BARCELONA -- Francia es la actual campeona del Mundo y a un día de iniciar su andadura en Qatar no sabe a ciencia cierta si puede mantener su estatus de favorita al título o tendrá que remar a contracorriente en una competición que comenzará agobiada las dudas... Y la amenaza de la mala fortuna que pesa sobre las últimas campeonas, que en los tres últimos Mundiales se fueron a casa en la primera fase.
La baja de Karim Benzema, a quien Didier Deschamps decidió no sustituir en la plantilla, es el último golpe bajo recibido por unos bleus que, agarrados a la estrella de Kylian Mbappé, se parecen en mucho menos de lo que desearían al equipo que conquistó el trofeo hace cuatro años en Moscú. De hecho, del solvente, y brillante, centro del campo que formaron Paul Pogba, N'Golo Kanté y Blaise Matuidi en Rusia no queda ni rastro y aunque la aparición de Eduardo Camavinga y Aurélien Tchouameni inspira confianza en el seleccionador y fe entre los aficionados, está por ver su prestancia en un torneo de este tipo (tan exigente como breve).
En la defensa de la ausencia del campeón en 2018 Samuel Umtiti nadie hace caso, sustituido por el empaque de Jules Koundé... Aunque está por ver su estado físico al cabo de tres semanas largas desde la recaída de su lesión en Valencia con el Barcelona.
Y arriba, sin Benzema (primer ganador del Balón de Oro que no disputa el siguiente Mundial desde que Alan Simonsen no participase en el torneo de 1978, aunque en su caso fue por la no clasificación de Dinamarca), Deschamps deberá definir el sustituto, lastrado también por la lesión de Nkunku, entre el impredecible Ousmane Dembélé o el veterano Olivier Giroud, cuyo rendimiento en los dos anteriores Mundiales (un gol en doce partidos) no invita precisamente a un optimismo desmesurado.
Las lesiones de Pogba y Kanté provocan incertidumbre acerca de si los dos jóvenes mediocampistas del Real Madrid de la misma manera que se atiende a Adrien Rabiot, futbolista de excelsa calidad y dudoso rendimiento, ausente en 2018 por decisión propia y cuya relación con el seleccionador nunca ha sido la mejor.
CONTRA EL INFORTUNIO
Su estreno ante Australia es la repetición del último Mundial, que resolvió Francia por la mínima (2-1) en Kazán en el que fue inicio de su camino hacia el título, en una fase de grupos en la que también se encontró con Dinamarca, con la que empató en la última jornada en 2018 y a la que se enfrentará esta vez en la segunda jornada, antes de cerrar contra Túnez.
Clasificada con solvencia para la cita qatarí, su mal papel en la Liga de las Naciones (tercera de grupo tras Croacia y, otra vez, Dinamarca) provoca las lógicas reticencias alrededor de una selección que, además, se enfrenta a un nuevo gafe que se ha convertido en habitual... desde que en 2002 Francia, defensora del título logrado en 1998, fuera eliminada de forma humillante en la fase de grupos (aquí también apareció Dinamarca, que consumó su KO en la última jornada ganándole por 2-0).
Desde entonces solamente Brasil en 2006 (eliminada en cuartos por la propia Francia) fue una campeona capaz de superar la liguilla inicial. En aquel 2006 la campeona fue Italia... que en Sudáfrica, cuatro años después, cerró de manera bochornosa el grupo F por detrás de Paraguay, Eslovaquia y Nueva Zelanda.
El Mundial de 2010 (en el que Francia también se fue a casa a las primeras de cambio) lo ganó España y en 2014, defendiendo su corona, la Roja quedó descabalgada en la liguilla tras ser humillada por Holanda (5-1) y derrumbada por Chile (2-0). Brasil vivió la cuarta coronación de Alemania (que tras aplastar a la anfitriona por 7-1 en semifinales ganó la final a Argentina)... Y no pudo esquivar en Rusia la maldición.
El último torneo constató la existencia de este infortunia, repetido por tercera vez consecutiva con la Mannschaft de protagonista, cerrando de manera inaudita el grupo F tras perder con México (1-0), vencer (2-1) a Suecia y ser destrozada en el tiempo de descuento por Corea del Sur (2-0) en la última jornada de la fase de grupos.
Contra todo ello luchará Francia a partir de este martes, enfrentándose a Australia, a las dudas que la rodean y a la maldición que le sobrevuela. Campeona y candidata, deberá mostrar que está, a pesar de todos los inconvenientes, preparada para el reto.