Se cumplen 50 años del comienzo de la Copa del Mundo de México 1970, en la que Pelé y Brasil mostraron un fútbol de excelencia y en la que Perú hizo una campaña que es recordada como la mejor de todos los tiempos para el fútbol de ese país.
La generación que disputó el Mundial 70 es valorada como la más representativa de la historia de Perú por los resultados y el juego conseguido en la década del setenta. Estos son los hombres que llevaron a la Blanquirroja a la cima.
LUIS RUBIÑOS (jugó los 4 partidos del Mundial)
El arquero titular de la Selección peruana en México llegó en el momento cumbre de su carrera al Mundial. Debutó como profesional en 1961 en Sporting Cristal y solo dos años más tarde llegó al equipo nacional. Jugó la mayor parte de su vida en el cuadro celeste, donde ganó 4 títulos. También tuvo pasos por Defensor Lima, Universitario (fue campeón en 1974) y Carlos Manucci. Se retiró a los 45 años en San Agustín.
ELOY CAMPOS (2 partidos)
Titular en el debut ante Bulgaria y frente a Brasil en cuartos de final, el lateral derecho hizo casi toda su carrera en Cristal y se retiró a los 35 años en Cienciano. Logró 4 campeonatos nacionales y es reconocido como uno de los mejores defensores peruanos de la historia. Fue entrenador de varios equipos en los setenta y ochenta, entre los que se destacana Cristal, Sport Boys y Atlético Torino.
ORLANDO DE LA TORRE (3 partidos)
Compañero histórico de defensa de Campos, Chito jugó 13 años en Cristal, para luego partir a Barcelona de Guayaquil. Al final de su carrera vistió las camisetas de Sport Boys, Atlético Chalaco y Juan Aurich. En el equipo rimense fue campeón en cuatro ocasiones.
HÉCTOR CHUMPITAZ (4 partidos, un gol)
El capitán de aquel seleccionado peruano es reconocido como uno de los mejores zagueros sudamericanos de todos los tiempos. Símbolo inmortal del fútbol nacional, Chumpi fue ídolo de Universitario y de Cristal. Debutó en Unidad Vecinal Nº 3 y luego pasó a Deportivo Municipal antes de firmar en la U, donde ganó 5 títulos. Tras dos temporadas en Atlas de México volvió a Perú para jugar en Cristal y sumar 3 campeonatos más. Con la Selección se coronó en la Copa América 1975 y jugó el Mundial 1978. Tuvo una corta carrera como director técnico.
NICOLÁS FUENTES (4 partidos)
Compañero de Chumpitaz en la defensa de Universitario y de la Selección, el oriundo de Callao tuvo la dura tarea de marcar a Pelé en la Copa del Mundo. Hizo su debut en Atlético Chalaco y en 1964 pasó a la U. Allí ganó 4 torneos y luego regresó a Chalaco. Se retiró a los 33 años en Cristal. Falleció en 2015, a los 74 años.
RAMÓN MIFLIN (4 partidos)
El cabezón comenzó su carrera Centro Iqueño y, tras un paso por Defensor Arica llegó a Cristal, donde se ganó su nombre. Fue figura de los campeonatos ganados en 1968, 1970 y 1972, lo que le valió ser considerado por Racing, uno de los grandes de Argentina. Luego se reencontró con Pelé en New York Cosmos (integró el equipo ideal del campeonato en 1976) y también tuvo un paso por Los Angeles Aztecs. Regresó a Cristal en 1979 y se retiró en Santa Fe de Colombia.
ROBERTO CHALE (4 partidos, un gol)
Uno de los mediocampistas más inteligentes del mundo en su tiempo. Debutó en Centro Iqueño y en 1966 llegó a Universitario, el club de su vida. Allí ganó tres títulos, a los que le sumó uno más con Defensor Lima. También pasó por Sport Boys, Cristal y Universidad Católica de Ecuador. Tras su retiro como futbolista, hizo una larga carrera como técnico. Ganó cinco campeonatos con la U (entre cortos y largos) y ascendió con Defensor Lima en 1988. Incluso tuvo una corta experiencia como DT de la Selección en 1985.
JULIO BAYLÓN (2 partidos)
Puntero derecho de una impresionante velocidad, el oriundo de Nazca fue uno de los primeros peruanos en destacarse en el fútbol europeo. Surgió de Alianza Lima, donde ganó el título de 1965 antes de ser transferido a Fortuna Colonia de Alemania en 1973. Allí también jugó en FC Homburg y se retiró Rochester Lancers de Estados Unidos. Falleció a los 53 años.
TEÓFILO CUBILLAS (4 partidos, 5 goles)
El máximo símbolo de la historia del fútbol peruano. No hay mucho más que decir. Con un talento prodigioso, marcó el paso del fútbol sudamericano en los setenta. Se hizo leyenda en Alianza Lima y en 1973 partió a Europa para jugar en Basel de Suiza y Porto de Portugal. En 1977 regresó a Alianza para ser campeón y luego jugó cinco temporadas en Fort Lauderdale Strikers de Estados Unidos. Se retiró A los 39 años en el cuadro íntimo. Fue el más joven del plantel peruano en México, con 21 años, y se quedó con el botín de bronce y el premio al mejor futbolista menor de 23 años. Es uno de los pocos futbolistas que marcó diez o más goles en Mundiales y el segundo mediocampista con más anotaciones después de Zico. También ganó la Copa América 1975.
ALBERTO GALLARDO (4 partidos, dos goles)
Veloz como pocos delanteros de su época, comenzó su carrera en Mariscal Castilla y luego pasó a Sporting Cristal, donde brilló y despertó el interés de AC Milan. Allí jugó 15 partidos y luego fue transferido a Cagliari. Más tarde jugó una temporada y fue campeón en Palmeiras para después regresar a Cristal y ganar tres títulos más. Marcó uno de los tantos del histórico partido mundialista frente a Brasil y también anotó el primer gol del torneo frente a Bulgaria. Tras su retiro, tuvo una buena campaña como entrenador. Falleció en 2001.
PEDRO PABLO LEÓN (4 partidos)
El mejor centrodelantero de la historia del fútbol peruano hasta la aparición de Paolo Guerrero, que ahora puede competirle. Fue clave al marcar el gol de la victoria en Lima contra Argentina en las Eliminatorias. Símbolo de Alianza Lima, allí ganó tres títulos nacionales. También tuvo pasos por Juan Aurich, Unión Tumán, Municipal, Barcelona de Guayaquil y Deportivo Galicia de Venezuela. Falleció hace pocos días, a los 76 años.
HUGO SOTIL (4 partidos)
El Cholo fue el jugador número doce del equipo de Didí, ya que fue titular en dos partidos e ingresó en los otros dos. A la sombra de Teófilo, es otro de los más grandes exponentes del fútbol peruano. Llegó a México con 22 años, tras brillar en Deportivo Municipal. En 1973 pasó a Barcelona en uno de los pases más trascendentes de la historia para un jugador de Perú. Tuvo una buena trayectoria en el equipo catalán y en 1977 volvió al país para jugar en Alianza Lima. Tras un paso por DIM, regresó a Municipal en 1980. Ganó la Copa América 1975 en la que fue gran figura y también fue campeón con Alianza y con Barça. El Cholo fue considerado uno de los mejores delanteros del mundo en la década del setenta.
RUBÉN CORREA (sin participación)
Uno de los dos arqueros suplentes de Rubiños inició su carrera en Atlético Lusitania, luego tuvo un paso por Sporting Cristal y en 1963 llegó a Universitario, donde se afianzó como titular y ganó 5 títulos. Se retiró en Defensor Lima.
JESÚS GOYZUETA (sin participación)
El otro guardavallas del plantel. Comenzó en Mariscal Sucre y entre 1970 y 1972 fuec compañero de Correa en Universitario. También jugó en Juan Aurich, Unión Tumán, Veracruz de México, Sonsonate de El Salvador y Valencia de Venezuela. Ganó un título con la U.
JOSÉ FERNÁNDEZ (1 partido)
Titular contra Brasil en el duelo de cuartos de final, el defensor nacido en San Vicente de Cañete hizo casi toda su carrera en Universitario de Deportes. Allí ganó 7 títulos peruanos. También vistió las camisetas de Association Chorrillos y Defensor Lima, el club de su retiro. Tuvo una larga carrera como entrenador, que incluye pasos por la U, por Cristal y por la Selección nacional.
FÉLIX SALINAS (sin participación)
Uno de los dos hombres de campo que no jugaron ni un minuto. Debutó en Centro Iqueño y en 1966 llegó a Universitario, donde ganó 4 campeonatos. Se retiró en el fútbol mexicano, donde jugó en Puebla y Zacatepec.
PEDRO GONZÁLEZ (2 partidos)
Otro jugador legendario de Universitario, el club en el que consiguió 4 de los 5 títulos de su carrera (el otro fue en Defensor Lima). Allí fue uno de los que hicieron posible la hazaña de las victorias sobre River Plate y Racing en Buenos Aires en 1967. En México, jugó los partidos frente a Marruecos y Alemania Federal. Se retiró con la camiseta de Sport Boys.
LUIS CRUZADO (2 partidos)
Un mediocampista con gran capacidad para defender y también para ir al ataque. Jugó casi toda su carrera en Universitario y ganó 7 campeonatos. En México ingresó desde el banco de suplentes frente a Marruecos y Alemania Federal. Tras su retiro, se desempeñó como director técnico.
JAVIER GONZÁLES (1 partido)
Símbolo de Sport Boys, comenzó su carrera en Unión Callao y luego pasó al cuadro rosado. También jugó en Association Chorrillos y se retiró en Alianza Lima. Su único partido en México fue el primero ante Bulgaria, en el que reemplazó al lesionado Eloy Campos. Falleció en 2018.
OSWALDO RAMÍREZ (2 partidos)
Fue el gran héroe de la clasificación con sus dos goles a Argentina en la Bombonera en 1969, el mismo año de su debut internacional. Debutó en Sport Boys y luego pasó a Universitario. Tras dos temporadas en Atlético Español de México, regresó a Perú para jugar cinco años más en Sporting Cristal. Ganó 4 títulos peruanos y también se coronó en la Copa América 1975. Fue dos veces máximo goleador de la Copa Libertadores.
ELADIO REYES (1 partido)
Es ídolo de Juan Aurich, pese a que surgió de Alianza Lima y también jugó en Defensor Lima, Municipal, Cienciano, Unión Huaral, Deportivo Cali de Colombia, Veracruz de México y Deportivo Galicia de Venezuela. Su única participación en el Mundial fue contra Brasil, tras reemplazar a León en el segundo tiempo.
JOSÉ DEL CASTILLO (sin participación)
El otro hombre de campo que no vio acción. Tras surgir de Centro Iqueño, jugó casi toda su carrera en Sporting Cristal donde ganó 4 títulos. Se retiró en Veracruz y luego tuvo una carrera como entrenador.
DIDÍ (entrenador)
Quizás, el más grande jugador extranjero que jugó y dirigió en Perú. Terminó de formar el estilo peruano y fue fundamental para la mejor generación de la historia. Hizo su debut como DT en Sporting Cristal, donde había brillado como jugador. Bicampeón mundial con Brasil en 1958 y 1962, también jugó en Real Madrid. Solo dirigió al seleccionado entre 1968 y 1970, pero fue suficiente para convertirse en un prócer de la Blanquirroja.