Agoos (Defensa que jugó con el D.C. United, San José Earthquakes y New York/New Jersey MetroStars entre 1996 y 2005; director técnico/deportivo del New York Red Bulls entre 2007 y 2011; director técnico de competiciones de la MLS, 2011-presente): Creo que la novedad de todo representó una locura total. Me puse a ver de nuevo [el partido entre D.C. United y San José], o al menos algunas partes. Y fue un partido con un nivel terrible. Quiero decir que realmente no se trata de algo que uno pudiera ver y decir: "Oye, aquí tienes razones por las cuales la MLS será una buena liga". Y creo que ello se debía, en parte, a que realmente intentábamos evitar a toda costa no terminar en un empate 0-0 porque el mayor problema que teníamos con el público era [que la gente decía]: "el fútbol es un deporte fastidioso, no se producen muchos remates al arco. Los partidos terminan 0-0". Entonces, Eric [Wynalda] anota el gol, faltando aproximadamente cinco o seis minutos para terminar el partido. Me desborda y remata. Me gustaría dejar constancia que dije que yo, por cuenta propia, salvé a la liga de su desaparición en sus primeros años. Quiero que se me reconozca haber hecho mi parte por asegurar que la MLS llegara a cumplir 25 [años].

"Jorge Campos llegó el lunes y dijo: 'Si quieren que yo vuelva el próximo sábado, me gustaría tener un Ferrari'. Y se le dio el Ferrari" Sunil Gulati, ex comisionado adjunto de la MLS, 1996-99

Jones: Creo haberlo dicho mil veces. Creo que superó las expectativas de todos. Y para mí, hablando de forma personal, fue más allá de todo lo que posiblemente pude haber imaginado. Creo que sobrepasó las expectativas de todos, tomando en cuenta que estábamos dando inicio una liga. Para mí, se sentía como si volviera a jugar un Mundial. [En los estacionamientos de los estadios] la gente preparaba asados, jugaba al fútbol. La gente estaba compartiendo, haciendo la previa y eso fue algo inesperado. Se podía sentir la emoción y, creo, había una sensación de asombro. Era palpable.

Peter Vermes (defensa que jugó con los New York/New Jersey MetroStars, Colorado Rapids y Kansas City Wizards entre 1996 y 2002; Director Técnico de los Kansas City Wizards entre 2006 y 2009; Director Técnico de los Kansas City Wizards/Sporting Kansas City, 2009-presente): Jugué en el primer partido disputado en el Rose Bowl. Fue asombroso. Comenzaron a negar el ingreso a mucha gente en las puertas, porque habían apartado una gran cantidad de asientos detrás de uno de los arcos, al tener preparado gran espectáculo de fuegos artificiales post partido. No contaban con suficientes vendedores de boletos para atender las filas, porque no esperaban que tantas personas se presentaran al estadio para ver el partido.

Gulati: [Jorge Campos] llegó el lunes, después del primer partido de la fecha de liga de ese fin de semana y dijo: "Quiero hablar con ustedes sobre el auto [que negocié como condición para jugar en la MLS]". Respondimos: "Sí, maravilloso. Tenemos algunos autos Honda que adquirimos para nuestro plantel". No recuerdo las palabras exactas, pero en resumen, él no quería un Honda. Quería un Ferrari. Uno o dos años después, durante la auditoría interna, [los auditores] nos dijeron: "Saben que compraron todos estos autos, Honda, cualquier cantidad de autos Hyundai, pero hubo una persona que recibió un Ferrari". Tratamos de explicar que tuvimos 69,000 asistentes a ese partido. Campos llegó el lunes y dijo: "Si quieren que yo vuelva el próximo sábado, me gustaría tener un Ferrari". Y se le dio el Ferrari.

En ese momento, yo decía: "¿Qué voy a hacer? ¿Comprar un auto de $20,000?". Por eso contactamos a Mark Abbott, el abogado de la liga. Mark viene y nos dice: "Oh, ustedes saben que no podemos hacer eso". Finalmente, nos dice: "Bien, lo haremos, pero requerirá cierto tiempo". Campos dice: "No, ya fui al concesionario esta mañana. Lo tienen reservado para mí. Y es rojo". Mark se dirige a la venta de autos y un hombre nos dice: "Este es el precio. No negociamos precios. Pero, como eres un sujeto tan agradable, voy a darles el radio gratis".

Jones: Jorge Campos. ¡Vamos! Consiguió un Ferrari. Pude verlo varias veces. Fue absolutamente hilarante. Muchas veces, lo vi aparcado en el estacionamiento [del estadio] o en su complejo de apartamentos, pero sí, vi el Ferrari. A él no le importaba nada y la estaba pasando bien.

Los viajes

Los profesionales que hacen vida en la mayoría de las ligas deportivas en el mundo entero cuentan con un estilo refinado y discreto de viajar para disputar partidos en condición de visitante o asistir a los entrenamientos de pretemporada. Piensen en espacio extra para acomodar las piernas, alimentos de lujo, discreción total y absoluta. Pues ese no fue el caso para las primeras franquicias de la MLS en 1996.

Agoos: No hubo mucha diferencia con respecto al último año que jugué en la MLS, que probablemente fue [en 2005], lo cual sirve como evidencia de la ausencia de avances en el turismo. Viajábamos en vuelos comerciales. Siempre era la última fila, asiento del medio, alimentos kosher. Pero viajábamos como lo hacía todo el mundo y éramos una liga nueva. Entonces, llegábamos todos al aeropuerto, vestidos con nuestras camisetas polo y la gente nos preguntaba: "Oye, ¿qué haces? ¿Con qué equipo juegas? ¿Cuál es tu equipo juvenil? ¿Juegan baloncesto?" Ningún jugador [de nuestra plantilla] superaba los 6 pies y 2 pulgadas de estatura.

Lalas: Clase económica, asientos del medio, todas esas cosas; explicarle a la gente qué hacías, qué era el New England Revolution. Pero yo formé parte de esa generación encargada de hacer eso. Divulgábamos la palabra.

Jones: Igual que el resto: tenías asignado el baño ubicado a mitad de los asientos de atrás. Ahí lo tienes. Eso era todo. Veo eso, lo comparo con lo que hay ahora, con todos esos nuevos contratos colectivos laborales en los cuales exigen vuelos chárter obligatorios. Wow. Eso es algo especial. ¿Obligatorios? Hombre, han llegado bastante lejos.

El día a día

En la MLS de hoy, los complejos de entrenamiento de última tecnología se han convertido en norma para dejar de ser excepción. En 1996, los clubes practicaban en parques públicos, soportaban la incomodidad de compartir espacios con adolescentes que jugaban frisbee, parejas que paseaban sus perros y los niños que pasaban el rato con los juegos propios de su edad.

Jones: Ninguno de los miembros de ese grupo de exjugadores de la selección nacional quería jugar en Los Ángeles porque pensaban que el fútbol no sobreviviría en esa ciudad. Tengo conocimiento de dos jugadores y me niego a decir sus nombres, pero conozco el caso específico de dos jugadores que recibieron ofertas antes que yo, mientras los equipos conformaban sus planteles y ambos las rechazaron, pensando: "No, eso no va a tener éxito". Pero cuando tuve mi oportunidad, pensé: "Sí. Esta es mi ciudad natal. Quiero estar acá".

Garth Lagerwey (portero que jugó con los equipos Kansas City Wizards, Dallas Burn y Miami Fusion entre 1996 y 2000; Vicepresidente Senior y Gerente General del Real Salt Lake entre 2007 y 2014; presidente y Gerente General de los Seattle Sounders, 2015-presente): Creíamos contar con un gimnasio que podíamos usar para cambiarnos la ropa [dentro de la Universidad de Misuri-Kansas City]. Pero, no podíamos usar la cancha cuando llovía. Y tenían un cronograma de riego de canchas. No podíamos usar la cancha después de terminado el proceso de riego. En resumen: había dos días a la semana en los cuales no podíamos usar la cancha que teníamos bajo contrato de arrendamiento. Y en realidad, el vestuario era poco práctico, porque era el vestuario de los atletas universitarios. Era un espacio abierto; por eso, no podíamos dejar nuestras pertenencias, no había un sitio donde guardar nuestros implementos. Hubo un periodo en el cual íbamos a entrenar a parques públicos, se nos llamaba en la mañana y nos decían: "Reúnanse en el parque tal y tal". Literalmente, colocaban conos para marcar nuestro espacio y jugábamos en el parque.

Lalas: Íbamos a jugar contra el LA Galaxy y entrenamos en el estacionamiento del Rose Bowl, porque allí era donde ellos entrenaban al principio. Fue toda una locura. El estacionamiento del Rose Bowl es un terreno con grama, por eso dijeron: "Muy bien, ahí hay césped". Las condiciones mejoraron eventualmente, porque se estableció un área dedicada para el Galaxy, pero en lo que respecta al club visitante, recuerdo vívidamente haber corrido en lo que era el estacionamiento para los partidos de fútbol americano universitario durante un sábado cualquiera en el Rose Bowl. Fue similar a salir a un parque y entrenar, lo que también hicimos en distintas ocasiones.

Los compañeros

En 1996, la MLS contaba en 1996 con un grupo importante de estrellas dentro de sus filas. A pesar de ello, las plantillas de sus equipos estaban conformadas en su mayoría por jugadores que ganaban salarios que iban desde $24,000 al año, apenas una fracción de las cifras cobradas por Carlos "Pibe" Valderrama (quien devengaba un salario presuntamente ubicado en cientos de miles de dólares, a pesar de que los equipos tenían un tope salarial de $1.13 millones cada uno para el primer año de existencia de la liga). Los futbolistas estrecharon lazos en modestas reuniones sociales, tales como asados y fiestas en casa. Caso distinto a los cuerpos técnicos y planteles de jugadores extensos con los que cuenta la MLS hoy en día, los clubes contaban con un personal que no iba más allá de los jugadores, algunos técnicos, un entrenador y un asistente de vestuario. Las nóminas deportivas de los equipos eran pequeñas y eso propiciaba forjar relaciones.

Agoos: Solíamos tener asados semanales. Los jugadores de origen argentino, chicos tales como Mario Gori, por ejemplo, eran cocineros absolutamente increíbles. Y ellos metían todo en el asador, por ejemplo, ¿saben?, corazones de cerdo y caracoles. Quiero decir, todo lo que se moviera, lo ponían en el asador y hacían que tuviera un sabor absolutamente increíble. Eso fue parte de la experiencia de forjar nexos. Y esa fue una parte de las razones por las cuales seguimos desarrollándonos como equipo. Fuimos capaces de conectar y literalmente, ponernos hombro con hombro y morir por el hombre que estaba a tu lado, por decirlo de alguna forma.

Lagerwey: [Pasé] cinco años dentro de la liga y en ningún momento llegué a contar con entrenador de arqueros, nutricionista, entrenador de musculación y acondicionamiento o un entrenador de rendimiento físico. La gente tiende a olvidar que no existían los gerentes generales. Teníamos un director técnico y un asistente al director técnico y otra persona que manejaba el aspecto financiero. De resto, había un entrenador, un asistente de vestuario y el plantel de jugadores. Era la operación más modesta imaginable. Y, por supuesto, Valderrama, Campos o a Marco Etcheverry eran las excepciones; simplemente, había un jugador que ganaba una tonelada de dinero más que el resto.

Jones: Valderrama se destaca por encima de los demás, en cuanto a su habilidad para contener el balón en centro de la cancha, lo que era algo especial. Pero una figura que destaca a mi criterio fue el ecuatoriano, Eduardo Hurtado. Creo que en lo relativo a la habilidad para sorprender, obviamente estaba Valderrama y su contención del balón. Pero Hurtado... pregúntenle a cualquiera de los jugadores, por ejemplo, a Eddie Pope, cómo era intentar desbordarle. Era similar a un muro de concreto. Era tan fuerte, rayaba en lo ridículo como él era capaz de inclinarse, sacar el trasero y tumbar a cualquiera. Era un jugador excepcional.

Las tristemente célebres tandas de penales

Si hubo un elemento de la Major League Soccer que la diferenciaba (para bien o para mal) del resto de las ligas futbolísticas del mundo, era el 'shootout', o la tanda de penales para resolver un empate. En vez de establecer una tanda convencional de tiros desde el punto penal (los equipos intentan cinco cobros de penales a 12 yardas de distancia contra un arquero ubicado en la línea de meta, siendo el equipo ganador quien convierte mayor cantidad de penales); en 1996, la MLS intentó hacer algo con más energía. Los jugadores comenzaban ubicando el balón a 35 yardas de distancia de la meta y contaban con cinco segundos para correr hacia la red (el arquero también avanzaba, alejándose de la línea de meta en dirección al jugador poseedor del balón) antes de disparar. El ganador era quien convertía mayor cantidad de goles luego de cinco intentos. El otro elemento: estas tandas de penales podían decidir el resultado de partidos de temporada regular, ya que la MLS no permitía que los partidos terminasen empatados.

Esta versión de la tanda de penales, que sólo se vio en el fútbol estadounidense, fue ampliamente ridiculizada en los círculos del fútbol del resto del mundo. A pesar de ello, creó muchos aficionados en Estados Unidos y especialmente, se ganó el afecto entre muchos de sus participantes.

Gulati: El razonamiento era que muchos estadounidenses no querían ver partidos que terminaran en empate.

Agoos: Creo que eso solo les agradaba a los estadounidenses, y esos estadounidenses probablemente no ven fútbol; a pesar de ello, diré lo siguiente: me encantaba. Realmente, me encantó el concepto porque, número uno: tienes que contar con mejores destrezas para hacerlo, en comparación a un cobro normal de penales. Digo esto basándome en lo comentado por muchos jugadores de la vieja época de la NASL y el Cosmos: Si alzas el balón por los aires, el portero se verá obligado a tomar una decisión. Si se aleja del arco, es bastante fácil elevarlo por encima de su cabeza y tendrás la meta abierta. Si permanece cerca de la línea, el arco se abre mucho más.

Jones: Definitivamente, se salió de la norma. Fue distinto a todo lo que habíamos visto antes. Creo que todos estaban conscientes de que habría ciertas diferencias por aquí y por allá, intentando hacer [al fútbol] "emocionante" para las audiencias de Estados Unidos. Creo que ahora podemos ver en retrospectiva y decir que quizás fue algo necesario al inicio, pero en líneas generales, a criterio de un verdadero tradicionalista del fútbol, pienso que fue en parte un golpe al mentón, tener que ver eso. Pero ¿saben algo? Miren todo lo que tenemos hoy en día y cuánto ha cambiado todo: la regla de cesión para los arqueros, la introducción del VAR, jueces adicionales por todos lados.

Stilitano: La tanda de penales era realmente querida por los jugadores extranjeros en particular. A todos les encantaba, pensaban que era una forma de medir destrezas y no nervios. Tal como me solía decir Giorgio Chinaglia [delantero del New York Cosmos entre 1976 y 1983]; el arquero no ataja penales. El encargado de cobrarlos falla. [La tanda de penales] es una forma de demostrar habilidades. Yo era un purista del balompié. No me gustaba esta versión de la tanda de penales, pero después de ver la reacción de jugadores e hinchas, me sentí conforme con ella. Realmente lo estuve.

La MLS Cup

La edición inaugural de la MLS Cup fue televisada a nivel nacional en Estados Unidos. El partido fue disputado entre el D.C. United, en representación de la Conferencia del Este y el LA Galaxy por el Oeste. Celebrado el 20 de octubre en el Foxboro Stadium, sede del New England Revolution, la copiosa lluvia y el vendaval habrían causado el aplazamiento del partido en el ambiente de hoy, pero en esa fecha en 1996, con la presión por parte de la liga para hacer una declaración de intenciones ante una audiencia televisiva en todo el país, se jugó la MLS Cup. (El D.C. United se impuso 3-2 en el alargue. El gol de la victoria fue anotado por Eddie Pope, zaguero de la selección de Estados Unidos).

Agoos: No sé cuántos aficionados tuvimos en las tribunas, pero entre 15,000 y 20,000 asistentes soportaron la brisa, el vendaval y la lluvia. La lluvia iba de lado a lado. Quiero decir: no creo que ese partido debió haberse disputado o se debió decidir su celebración, considerando las condiciones del terreno. Pero también creo que no había otra opción, no haberlo jugado en ese primer año, la final inaugural del año inaugural de la liga... pues no había otra opción. Y terminamos jugándolo. Era increíblemente frio, increíblemente ventoso, era difícil jugar en esa cancha debido a las condiciones y en realidad, se formaron charcos cerca de los arcos, la zona más importante de la cancha. Recuerdo que Cobi Jones llevaba al balón hacia la meta contraria, en un enfrentamiento casi personal contra el arquero y desbordándolo para convertir.

Williams: En realidad, ese partido no debió haberse disputado, debido a las condiciones de la cancha. Quiero decir que, literalmente, uno podía pisar el agua y hundirse hasta el tobillo.

Gulati: Termina el partido. Creo que me encontraba a nivel de cancha. Y estaban contando los votos para designar al Más Valioso del partido. Estoy escuchando la radio; preguntan quien fue el Más Valioso, pero aún no tenemos el resultado. Por eso, básicamente dije al micrófono de una diadema, que se trataba de Marco Etcheverry [volante del D.C. United entre 1996 y 2003]. Etcheverry es el Más Valioso. En esencia, fui yo quien eligió el Más Valioso, excepto que en ese momento no me daba cuenta de que también [escuchaban] miembros de los medios de comunicación. Era similar a que yo jugara en la sala de prensa a elegir el Más Valioso en vez de ser elegido por los medios, y lo hice porque, ¿sabes?, se nos agotaba el tiempo. No porque yo quisiera elegirlo; sin embargo, esa anécdota consolidó ese sinsentido de que MLS significaba "Más o Menos Sunil".

¿Lo harías de nuevo?

¿Valdría la pena? Con la liga celebrando su vigésima quinta temporada, es difícil escuchar a una conclusión distinta a un sonoro "sí", que representa el consenso casi unánime entre los consultados por nosotros.

Agoos: Comparado a lo que se vive hoy en día, probablemente era, a lo sumo, una liga semi-profesional. Y eso es positivo, muestra el progreso que hemos alcanzado como liga hasta hoy. En ese primer año, se trataba literalmente de hacer que la liga despegara. Y fue algo que todos apoyamos: jugadores y técnicos, administradores, ejecutivos de la liga. Tener nuestra propia liga de fútbol era nuestro sueño. Si lo teníamos que hacer contando con condiciones menores al alto nivel que disfrutamos hoy en día, las condiciones que se tienen en Europa, pues no importa. Teníamos que lidiar con todos esos obstáculos para asegurarnos de escribir una historia y crear un legado para que esta liga siga su curso.

Gulati: En algunos aspectos, ese primer año fue maravilloso. Tuvimos un buen comienzo, con grandes multitudes. El primer partido con boletería agotada y después, las masas que se congregaron en Los Ángeles y Nueva York. Y la gente estaba emocionada. Tuvimos muchos goles y todo eso. El segundo año siempre sería más difícil y su nivel no se igualó a lo vivido en ese primer año. Ciertamente, sabes, la novedad de la MLS nos dio un respiro, tanto con nuestros auspiciadores, en particular con Univisión. Entre el fichaje de Campos y la contratación de Anheuser-Busch y Budweiser como grandes auspiciadores y eventos similares. Pero no podíamos sobrevivir con la novedad.

Tony Meola (portero que jugó con el New York/New Jersey MetroStars, Kansas City Wizards y New York Red Bulls entre 1996 y 2006): Para los chicos de mi generación, no contamos con una liga a la cual aspirar. Teníamos esperanzas y orábamos, pero no contábamos con nada que nos sirviera de ejemplo, como tienen los chicos de hoy. Y ahora el juego es totalmente diferente. No sé si has preguntado cuál es el porcentaje de aficionados que actualmente siguen la MLS, con la expansión y todo lo que ha sucedido. El porcentaje de aficionados que apoyan el fútbol en la actualidad que antes no tenía una liga que apoyar debe ser realmente bajo.

Jones: Nadie creía que esto podía durar. Aún se veía al fútbol como ese "hijastro pelirrojo".

Lalas: A pesar de lo mal que yo u otros jugadores podamos hacerlo ver, las cosas nunca fueron tan malas. Siendo totalmente honesto con ustedes, seguíamos viviendo ese sueño. Creábamos algo desde cero. Por eso, existe una sensación de orgullo asociada con ello, incluso en situaciones tan retadoras. Pero esas situaciones retadoras son relativas, porque el 99.9% de la gente habría matado o estaría dispuesta a morir para contar con esa oportunidad. Eso lo recordábamos constantemente.