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Inglaterra obligó a España a poner los pies en la tierra y tendrá consecuencias. Luis Enrique tomó nota de una “malísima” primera mitad del encuentro frente a Inglaterra en la que España se fue al vestidor perdiendo por 0-3, por primera vez en suelo ibérico en un partido oficial, y que acabó en una derrota por 2-3. Un primer tiempo “regalado”, según reconocieron sus jugadores casi a coro; solo Dani Ceballos fue un poco más allá admitiendo que “fue un poco desastre”. “Sabíamos que si nos hacían daño iba a ser a la contra y los tres goles fueron así. Legaron tres veces y nos metieron tres”, lamentó el lateral diestro Jonny Otto tras el que fue apenas su segundo partido como internacional. La derrota infligió un duro golpe en sus planes. La victoria clasificaba a España a la ronda final con una jornada por delante. En su lugar, tendrá que ir a Zageb en noviembre para ganarse el pase frente a Croacia. Y el ánimo de los aficionados españoles en torno a la selección, que con sólo tres triunfos se veían ya con boleto en mano. La era Luis Enrique había comenzado de una manera inmejorable; con victorias importantes en todos los aspectos – deportivo, anímico y simbólico. Después de un tumultuoso y decepcionante Mundial, la primera en Wembley (1-2), adonde hacía décadas que no ganaban, la segunda por goleada (6-0) a un finalista de la Copa del Mundo. El triunfo del jueves sobre Gales (1-4) no hizo más que alimentar el optimismo que rodeaba a la Roja. Pero Luis Enrique no dejaba de advertir que su equipo no podía pecar de exceso de confianza pues había ido a caer a un “grupo muy difícil”. Lo comprobó en Sevilla. Su primera derrota exhibió las carencias que incluso el técnico había reconocido tener apenas tomó las riendas del equipo. “Hay que mejorar muchas cosas”, dijo durante su presentación a mediados de julio. También que había que “dar una vuelta de tuerca”. Evolucionar. Esa “evolución” en el juego de España sufrió un retroceso ante Inglaterra. Otra vez ganó la posesión del balón (73 por ciento). En el segundo tiempo buscó volver a la vida hasta el cansancio para acabar con un registro de 23 remates, aunque sólo cinco a puerta. En cambio, cedieron en los únicos tres remates a puerta del rival, tal y como lo describió el defensa del Wolverhampton. Todo por tres errores defensivos. Mala colocación de los centrales o entregas absurdas en zonas comprometidas que exhibieron a la zaga. Verse abajo en el marcador partió al equipo y no fue hasta la segunda parte, en que aparecieron Paco Alcácer y Ceballos, que España mejoró. Luis Enrique no ha dejado pasar el momento para lanzar una advertencia: “La próxima lista será interesante; hay jugadores que me gustaron mucho”, señaló, con media sonrisa, a la televisión española. Luis Enrique ya había adelantado que tenía una lista de 70 jugadores, y si en esta ocasión hubo varios cambios obligados por lesión de algunos fijos, en la próxima serán deliberados. Luis Enrique no se casa con nadie. Solo tres hombres han salido de inicio en los cuatro partidos disputados hasta el momento: De Gea, Ramos y Saúl. Difícilmente castigará por un mal partido a los que empiezan a establecerse como sus pilares. Pero ha servido de llamada de atención. Destaca que Luis Enrique repitió a la pareja de centrales que había utilizado en los partidos oficiales; Nacho y Ramos. Mientras Marcos Alonso ocupó el puesto en el lateral zurdo y Jonny reemplazó al lesionado Dani Carvajal en la derecha. Ninguno de los tres estuvo a la altura y al menos Nacho, queda en una posición comprometida, pues no pasa por desapercibido que el técnico está buscando a la pareja ideal para Ramos. En su primer convocatoria incluyó a Diego Llorente a pesar de estar lesionado para que se fuera familiarizando con el trabajo. En el amistoso frente a Gales, probó en el primer tiempo a Albiol, y el segundo con Bartra. No sería descabellado que al menos el del Betis ganara enteros en esa competencia. Para la izquierda tiene otra opción en Gayá. Y en Jordi Alba, pero la relación parece, de momento, irreparable. A este punto, sería una gran sorpresa que le devolviera la condición de internacional. En ataque, el hombre que mejor soluciones le ha aportado ha sido Paco Alcácer, a quien había dejado fuera en su primer llamado. El atacante marcó tres goles en dos partidos; en el segundo, con solo media hora disputada. Para cuando llegue la convocatoria de noviembre, para ir a jugárselo todo a Zagreb, ya no habrá un ambiente eufórico alrededor. Y más de uno se llevará una sorpresa al verse fuera por lo ocurrido en el Villamarín. Consecuencias, pues.
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