La derrota frente a Uruguay y la victoria de Perú sobre Paraguay dilapidaron el último esfuerzo de la Selección Chilena de lograr el repechaje y seguir soñando con el Mundial de Qatar 2022, un intento fallido que detonaría otro fracaso por volver a la máxima cita futbolística, tal como aconteció rumbo a Rusia 2018.
Pero esta caída en San Carlos de Apoquindo era la última luz de esperanza para que la “Generación Dorada” y los valores que se unieron al proceso lucharan por revertir otro rendimiento al debe de La Roja en las Eliminatorias, en un camino marcado por los errores y que arrancó precisamente con la Celeste.
Cuatro partidos y adiós al ciclo de Rueda
Tras más de un año sin jugar por la pandemia, la Selección Chilena debutó en las Eliminatorias el 8 de octubre de 2020 frente a Uruguay, encuentro donde cayó de manera injusta y con polémica en el Centenario, ya que en la hora, el juez Eber Aquino no sancionó un penal clarísimo por mano de Sebastián Coates y, acto seguido, llegaría el 2-1 con gol de Maximiliano Gómez.
El ciclo de Reinaldo Rueda con La Roja en las Clasificatorias había arrancado con una caída, pero una buena presentación, por lo que había que demostrar ante Colombia en casa y con un triunfo que el grupo estaba enfocado y en condiciones de revertir un mal inicio.
Ese 13 de octubre en el Estadio Nacional, Chile revertía un partido regular con goles de Arturo Vidal y Alexis Sánchez, pero dejó escapar la victoria en tiempo de adición, cuando Radamel Falcao puso el 2-2 definitivo.
En noviembre vino la segunda doble fecha clasificatoria y la Selección conseguiría, sin brillar ni mucho menos, su primer triunfo, derrotando en casa a Perú con dos tantos del “Rey” Vidal, pero días después perdería con Venezuela por primera vez jugando de visita en la historia de las Eliminatorias, en una de sus peores presentaciones… Sería el último partido oficial de Rueda en la cabina técnica nacional.
Lasarte asume un equipo marcado por la irregularidad
En junio de 2021, ya con Martín Lasarte como nuevo seleccionador nacional, La Roja disputó dos encuentros clasificatorios previo a una nueva interrupción de la competencia por la Copa América de Brasil, y serían dos empates que tendrían un sabor muy distinto.
El domingo 3, Chile conseguiría un valioso y trabajado 1-1 frente a la Argentina de Messi en Santiago de Estero (tanto de Alexis), para cinco días después repetir ese marcador, pero ante Bolivia en San Carlos de Apoquindo, en un encuentro que dominó, se generó muchísimas ocasiones mas perdonó… Sin duda, esa paridad sería clave en el destino del equipo en la competencia.
Tras ello, Chile hizo una regular Copa América y retomó las Eliminatorias en septiembre con una inédita triple fecha, donde perdió con Brasil en el Monumental por la mínima, luego rescató una paridad sin goles con Ecuador en Quito y, posteriormente, cayó de manera inapelable por 3-1 a manos de la Colombia de Rueda como visita, en otra de sus peores presentaciones.
Un mes después, otra derrota a manos de Perú por 2-0 en Lima iniciando en el inicio de la segunda fecha triple parecía sentenciar anticipadamente la suerte de la Selección, ya que quedaba octava con 7 puntos, a 7 lejanos puntos del repechaje.
El factor Ben Brereton
Sin embargo, ese sombrío y lapidario escenario cambiaría radicalmente en una semana, ya que La Roja recobraría el aliento con dos triunfazos como local, primero ante Paraguay con un sólido 2-0 y luego frente a Venezuela, con una goleada 3-0. Ambas victorias, lideradas por Ben Brereton, ariete del Blackburn Rovers, quién de ahí en más, se convertiría en una de las esperanzas del equipo.
El envión anímico de esos resultados se prolongaría el 11 de noviembre con otra victoria sobre la selección paraguaya, una victoria por la mínima en Asunción. Chile completaba 16 unidades y daba el gran salto, para quedar cuarto en la clasificación, aunque con un partido más que Uruguay y Colombia.
A esa altura, y a días del choque con Ecuador, parecía que La Roja encaminaba por fin el rumbo en una eliminatoria irregular, en la que sólo Brasil y Argentina tenían casi en el bolsillo su boleto a Qatar.
Derrota inesperada, para extraviar el rumbo y decir adiós
El 16 de noviembre de 2021, Ecuador doblegaría a la Selección Chilena en San Carlos de Apoquindo por 2-0, golpe letal al mentón que para muchos, costó la eliminación a Qatar 2022.
Esa noche, no le salió nada al equipo de Lasarte, que arrancó perdiendo con tanto de Estupiñán en los 9 minutos, luego se fue expulsado Vidal en los 13’, las ocasiones de gol fueron más por empuje que por fútbol, y finalmente, Caicedo sentenció todo en tiempo de adición.
Ya en 2022, Chile volvía al ruedo con la penúltima doble fecha, donde perdería con Argentina en el Zorros del Desierto de Calama por 2-1 y, posteriormente, vencería a Bolivia en La Paz por 3-2, a la postre, su última alegría en estas Eliminatorias.
Las últimas dos estaciones serían Brasil en el Maracaná y Uruguay en San Carlos. La primera dejaría a la Selección con una mínima chance de optar al repechaje, tras un inapelable 4-0 del “Scratch”, y la segunda sellaría la eliminación ante una Celeste ya clasificada, con un 2-0 cortesía de Suárez y Valverde.
La derrota a manos del elenco “charrúa” hizo que Chile rematara séptimo en la tabla con 19 positivos en 18 encuentros, a cinco de Perú, que se quedó con el repechaje y sigue con vida en busca del sueño mundialista.
Así fue como terminó esta nueva campaña de La Roja, por segunda vez fuera de un Mundial, tras el fracaso camino a Rusia 2018, y con un epílogo doloroso para la exitosa e inolvidable “Generación Dorada”.