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Al Vasco Aguirre no le preocupan las críticas, pero sí las crisis

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Raúl Jiménez tuvo ofertas muy buenas antes de la lesión (1:43)

El papá del delantero de la Selección Mexicana contó cómo se esfumó la posibilidad de que su hijo jugara en un grande de Europa. (1:43)

Al entrenador de México no le preocupan las críticas, pero sí las crisis y tiene varias previo al juego ante Arabia Saudita en Copa Oro.


LOS ÁNGELES -- A 50 semanas de su debut en la Copa del Mundo 2026, Javier Aguirre tiene incompleto su rompecabezas. Hay incertidumbre en diversas posiciones. Y tal vez, de última hora deberá lijar y limar alguna pieza deforme, para tratar de ensamblarla donde no cabe, donde no debe, pero sí puede. Superchería o el ingenio del mexicano, que le llaman. Tapar hoyos, destapando otros. O, a falta de porcelana, barro.

Este sábado, México encara a Arabia Saudita. Cuartos de Final de la Copa Oro, a sabiendas que el gran cometido es llegar a la Final y ganarla, porque está en su universo, en ese espacio surrealista de la Concacaf, que Joao Havelange y Joseph Blatter, bautizaron como el Tercer Mundo del Futbol mundial.

Sí, tan tercermundista, sin duda, que organiza más Copas del Mundo (cuatro: México ‘70, México ’86, EEUU ’94 y Norteamérica 2026) que cualquier otra Confederación, a excepción de la UEFA, y con una menos que Conmebol (Uruguay ‘30, Brasil ‘50, Chile ‘62, Argentina ‘78, Brasil 2014), pero, sí, el pero, sin haber besado ninguno de esos trofeos.

Así, en ese contorno de los desarrapados futboleros, México encara, consistentemente, la obligación de ganar la Copa Oro, toda vez que la Concacaf encontró la manera de esclavizarlo a su región a pesar del intento de fuga hacia la Conmebol a invitación directa de Julio Grondona. Pero, tal vez quien ha sido parcialmente sincero sobre la segregación del Tri en Sudamérica ha sido Yon de Luisa, aunque nunca reveló los pecados ocultos bajo la alfombra del Salón Oval de Televisa.

“Demasiados intereses de por medio”, dijo Yon.

Para esta Copa Oro, Javier Aguirre se vistió con la bata blanca y montó su laboratorio. La idea, continuar con los experimentos después de conquistar la Nations League 2025. Despacio que llevo prisa, parafraseando a Benito Pérez Galdós, es como se conduce El Vasco ante ese rompecabezas incompleto y con la paciencia estoica de un daltónico.

Con Estados Unidos debilitado por ausencias provocadas por el Mundial de Clubes y el hedonismo de su presunto líder, Christian Pulisic, y con Canadá también sin jugadores clave (Davies, Osorio, Eustaquio), México tendrá un sinodal tan conocido como complejo, como deberá serlo Panamá en Semifinales, mientras la guerra encarnizada se desata en la otra ruta: Canadá es favorito ante Honduras, y Costa Rica pretenderá sorprender a Estados Unidos.

“Me valen m… las críticas…”, lo dejó en claro Javier Aguirre desde sus primeros escarceos para llegar por tercera ocasión a dirigir al Tri, con el entonces mandamás de la FMF, y hoy el Maquiavelo futbolero en DAZN, Juan Carlos "La Bomba" Rodríguez. Por eso, hoy ensaya por convicción, pero también por desesperación. Y a veces por presión de su propio cuerpo técnico, empezando por Rafa Márquez y siguiendo con Toni Amor.

Pero si bien al Vasco le “valen m… las críticas”, ciertamente no le valen m… las crisis. Y hoy tiene algunas por resolver.

1- Nunca la portería de la Selección Mexicana había estado tan frágil como en estos momentos. Al interior del Tri se habla que Javier Aguirre podrá mantener a Luis Malagón como arquero titular hasta el Mundial, y entonces, como en Sudáfrica 2010, inclinarse, contra viento y marea por Guillermo Ochoa, como en aquel entonces lo hizo por Óscar Conejo Pérez.

2- Carriles convertidos en autopistas. El lateral derecho es vía libre. Los intentos con Jorge Sánchez e Israel Reyes han sido lamentables, y Julián Araujo ni siquiera a la banca ha sido llamado, además de su irregularidad con el Bournemouth, en parte por una lesión en los isquiotibiales, pero para el Vasco no es ni opción. La esperanza para el Tri es que a Rodrigo Huescas no se le vuelva a ocurrir manejar en Copenhague. Por izquierda, Mateo Chávez puso a temblar a Jesús Gallardo y serenó al cuerpo técnico.

3- Carambolas defensivas. ¿Edson Álvarez en la línea defensiva y acompañado de Johan Vásquez, ante los recurrentes errores de César Montes? El problema sería la contención. Además, que Edson se ha vuelto hombre peligroso en el área -con los socios correctos-. Luis Chávez dio ante Costa Rica su mejor partido en muchos años, pero no es el candado correcto. ¿Charly Rodríguez? Irregular, otra vez, como siempre. Erik Lira es el único confiable tras la fantástica evolución con Cruz Azul.

4- Fórmulas de ataque. México ha ensayado con Raúl y Santi. Pero, la mejor expresión ha sido con Raúl como bayoneta ante los ticos, pero se encontró con un portentoso Keylor Navas. La posición que pretende inventarle Aguirre a Giménez, sin duda, la debe desarrollar mejor Julián Quiñones. Es el complemento idóneo de Jiménez.

5- ¿Y el resto? Llegó a pensarse que serían el "Chino" Huerta y diez más con el Tri de Aguirre. Algo debió ocurrir para que el atacante del Anderlecht figure sólo como suplente, cuando su rendimiento debería y podría ser superior al de Orbelín Pineda o al del "Piojo" Alvarado, quien, ante los ticos, pareció salir del letargo tras aquel barreno que tiró a la sala de prensa de Chivas. Marcel Ruiz y Alexis Vega deben contar con libertades similares a las que tienen en Toluca, pero el esquema de marca y recuperación de Aguirre, no se los permite.

6- Los agregados. Hay piezas que debe empezar a utilizar consistentemente Aguirre, para beneficio propio, pero especialmente de Rafa Márquez, si es que en verdad asume el proyecto para el 2030. Gilberto Mora, Hugo Camberos y Elías Montiel, ya deben ser consistentes en los llamados futuros de México. El primero ya está ahí, el segundo andaba con la versión de menores, y Montiel en el Mundial de Clubes, con un partidazo ante el Real Madrid, entre el bochorno del Pachuca.

Arabia Saudita no debe revestir complejidades. Un rival que selló la crisis heredada por Gerardo Martino en el Mundial de Qatar, y que debió significar el punto de redención para el futbol mexicano, cuando se prometió entonces restablecer ascenso y descenso, acabar con la Multipropiedad, y una larga lista de promesas, y, sin embargo, dos años y medio después, nada sigue igual, pero porque todo está peor.

Pero, por eso, Javier Aguirre puede ampararse sin duda en el “me valen m… las críticas”, pero sabe que no le pueden valer madre las crisis, la cual de por sí ya vive, y no necesariamente por su culpa, y que sólo puede agravarse si no consigue ganar esta Copa Oro, la joya falsa del tercermundismo de la Concacaf.