LEÓN -- Diego Costa vuelve al ataque. El delantero del Chelsea tendrá una nueva oportunidad de ganarse el puesto con la selección española en el encuentro ante Liechtenstein, el primero en la clasificación rumbo al Mundial 2018 para España, que se disputará este lunes en León.
Hace dos años que el atacante no marca España, desde que anotó su hasta ahora único gol con la Roja en la victoria por 0-4 sobre Luxemburgo en octubre de 2014. Fue, entonces, un alivio para el atacante, que después de seis meses y un desilusionante Mundial, no había podido estrenarse con su selección.
Después vinieron constantes las bajas por lesión y la tensión entre su entonces técnico José Mourinho y el antiguo seleccionador, Vicente del Bosque, que en gran medida provocaron que se quedara fuera de la selección que disputó la Eurocopa.
Pero ha llegado Lopetegui y lo ha traído de vuelta en más de un sentido. Desde que hizo pública su convocatoria, el entrenador español fue insistente en que se lo había ganado por un "gran comienzo de temporada" con el Chelsea, en el que ha registrado dos goles y una asistencia en tres partidos.
Costa dio la asistencia a David Silva para el 0-1 parcial en una de esas jugadas letales iniciadas desde tres cuartos de cancha que hace mucho no se le veían a España. Diego se vio, sobre todo, cómodo y contento. Pero no pudo contener lo que tenía guardado. "Si jugara en el Madrid o en el Barça y fuese español natural se diría que cambié el partido", vino a soltar en cuanto acabó el encuentro.
Pero para Lopetegui, en sus primeros días, no cabe la polémica externa en torno a sus hombres; no cupo en su elección de porteros que no están y menos en jugadores de campo que sí.
"Yo vi súper motivados a todos, no sólo a Diego. A partir de ahí, lo que dijo o no dijo, no tiene importancia. Le damos importancia a lo que hizo en el campo. Es un chaval fantástico que entrena fenomenal y lo queremos como es", dijo Lopetegui.
El ambiente que ha generado Lopetegui en la selección en estos días hace a los jugadores sentirse "cómodos", incluso a los que en este nuevo ciclo realizan labores diferentes, como David Silva, que ha emergido como uno de los hombres “importantes” del equipo español y fue la gran figura en el encuentro de media semana.
"Cada jugador se siente importante; yo me he sentido importante desde el día que llegué", comentó el canario, quien ha disputado ya 104 partidos con la Roja.
"La verdad estoy jugando (con Lopetegui) mucho más en el centro, tengo que ayudar en la salida en balón y sacrificarme en defensa. Antes estaba más en la banda y no podía trabajar en los dos sentidos. Estoy muy a gusto", dijo Silva.
Pero el encuentro que disputarán este lunes será completamente diferente al de Bruselas; se espera un rival encerrado en su campo que ceda toda la iniciativa a los locales, dada la situación de Liechteinstein, un equipo limitado en comparación a España. Como lo fue, precisamente, Luxemburgo en aquel estreno de Costa ante la portería.
"Será un equipo replegado pero no es la primera vez que nos encontramos con eso"dijo Silva.