La Selección Uruguaya empató sin goles ante ante Venezuela en Caracas por las Eliminatorias, y una de las principales carencias que mostró el equipo dirigido por Oscar Washington Tabárez fue la escasa gestación de juego en la zona media.
Con Torreira como volante tapón, y con Valverde y Vecino como mediocampistas mixtos, el equipo dirigido por Oscar Washington Tabárez cumplió con una aceptable tarea a la hora de contener a su rival, pero careció de despliegue, precisión y dinámica a la hora de construir en ataque y generar juego con los delanteros.
En el complemento cambió la composición del mediocampo y pasó a jugar con 5 volantes, con Torreira como eje, con Valverde y Nández a los costados y con Viña y Giovanni González como carrileros. La variante de sistema y de nombres no modificó el resultado final, ya que el equipo se reiteró en tediosos pases laterales sin ninguna profundidad, y únicamente el despliegue de Viña rompiendo líneas logró sacudir la monotonía de una zona media que no pudo alimentar a los futbolistas de ataque.
Sin remates de media distancia, sin éxito en los pases entre líneas, sin juego vertical y sin combinaciones que generen superioridad numérica, Uruguay se transformó en un equipo lento, anunciado y aburrido.
En un sector de la cancha donde la celeste cuenta con una gran diversidad de opciones de calidad, Tabárez no encuentra respuestas.