DOHA (Enviado especial) -- En una Copa del Mundo, lo que el día antes del comienzo era una certeza se puede transformar en duda. La naturaleza del torneo, la tensión que entra en juego y la intensidad de la competencia pueden obligar a cambios inesperados. Lionel Scaloni lo sabe y ha tenido la capacidad y el coraje para modificar su idea primaria incluso si eso significara quitar a algunos de sus jugadores intocables.
Por eso, a horas del partido definitorio contra Polonia en el que buscará la clasificación a octavos de final de Qatar 2022, el entrenador de la Selección Argentina ha probado variantes de todo tipo en defensa y en el mediocampo. Cambió nombres, funciones y esquema en busca del mejor funcionamiento posible después de una actuación muy pobre contra Arabia Saudita y de un triunfo liberador contra México.
En el mediocampo se cocina todo. Tanto las victorias como las derrotas. Y este sector del campo de juego fue el que más dudas provocó en los peores momentos del equipo. Contra Arabia no tuvo movilidad ni precisión, mientras que ante México el fútbol posicional de Guido Rodríguez le restó dinámica. Todo mejoró cuando ingresó Enzo Fernández para desestructurar la zona y sacar a todo el seleccionado hacia adelante.
En la práctica del lunes comenzó con el mismo once, es decir con Rodríguez, De Paul y Alexis Mac Allister como mediocampistas en el 4-3-3. El primer cambio fue el ingreso de Fernández por el hombre de Betis. Como se dijo en estas páginas, para el cuerpo técnico el exjugador de River es volante central, por lo que si la idea es darle mayor movimiento al equipo su aparición es menesterosa. De Paul es intocable a pesar de sus imprecisiones, ya que, además del rol de liderazgo que cumple, mejoró en el segundo tiempo y sacó la cara en una situación límite. Quizás, sea el más beneficiado por la victoria tranquilizadora.
Mac Allister fue el mejor del primer tiempo frente a México y se ganó la confianza. Se movió bien para recibir entre líneas y fue el que mejor entendió por dónde iba el partido. Su inteligencia táctica y su manejo pueden ser importantes para superar mediocampos multitudiarios como el que tendrá Polonia este miércoles.
Así, un solo cambio de nombres (Fernández por Rodríguez), representa una manera muy diferente de plantarse en el campo. Mucho más cerca del área rival, con mayor dinámica y menos orden táctico. Quizás, en el duelo frente a los polacos en el estadio 974 Scaloni se decida por este planteo.
También probó con una línea de tres, un sistema que, quizás, se reserve para instancias posteriores. De todos modos, de ese modo terminó el choque contra México y mantuvo al rival muy lejos de Emiliano Martínez. Cristian Romero ingresó por Mac Allister y formó el trío defensivo con Lisandro Martínez y Nicolás Otamendi. En las bandas, otra vez estuvieron Gonzalo Montiel (podría volver Nahuel Molina) y Marcos Acuña.
Frente a un adversario como Polonia, que solo juega con un punta claro como Robert Lewandowski, parece demasiada estructura defensiva, pero siempre es mejor tener clara las variantes para un posible replanteo como sucedió frente a México.
En ataque solo hubo un cambio: Julián Álvarez por Lautaro Martínez. El hombre de Manchester City ha participado más del juego que el de Inter y si la búsqueda es tener más fluidez en el último tercio su aporte puede ser vital. De todos modos, el titular volverá a ser Lautaro, con Ángel Di María y Lionel Messi a su lado.
La función de Di María también variaría en estos diversos escenarios. Con el 4-3-3 tiene mayores libertades para atacar y, aunque retrocede por su banda, puede jugar abierto, tal como siempre lo ha hecho. Con la línea de cinco y sin Mac Allister, debería moverse más en el centro y jugar por detrás de Messi. Con más espacios hacia adelante pero también más lejos del arco.
En definitiva, la alineación del choque frente a Polonia todavía es una incógnita pero lo que sí es seguro es que el equipo intentará llegar lo más firme posible y preparado para jugar en diversos escenarios.