<
>

Cruz Azul: intenso; América: cínico

play
Ricardo Peláez esperaba más intensidad de Cruz Azul (2:41)

El América y La Máquina quedaron 0-0 en la ida de los Cuartos de Final de la Concacaf Champions Cup. (2:41)

Sobresaliente ese compromiso de Cruz Azul, lástima que no inmutó al América ni en el trámite ni en el marcador. Ni lo perturbó, ni lo sometió


LOS ÁNGELES -- Magnífica la intensidad –desbocada, pero intensidad–, de Cruz Azul ante el América este martes en Concachampions. A tope, ratificando que ante Chivas le bastó jugar con el freno de mano puesto, para ganarle (0-1).

Sobresaliente ese compromiso de La Máquina. Lo de Piovi, lo de Ditta, lo de Rivero, lo de Lira, lo de Charly. Como si fuera una final, que para Cruz Azul, enfrentar al #ÓdiameMás; siempre debe serlo. Lástima, sin embargo, que no inmutó al América ni en el trámite ni en el marcador. Ni lo perturbó, ni lo sometió.

¿América? Cínico. La bestia azulcrema no babeó esta vez. Como lo hizo ante Tigres y como humilló a Chivas en la Vuelta de Concachampions. O al Atlas, o al Toluca. Cierto, Necaxa le limó las garras a estas Águilas, entendiendo que para Nicolás Larcamón, Coapa es un seductor atalaya, por tantas úlceras y heridas abiertas.

Sí, América, cínico. Pero, aun así, la bestia cebada aceptó dirimir como en callejón de Coapa: 20 faltas por 16 de La Máquina. En 94 minutos de juego, una embestida casi cada dos minutos y medio. Sin duda el silbante estadounidense Joseph Dickerson ha sido la decepción en el nivel de arbitraje en esta edición de Concachampions.

Demasiado quisquilloso, asustadizo, además inexplicable su trémulo criterio ante una gris entrada de 19,233 aficionados al Estadio Azulcrema, del cual, con astutas maniobras políticas, desalojaron a Cruz Azul y al Atlante.

Lo importante para América era salir vivo de la emboscada emocional, pasional y táctica que habían sembrado Vicente Sánchez y Cruz Azul para este Juego de Ida. Y lo logró. Además, existe la amenaza del gol de visitante como arcaica definición para el Juego de Vuelta. Sí. Ese es el arma oculta de la bestia de André Jardine. Un riesgo calculado. La adrenalina del riesgo. Un nuevo empate sin goles los manda a tiempos extras, y hasta penaltis de ser necesario.

Fue otra ronda sobresaliente de Alejandro Zendejas, Álvaro Fidalgo y el Chiquito Sánchez, Brian Rodríguez gozó de una autopista cortesía de un rencoroso Jorge Sánchez, y Diego Valdés sigue en su jornada de expiación ofreciendo buenos partidos, pero perdonando goles.

¿Atemoriza al América jugar en Ciudad Universitaria? El pánico escénico es una materia que se supera desde párvulos en Coapa. Además, con la sangre fría, despiadada, del Tricampeón, las Águilas desayunan vísceras del rival. Y al final, el Estadio Olímpico es un terreno neutral, aunque lo administre Cruz Azul.

¿Y La Máquina? Deberá recuperar a Rodolfo Rotondi, futbolista clave, que sale de un problema muscular. Cierto, Rotondi ha sido señalado por desaciertos ante América, pero, precisamente, esos agravios latentes y lacerantes, le convertirán en el eje emocional y futbolístico del equipo el próximo martes.

Seguramente Vicente Sánchez hará ajustes para no dejar desprotegida la autopista Jorge Sánchez y tendrá que ser estricto con Luka Romero, víctima de ansiedad ante América y que poco aportó en las urgencias defensivas y ofensivas.

La realidad es que la versión tanto de América como de Cruz Azul, en la vuelta del próximo martes, será muy diferente. Las Águilas irán por ese gol que asfixie de desesperación al rival, y La Máquina agregarle a la devoción de este martes, coherencia y contundencia. Recuérdese que en la Concachampions el límite de extranjeros en cancha, no existe.

Punto aparte, la jornada sufrida que espera este fin de semana a ambos equipos en la Jornada 14 de la Liga Mx. América enfrentará a un Pachuca muy diferente del que cayó ante Toluca, tras un primer tiempo displicente. Cruz Azul encara a un Pumas que ha mostrado paulatinamente una cara distinta con Efraín Juárez, y que este miércoles por la noche visita a Vancouver Whitecaps en el BC Place de Vancouver.