Fútbol Americano
Ryan O'Hanlon 1y

Por qué se quedarán los favoritos para ganar el Mundial, como Argentina y Francia, sin alzar la Copa en Qatar

Hasta ahora, es más fácil hacer una lista de las selecciones que no están en medio de alguna suerte de crisis premundialista. Olvídense de la prescindible derrota del combinado nacional de Estados Unidos ante Japón; después de todo, parece que la mayoría de los favoritos para llegar lejos en el torneo experimentan sus propias crisis.

Esta es la naturaleza del fútbol internacional. Si bien las federaciones no necesariamente tienen que preocuparse por perder figuras que se irán a equipos más ricos, tampoco pueden ir a firmar a quien quieran. Los seleccionadores sólo pueden elegir un grupo a partir de una colección de jugadores en su mayoría al azar y que, según las normas de la FIFA, son ciudadanos de ese país y que también demuestren tener un "vínculo genuino" con dicha nación. Eso conduce a la formación de grupos de jugadores desiguales (no puedes hacer nada si tus cuatro mejores jugadores son todos laterales derechos), lo que teóricamente requiere un mayor grado de sofisticación táctica por parte del técnico para que todo funcione.

Excepto que, en su mayoría, los mejores entrenadores ya no dirigen selecciones porque los sueldos no son tan atractivos. Y si siguieran entrenando selecciones, no podrían implementar los planes tácticos apropiados, porque sus planteles están cambiando constantemente y los equipos entrenan juntos durante unas pocas semanas al año.

Dependiendo de cómo quieran verlo, éste es el encanto o la perdición del fútbol internacional: Todos tienen profundos defectos, incluyendo las nueve favoritas para alzar el trofeo en Qatar. Por ello, hacemos un repaso de cada una de estas selecciones y sus problemas más agudos, en orden ascendiente según la probabilidad que manejan las casas de apuestas para que se lleven la Copa este diciembre.


Países Bajos: Todo muy bien... pero ¿quién marcará los goles? (+1400 para ganar, según Ceasars Sportsbook)

La selección de Holanda ha estado encendida luego de caer ante la República Checa de forma hilarante y vergonzosa en octavos de final de la Eurocopa del verano pasado. Después de reemplazar a Frank De Boer con Louis Van Gaal en la dirección técnica, "la Naranja Mecánica" no ha conocido la derrota, mejorando su rating elo más que cualquier otro seleccionado dentro de los 15 primeros. De hecho, son la selección europea mejor ubicada en los ratings elo, que premian o castigan a los equipos con cierta cantidad de puntos basándose en el resultado de cada partido, la calidad del oponente y nivel de competitividad.

El buen momento holandés tampoco es producto de rachas fugaces, ya que cuentan con el tercer mejor diferencial de xG entre los equipos a los que les hacemos seguimiento desde el verano pasado. Asimismo, tienen un grupo mundialista bastante accesible (la anfitriona Qatar, junto con Senegal y Ecuador), aparte de encontrarse con un grupo relativamente cómodo en octavos de final: Inglaterra, Estados Unidos, Gales o Irán.

¿Qué es lo que no les gusta?

En el pasado, el problema para el seleccionado neerlandés es que han tenido demasiado atacantes para ubicar en la cancha: Ruud van Nistelrooy, Rafael Van Der Vaart, Robin Van Persie, Dirk Kuyt, Klaas-Jan Hunterlaar, etcétera. Actualmente, son increíblemente dependientes de Memphis Depay quien, para ser justos, ha estado absolutamente encendido desde la llegada de LVG, marcando 13 goles y asistiendo para cinco más en 11 partidos. Es líder de su selección en goles, asistencias, remates y oportunidades creadas.

Con opciones inexpertas (Cody Gakpo) o poco inspiradoras (Steven Bergwijn) a su lado, ¿podrá Memphis cargar con el ataque de su selección hasta la final del Mundial?


Belgica: No pueden defender (+1200)

Probablemente estén familiarizados con la idea de que "la defensiva gana campeonatos" presente en prácticamente todos los deportes, y eso también ha sido cierto en el Mundial: el equipo que gana no es precisamente el que acaba con todos en la cancha. No: es el que mantiene todos los encuentros reñidos y consigue las victorias ejecutando en los momentos decisivos y consiguiendo los rebotes adecuados.

Lo que presupone la Bélgica de Roberto Martínez es: "¿Y si todos se equivocan?"

Si bien no estoy totalmente en desacuerdo con esa tesis (que los equipos con mentalidad defensiva ganen no significa que jugar a la defensiva te ayude a tener mayores probabilidades de ganar), Martínez no ha encontrado la solución correcta. Todos los nueve favoritos han jugado entre 11 y 13 partidos competitivos desde el cierre de todas las competiciones continentales del verano pasado, según los datos de Stats Perform. La selección de Bélgica ha permitido 1.2 goles esperados por partido, mientras que ninguno de los ocho restantes supera 0.9. Han tolerado 19.2 toques en el área, mientras que ninguno de los ocho restantes ha permitido más de 14.1.

Tampoco es que sea esa extraña selección que presiona. No conceden porque llevan demasiados jugadores hacia adelante. Sólo Francia tiene un promedio de presiones menor. ¿Entonces? Pues, quizás sus zagueros estén demasiado viejos. ¿Se acuerdan de Jan Vertonghen y Toby Alderweireld? Siguen siendo titulares en este plantel.


Portugal: Todo el, eh, tema con Cristiano (+1200)

En cuanto a una colección de talentos amplia y que cubra toda la cancha, es probable que Portugal se encuentre en mejor posición que el resto, con la excepción de Francia y quizás Inglaterra. Tienen al menos un jugador inicialista de uno de los mejores equipos del mundo en prácticamente todas las posiciones, excepto la de portero y... la de delantero.

Olvídense de todos los ajustes tácticos o intenciones de fichar exjugadores: el cambio más importante hecho por Erik Ten Hag al Manchester United fue poner a Cristiano Ronaldo de suplente. Si creen que los Red Devils son mejores este año, pues esa es la razón más importante, porque a sus 37 años la reputación de CR7 ya no se compara con su impacto en las victorias de su equipo.

Si bien Fernando Santos ha sido seleccionador de Portugal por ocho años y los condujo hasta conquistar su primer trofeo internacional, mantengo la creencia de que éste no cuenta con el poder u apoyo interno suficientes para sacar a Ronaldo del banquillo, en el que probablemente sea su último Mundial. Desde la Eurocopa del año pasado, Cristiano ha jugado más minutos competitivos que nadie con la selección de Portugal, incluyendo sus porteros. Adicionalmente, el propio Santos es uno de los técnicos más frustrantemente conservadores que existe.

Hay una versión de la selección de Portugal que despliega a sus equipos con todos sus atacantes dinámicos e intercambiables (Diogo Jota, Rafael Leao, Joao Felix) que también defienden desde adelante… y luego cierra la puerta al traer a Cristiano para los últimos 20 o 30 minutos del encuentro. Es poco probable que lleguemos a verlo.


Alemania: ¿Pueden vencer a un buen equipo? (+1000)

En el Mundial pasado, el seleccionado de Alemania intentó jugar como lo hicieron Liverpool y Manchester City en la previa temporada de la Premier League, presionando muy alto e inclinando fuertemente la cancha en contra de sus oponentes. Hicieron ambas cosas como las tenían planeadas, aunque no con tanta efectividad. Fueron despedazados cada vez que perdían el balón y no podían recuperarlo de inmediato. Esa filosofía táctica parecía, en una palabra, ingenua.

En la Eurocopa, optaron por una línea defensiva de tres para crear cierta solidez, experimentando resultados un poco mejores: una vergonzosa derrota ante Francia, la completa demolición de Portugal y un partido 50-50 contra Inglaterra que al final se redujo a que Thomas Muller fallara una incursión.

Después del torneo, la Federación Alemana sustituyó al veterano seleccionador Jogi Low con uno de los mejores técnicos del mundo: Hansi Flick, que llevó al Bayern Munich a alzar el trofeo de Champions League en 2020. Flick prefirió una arriesgada formación 4-2-3-1 con presión alta. Lo más notable es que nunca contó con un volante central tradicional, encargado de recuperar el balón. En gran medida, Flick ha trasladado esa misma filosofía a Die Mannschaft, ya que los partidos de la selección alemana tienen un promedio de 94 posesiones por equipo, mientras que el promedio entre dichos clubes es de 85. La presión alemana fue mucho más agresiva que los ocho favoritos restantes, ganando la posesión en el tercio final mucho más a menudo.

Este cambio los ha llevado a tener la mejor diferencia de xG entre todos estos equipos, pero eso puede ser engañoso. Destruyeron a todas las selecciones modestas contra las que jugaron en las eliminatorias mundialistas; pero su diferencia de xG en sus seis encuentros de Nations League contra Italia, Inglaterra y Hungria es efectivamente negativa.

La verdad es que Flick nunca tuvo que resolver problemas cuando era técnico del Bayern; pero cuando la competencia se pone difícil, sus ideas nunca han funcionado del todo con la selección alemana, al menos hasta ahora.


España: ¿Qué tan lento se puede ir antes de fracasar? (+800)

Mientras que Flick ha instituido en su selección la presión alta y movimiento constante que caracteriza a la Bundesliga, Luis Enrique ha hecho lo mismo con el estereotipo de su liga doméstica: la posesión muuuuuuy leeeeeentaaaaa.

Bueno, la verdad es que no la instituyó él. La última vez que vimos a España jugar un Mundial, estiraba el concepto de posesión hasta su punto de quiebre, mientras dominaban el balón contra Rusia de forma contundente, a pesar de crear muy poco y luego quedar eliminada a manos del anfitrión tras conceder un penal. Luis Enrique es, a mi criterio, el mejor técnico de este Mundial; y creí que España fue la mejor selección de la reciente Eurocopa. Presionaron y poseyeron de una forma mostrada por muy pocos seleccionados distintos al español, dominando a la eventual campeona Italia en la semifinal hasta perder en tanda de penales.

Sin embargo, desde entonces parecen haber vuelto a caer en el círculo vicioso de la posesión. Stats Perform ha registrado los datos de 198 selecciones que han disputado al menos un partido competitivo desde agosto del año pasado en varias categorías, tanto masculinas como femeninas. Entre todas esas selecciones, España ha subido el balón a un ritmo más lento (0.89 metros por segundo) que ninguna otra. Por ende, La Roja no ha tenido partidos realmente malos desde la Eurocopa, pero tampoco ha conseguido un triunfo contundente.


Argentina: Cuando hay demasiado positivismo (+700)

Los meses previos a prácticamente todos los Mundiales disputados por Lionel Messi se han asemejado a las páginas iniciales de una gran tragedia. La palabra "tragedia" aparece en algún pasaje del comienzo del relato; e independientemente de lo que uno quiera creer, se sabe que no terminará bien.

¿Pero esta vez? Se siente distinto.

Para iniciar, Messi finalmente se quitó esa pesada carga de "no ha ganado nada con su selección" de los hombros al ganar la Copa América del verano pasado. Adicionalmente, pues, ya no es considerado como la opción obvia a la hora de mencionar al mejor futbolista del mundo. La expectativa ya no radica en que el equipo de Messi debería ganar porque tiene a Messi. Por el contrario, el rosarino tiene 35 años y actualmente, es más creativo que goleador. Lionel Scaloni parece haber aceptado esa transformación, rodeando a Messi de un montón de volantes más jóvenes, atléticos y de alto vuelo, entre quienes el capitán puede elegir a la hora de hacer un pase preciso.

Desde que cayera ante Brasil en la semifinal de la Copa América 2019, Argentina ha disputado 34 partidos y ha perdido la asombrosa cantidad de... cero. Su último partido competitivo fue la demolición completa de Italia en junio pasado.

Entonces, ¿por qué no habría de funcionar? En pocas palabras, Argentina es el extremo opuesto de España: pierden el control con demasiada frecuencia.

Entre los nueve presuntos favoritos, Argentina tiene el menor diferencial entre toques en el área a favor y en contra (+9.2 por partido). En parte, esto se debe a que no tienen que acabar con los Gibraltar y San Marino del mundo; sino también porque así desean jugar: buscan los espacios generados por las transiciones y todos los ángulos que se abren para que Messi juegue con el balón.

¿Podrá la defensa soportar esa mayor presión? Nicolas Otamendi tiene 34 años y ha jugado más minutos competitivos que cualquier otro futbolista de la selección argentina desde el verano pasado.


Inglaterra: Cuando hay demasiado negativismo (+700)

Todo parece indicar que Gareth Southgate es el primer director técnico en descender con un club y una selección. ¡Nada bueno! Pero no es tan malo como parece. La selección de los "Tres Leones", antes de su último compromiso de Nations League contra Alemania, intentó 62 remates distintos a penales en la competición, sin marcar en ninguna ocasión:

A menos que ustedes crean que jugadores de la talla de, no sé, Harry Kane son malos definidores, se sabía que esa mala racha iba a terminar muy pronto. Y así lo fue, durante el entretenido pero irrelevante empate 3-3 con Alemania. Pero esto no pone fin al principal problema del paso de Southgate como seleccionador inglés. Parece que a todos sus jugadores les cae bien y es evidente que tiene un plan. Pero, a pesar de contar con una de las dos o tres colecciones de futbolistas más talentosas del mundo a su disposición, éste ha optado frecuentemente por elevar el piso de su plantel, en vez de intentar alzar el techo.

Revisemos.

En vez de encontrar una forma de adaptar su plantel a la creatividad de Trent Alexander-Arnold, única en su generación, Southgate no se ha esforzado mucho en ello. A pesar de ser más débil en la posición de central que cualquier otro equipo (¿vieron a Harry Maguire contra Alemania?), el técnico no ha aprovechado mucho a Fikayo Tomori, que ha sido uno de los mejores centrales del mundo de la pasada temporada, vistiendo la camiseta del AC Milan. A pesar de tener un montón de talento atacante en su haber, el entrenador ha optado por un sistema que sacrifica uno de los puestos tradicionales de atacantes. Les ha dado menos espacio a sus mejores jugadores.

Y también tenemos esto:

Prácticamente todos los partidos de Inglaterra en Nations League pudieron haberse inclinado por uno u otro, con un número más o menos equivalente de oportunidades para ambos equipos. Casi parece que eso es lo que quiere Southgate, con su equipo encontrando ventajas en jugadas a balón parado, ejecución individual y defensiva. Podría funcionar, e Inglaterra podría ganar la Copa del Mundo… pero todo parece indicar que podrían ser mucho mejor de lo que sugiere ese nivel.


Francia: Vaya, en serio... Es Francia (+550)

Ya saben cómo es esto. Si no lo saben, les cuento: el equipo más talentoso del torneo; un técnico que parece estar constantemente en guerra con las tendencias de sus mejores jugadores, y un grupo de futbolistas increíbles que parecen estar constantemente en guerra entre ellos.

Hasta la final del Mundial 2018, los hinchas franceses se quejaban del equipo con mentalidad tan defensiva formado por el seleccionador Didier Deschamps. Por supuesto, Francia ganó porque tenían en sus filas a Kylian Mbappe, Paul Pogba y N0Golo Kante. Y en esta ocasión, podían haber tenido más talento en su haber.

Desde aquél Mundial, Karim Benzema seguía vetado del programa galo porque, eh, ayudó en la extorsión de uno de sus excompañeros de selección, Mathieu Valbuena. A partir de entonces, Benzema no sólo ha rehabilitado su imagen; también ha ganado argumentos para ser considerado como el mejor futbolista del mundo. Al menos, así lo fue en el torneo pasado. A un lado, tienes a Mbappé, que podría ser el mejor futbolista del mundo. Y al otro lado de Benzema podrías tener a Ousmane Dembele, que podría ser el mejor extremo derecho del mundo.

Esos jugadores se complementan impecablemente y estarían a la par de los mejores tridentes ofensivos del fútbol de clubes. De resto, Francia tiene una lista prácticamente interminable de centrales de élite, volantes centrales efectivos y atacantes secundarios productivos.

A estas alturas, ya conocen los "peros".

Sin embargo, es probable que Deschamps nunca pueda desplegar ese tridente ofensivo. Y Mbappé está inmerso en un choque con la Federación Francesa de Fútbol y su cuestionado presidente de 80 años, que es muy cercano a Deschamps. Y Pogba (junto con otros nombres de primer nivel) está lesionado y actualmente es objeto de una extorsión por dinero, hecha por un grupo de viejos amigos que incluye a uno de sus hermanos.

Por alguna razón, así son las cosas.


Brasil: ¿Algún lateral? (+450)

Desde la contratación de Tite como seleccionador en 2016, Brasil ha sido la selección más consistente del mundo. Bajo el mando de su actual técnico, la amarela ha jugado 75 partidos, con 56 triunfos, cinco derrotas y 14 empates. Han marcado 161 goles y tolerado 26. Lo leyeron bien: ¡26 goles! Básicamente, eso significa conceder un tanto por cada tres partidos. Dicho de otra forma: permitieron 3.7 goles… por año.

Y por supuesto, ésta es la selección de Brasil. Tienen a Neymar, Vinicius Junior, Rodrygo, Richarlison, Roberto Firmino, Antony, Gabriel Jesus, Gabriel Martinelli, Raphinha, Coutinho y muchos otros atacantes entre quienes elegir. Contra Ghana, Tite puso a Neymar a jugar de ‘8’ libre, como parte de un mediocampo conformado por Casemiro y Lucas Paqueta, por detrás de un tridente ofensivo con Richarlison, Raphinha y Vinicius. Y fueron indetenibles:

Con mucha profundidad en la portería, defensa y mediocampo centrales, la debilidad de Brasil surge de un área donde tradicionalmente ha sido fuerte.

Han pasado los días de Marcelo y Dani Alves, de Cafu y Roberto Carlos. Los laterales de Brasil para el encuentro contra Ghana fueron Eder Militao, que actualmente es la segunda opción entre los centrales del Real Madrid, por la derecha; y Alex Telles, el jugador que no tuvo suerte con el Manchester United y que actualmente juega cedido al Sevilla, por la izquierda.

Con toda razón, Brasil es la gran favorita para ganarlo todo, a falta de dos meses para disputar el primer encuentro en Qatar. Pero al igual que el resto de las selecciones mencionadas en la presente lista (y todas las selecciones que jugaron antes que ellas), no están ni cerca de alcanzar la perfección.

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