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EFE 3y

Cruce en redes sociales entre Boris Johnson y ministro de Hungría por insultos racistas en Budapest

Las agresiones verbales que recibió la 'Selección de la Rosa', principalmente Raheem Sterling, escalaron hasta lo más alto en la política de ambos países

El primer ministro británico, Boris Johnson, calificó este viernes de "completamente inaceptables" los insultos racistas que recibieron anoche los jugadores de la selección inglesa en el partido frente a Hungría.

En su cuenta de Twitter, Johnson pidió a la FIFA que tome "fuertes medidas" ante estos ataques, después de que se escuchasen cantos imitando a monos contra Raheem Sterling y Jude Bellingham.

"Es completamente inaceptable que los jugadores de Inglaterra recibieran anoche abusos racistas en Hungría. Insto a la FIFA a que actúe con fuerza contra los responsables para asegurar que este tipo de vergonzoso comportamiento es erradicado del juego para siempre", escribió el jefe de Gobierno.

Por su parte, la federación inglesa de fútbol señaló este viernes que es "decepcionante" lo ocurrido anoche en Hungría, en el partido para la clasificación del Mundial de 2022.

La federación informó, además, que pidió a la FIFA que investigue los ataques contra los jugadores ingleses.

BUDAPEST ACUSA A JOHNSON DE "DOBLE MORAL"

Más tarde el ministro de Exteriores de Hungría, Péter Szijjártó, acusó Boris Johnson, de actuar con "doble moral" al criticar los insultos racistas que recibieron anoche jugadores de la selección inglesa en Budapest.

"Puedo decir sin exagerar que Boris Johnson y yo tenemos una relación amistosa (...) Con todo el respeto que el primer ministro merece, digo que en un tema tan serio la doble moral debería abandonarse", declaró el jefe de la diplomacia magiar en un breve vídeo publicado en la red social Facebook.

Szijjártó recordó que en la reciente final de la Eurocopa disputada en Londres entre Inglaterra e Italia (2-3) "el himno italiano fue casi inaudible, debido a que los hinchas ingleses silbaron tan fuerte".

El motivo del altercado entre Londres y Budapest se originó en el encuentro entre las selecciones de Hungría e Inglaterra correspondiente a la cuarta jornada del grupo I de clasificación europeo del Mundial 2022.

Inglaterra venció a Hungría (0-4) en el estadio Puskás Aréna de Budapest, donde una parte del público insultó a varios jugadores ingleses, principalmente el autor del primer gol, Sterling, hacia quien arrojaron diferentes objetos, como vasos de plástico.

Ya antes del inicio del partido, una parte del público local reaccionó con pitidos cuando los miembros de la selección inglesa se arrodillaron en un gesto contra la exclusión y el racismo.

Szijjártó ni siquiera mencionó los insultos racistas en su reacción a los comentarios del jefe del Gobierno británico, como tampoco lo ha hecho la Federación Húngara de Fútbol (MLSZ), que en un comunicado prometió castigar a los "que perturbaron el orden".

"La gran mayoría de los 60.000 aficionados que estuvieron en la Puskás Aréna ha animado a la selección húngara siguiendo las normas del 'fair play' (juego limpio) también cuando la selección estaba perdiendo", subrayó la MLSZ.

La federación afirmó que se están identificando los aficionados "que han entrado en la cancha y que arrojaron granadas de luz y vasos", con el fin de denunciarlos a la policía.

"Al final del procedimiento enfrentarán una prohibición de visitar eventos deportivos por un periodo de dos años", prometió la MLSZ.

Hungría ya fue castigada por la UEFA a dos partidos sin público por comportamiento racista de aficionados en los partidos de la Eurocopa que la selección magiar jugó en Budapest contra Portugal y Francia.

La FIFA ha prometido abrir una investigación de estos incidentes y podría sancionar a Hungría con más partidos a puerta cerrada.

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