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Blog Rafa Ramos: Rayados terminó como anécdota, pero también como amenaza a la Liga MX

Rayados terminó como anécdota, pero también como amenaza a la Liga Mx

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Monterrey puso resistencia al Dortmund, pero queda fuera en el Mundial de Clubes

Rayados le dio pelea al Borussia Dortmund en los octavos de final y tras recibir dos goles de Serhou Guirassy queda fuera del certamen; Berterame anotó por el club mexicano.

Monterrey lanza una seria advertencia a los habituales favoritos de la Liga MX, a pesar de estar eliminado del Mundial de Clubes.


LOS ÁNGELES -- Monterrey intentó la epopeya. Todo terminó en una anécdota, deliciosa, pero anécdota, nada más. 2-1 sucumbe ante Borussia Dortmund y regresa a casa. Rayados, ni historia ni histeria.

Quedarán en el tendedero los resoplos por dos penaltis que no se marcaron. Sí, en la Liga MX consentidora y alcahueta, se hubieran decretado con la pena en el manchón de las fatalidades. Pero es el universo FIFA, el criterio es distinto, y así, ni el aprisionamiento a Sergio Ramos, ni el testerazo a Tecatito Corona, ambos en la incuestionabilidad del área, terminaron en punto penal.

Pero lo de Rayados fue notable, agradable, cautivante. Sobre todo, porque este equipo confirma que con Domenec Torrent hay un cambio radical en postura y compostura dentro de la cancha. Sí, cierto, no alcanzó para vencer a los alemanes, aunque sí para superarlos en varios planos. Además, sin duda, ratificó la amenaza para la Liga MX. Queda claro, Martín Demichelis termina como estafador o farsante o un vulgar y ladino engañabobos. Claro, puede tener el descaro de salir a decir: “Boludo, ese equipo lo armé shó”.

Otra vez una jornada estruendosa de Tecatito Corona, quien ante Urawa y la noche del martes ante Borussia, finalmente dijo presente desde su llegada a Monterrey, tras ser considerado incluso –merecidamente--, una de las peores inversiones regias.

Esta vez ante Borussia fue el jugador desequilibrante, punzante, profundo, el extremo incluso que Javier Aguirre con la lámpara robada a Diógenes, anda buscando por el escasísimo universo del futbol mexicano, porque al más cercano émulo de Tecatito, el Chino Huerta, parece que se la han metido de nuevo las moscas en la azotea.

Jesús Corona sacó su repertorio de amagues, de pica y freno, de freno y pica, de desbordes cortos y desplazamientos largos. Sí, ante Urawa y ante Dortmund juramentó una promesa que excita e incita a la población regiomontana: está de vuelta, o al menos así lo ha insinuado en los pastizales del Mundial de Clubes.

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Ricardo Peláez y Álvaro Morales elogian a Monterrey: "Actuación digna"

Los expertos coincidieron en que la derrota de Rayados dejó bien parado al futbol mexicano.

Cierto, una golondrina no hace verano. Y dos golondrinas tampoco. Llegará la Liga MX, y con la nueva cartografía de Torrent, tal vez encuentre el Tecatito ese segundo aire.

Monterrey tuvo la del empate, ahí, en los momentos extra de dramatismo, de angustia. Y lo tuvo en la cabeza, generalmente infalible, del hacedor de milagros, ése, el de los minutos noventas. Pero el cabezazo de Sergio Ramos terminó yéndose a un lado, con la pelota, sus caprichos y volubles giros, eligiendo el limbo a un ladito del poste, por ahí, por ese breve espacio donde resoplan las frustraciones.

¿Fracaso? Sí, por definición. Porque se habló de esperanzas, ilusiones, valentía, personalidad para pasar por encima del Dortmund. Sí, por definición estricta, es fracaso.

Sin embargo, la semblanza final de casi 100 minutos, ahí queda. Intocable. Disfrutable. Encomiable. Desafiante. Porque ante un equipo de reciente protagonismo en la Champions League, que estuvo a punto de sorprender al Barcelona en la vuelta de su llave, ese mismo Borussia, lo rebasó en la cancha, en la personalidad, en la propuesta y en los números fríos, inútiles ya, cierto, pero que son una cataplasma ferviente de consuelo.

Y lo relevante es lo que promete este Monterrey de la mano de Domenec. A Demichelis le entregaron un muerto y él decidió morirse con ese fiambre. A Torrent le entregaron el muerto con la autopsia incluida, y el tipo lo ha resucitado. Más allá de que juega mucho mejor al futbol que con las versiones inmediatas anteriores, abandonó ese semblante denigrante, culposo, despreciable de equipo pecho frío.

Es así de simple: un Monterrey en estas condiciones vistas ante Dortmund, no sólo lanza una petulante y seria advertencia a los habituales favoritos de la Liga MX, sino que los reta, los desafía, con toda la pompa del que sabe lo que tiene a pesar de haber quedado eliminado en el Mundial de Clubes.

Cuestionar a Torrent sobre algunas decisiones o la demora en los cambios, es una ociosidad comodina para quienes desde el estudio con aire acondicionado y sin responsabilidad alguna, pretenden leer las condiciones y los momentos emocionales, futbolísticos y físicos de los jugadores, del adversario y del clima propia de una guerra que les es ajena. Hablan de la lluvia sin mojarse.