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A 90 años del comienzo de la primera Copa del Mundo en Uruguay

El 13 de julio de 1930, Uruguay, vigente bicampeón olímpico de fútbol por entonces, vio nacer en sus tierras al mayor certamen del deporte rey. Las negociaciones que debió superar el presidente de la FIFA, Jules Rimet, para la creación de la Copa del Mundo fueron tan arduas y extensas como el viaje en vapor que realizaron las delegaciones europeas (y el preciado trofeo) hacia Montevideo.

La designación de Uruguay como sede tuvo grandes opositores, y muchos países europeos impusieron un boicot a la competición y no asistieron al primer Mundial. Además de su inmenso prestigio deportivo, producto de las victorias en Colombes y Ámsterdam, Uruguay se ofreció a cubrir los gastos de viaje de los países que llegaran al Río de la Plata para disputar la Copa, lo que inclinó la balanza a su favor. La celebración de los 100 años de la Jura de la Constitución en ese 1930 era otro motivo particular que impulsaba el deseo uruguayo de ser la primera sede.

Finalmente, 13 países confirmaron su presencia en la copa. Para la cita se había encargado la construcción del estadio Centenario y se pensaba disputar allí todos los partidos, pero las obras no fueron terminadas a tiempo, por lo que hubo que buscar un plan B. El día 13 se jugaron dos partidos de forma simultánea a las tres de la tarde: Estados Unidos vs Bélgica en el Gran Parque Central, propiedad de Nacional; y Francia vs México en el estadio de Pocitos, hogar de Peñarol por esas épocas.

El primer gol de la historia de la Copa del Mundo llegó en este último escenario, obra del francés Lucien Laurent, a los 19’ del partido, que terminó 4 a 1 a favor de los galos. Hoy en día, este escenario ya no existe, pero se pueden visitar dos monumentos instalados en donde se encontraban el arco del gol y el círculo central, en la calle Coronel Alegre y Charrúa, en Pocitos. Laurent dijo en una entrevista con el diario inglés The Independent en 1989 que su gol no había sido “nada especial”, y que simplemente remató de volea un centro que vino desde la derecha. “Por aquellas épocas no podría haber imaginado la importancia que el gol iba a tener. No sabíamos que la Copa del Mundo iba a perdurar. Recuerdo que cuando volví a casa solo había una pequeña mención al hecho en uno de los periódicos. El fútbol estaba en su niñez”, reconoció Laurent, que falleció en 2005. El partido del Gran Parque Central fue favorable a Estados Unidos por 3 a 0, y el primer tanto llegó apenas unos minutos después del de Laurent, cuando Bart McGhee puso el 1 a 0 a los 23’.

Al realizar el lanzamiento del torneo en estos estadios, se desistió de hacer una ceremonia inaugural allí y se esperó al debut uruguayo. Este se dio en el Centenario cinco días más tarde, el 18 de julio de 1930 cuando, coincidiendo con el centenario de la Jura de la Constitución, la Celeste venció por 1 a 0 a Perú. Paradójicamente, al momento de realizada la ceremonia inaugural, ya se habían disputado ocho partidos del torneo.