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El pacto Cruyff-Santana en la Intercontinental de 1992

BARCELONA -- Barcelona y Sao Paulo alojados en el mismo hotel de Tokio. Allí, en la noche del 11 de diciembre de 1992, Johan Cruyff y Telé Santana, entrenadores de los dos equipos, compartieron una animada charla que años después descubrió públicamente Juan Carlos Lostau, invitado por el técnico brasileño a unirse a la mesa la noche anterior a la final de la Copa Intercontinental y que, cuando la dio a conocer, reconoció “fue la cosa más enriquecedora que me dio el fútbol”.

El 13 de diciembre de 1992 el Sao Paulo de Raí, Cafú, Muller y Toninho Cerezo se impuso al Dream Team (2-1) en la capital japonesa. Dos goles de Raí remontaron el inicial de Stoichov en un partido que fue considerado magnífico y cuyo secreto sacó a la luz mucho tiempo después el árbitro que dirigió el encuentro.

El argentino Juan Carlos Lostau también se alojaba en el mismo hotel y la noche anterior al partido vio sentados en una mesa, juntos, a los dos entrenadores. “No podía dormir porque aún tenía los horarios cambiados, doce horas de diferencia con Argentina. Bajé al vestíbulo y fue cuando Telé Santana me vio. Se levantó, me llamó y me dijo: Juan Carlos, venga que le voy a presentar a Johan Cruyff”, evocó el colegiado argentino, en unas declaraciones recogidas por la agencia EFE.

“Hablaban del fútbol como si fuera algo sagrado. Decían que interrumpir un partido con lesiones fingidas, esconder del balón o hacer una sustitución para ganar segundos no les resultaba válido. Querían ganar con su credo y coincidían en que respetarlo era la base del éxito”, escuchó Lostau, entusiasmado con una charla que se prolongó durante horas.

“Criticaban los centros al área que no provocaban peligro. Decían que si no había posibilidades de llegar con el balón a la cabeza o al pie de un compañero para buscar un gol, ¿para qué lanzarlos? No se cansaban de hablar mientras yo asentía maravillado hasta que, casi a las tres de la madrugada surgió el pacto”, relató, maravillado.

El árbitro argentino explicó que Cruyff y Santana unieron sus manos, una encima de la otra, y pactaron solemnemente que si durante el partido algún jugador del Barcelona o del Sao Paulo no respondía a los cánones del buen juego que ellos pregonaban o se descontrolaba en el campo sería sustituido de inmediato.

“Y yo también puse la mano cuando me lo pidió Telé Santana, sumándome a aquel pacto secreto... En cuarenta años de carrera nada me marcó tanto como haber participado en aquella charla entre Tele y Johan”, evocó Lostau, quien recordó, del partido, que fue tal y como acordaron en la charla. “El tiempo neto jugado fue enorme, sin malas intenciones y con muchas ocasiones de gol”, resumió el colegiado argentino.