8 de julio de 2010. La NBA está pendiente del equipo que LeBron James elegirá para continuar su carrera. Luego de siete temporadas en Cleveland Cavaliers, una de las grandes estrellas del básquetbol mundial, en un programa emitido por ESPN llamado La Decisión, armado exclusivamente para él, ofreció la comunicación. Vestido con una elegante camisa a cuadros rojos y blancos, sentado en una silla alta de madera, en una cancha de básquetbol transformada en un estudio de televisión, con público en unas pequeñas tribunas y frente al periodista Jim Gray, LeBron le dijo al mundo que se iba a Miami Heat. "Voy a llevar mi talento a South Beach y unirme a Miami Heat", indicó LeBron luego de media hora de show televisivo. Se cerraba un ciclo y se abría una gran historia.
7 de junio de 2023. El planeta fútbol está a la espera de saber qué será de la carrera de Lionel Messi. En las semanas previas, ya con la determinación de no renovar el vínculo con Paris Saint-Germain, los rumores del regreso de Leo a Barcelona comenzaron a crecer. Las expresiones de Xavi, excompañero y actual entrenador, en conferencia de prensa alimentaban la ilusión. Las reuniones de Jorge Messi con Joan Laporta, aún más. Sin embargo, Lionel no quiso volver a atravesar un período conflictivo de idas y vueltas con el presidente del club blaugrana y no dilató su anuncio. "Tomé la decisión de que voy a ir a Miami", les dijo Messi, vestido con remera y bermudas, sentado cómodamente en el sillón de su casa, a los periodistas de los diarios catalanes Sport y Mundo Deportivo. Se cerraba la puerta del soñado retorno a Barcelona y se abría un nuevo camino. Su destino: Inter Miami.
Los momentos de las carreras y los equipos elegidos por LeBron y Lionel son muy diferentes. Mientras James decidió irse de los Cavaliers porque ansiaba conseguir su primer anillo de campeón de la NBA y sentía que en el que había sido el único equipo de su carrera no podría lograrlo, Messi, que ganó absolutamente todo con el Barça, explicó que su negativa a regresar estuvo principalmente marcada por no revivir la situación por la que pasó cuando se fue aunque él hubiese querido quedarse y por no tener que ser el responsable de la reducción de salarios y/o la salida de otros jugadores.
LeBron tenía 25 años y quería ser parte de un equipo más competitivo. Con los Cavaliers apenas había alcanzado las Finales de la NBA una vez, en 2007, y había sido barrido por San Antonio Spurs. A partir de su decisión arrastró a Chris Bosh también a Miami y junto con Dwyane Wade formaron un trío poderoso. La sumatoria de estrellas dio resultado: el Heat, que solo tenía un título en su historia, fue campeón en 2012 y 2013.
Lionel cumplirá 36 años el 24 de junio. El pico de su trayectoria deportiva en clubes ya pasó. Sin embargo, aún puede competir en el más alto nivel. Viene de jugar dos temporadas en PSG, donde no logró el objetivo de ganar la UEFA Champions League y pareciera que nada más importaba. Fue campeón del mundo en Qatar hace menos de seis meses, la alegría definitiva, el gran sueño que se hizo realidad. "Ya está, ya está", les decía Leo a sus familiares en pleno festejo en el estadio Lusail. Tal vez, ese "ya está" incluía esta determinación de menor exigencia y mayor disfrute.
En 2014 LeBron tomó el camino de regreso y volvió a Cleveland. Los que habían quemado sus camisetas por el enojo de la partida lo recibieron con los brazos abiertos. Y el Rey se dio el lujo de ganar también en su ciudad. Lionel, en cambio, consideró que no es momento de volver. La opción de la MLS suele indicar el final de la carrera de las estrellas. ¿Habrá tiempo, y sobre todo condiciones, para que Leo vuelva a ponerse la camiseta blaugrana?
Tanto James como Messi, antes o después, estuvieron en lo más alto en sus respectivos deportes. Están en la consideración de muchos como los mejores de la historia. Sin embargo, los dos tuvieron y tienen que lidiar con las comparaciones con otras dos glorias: Michael Jordan y Diego Maradona. Cada triunfo, cada acción, cada tiro y cada gol de LeBron y Lionel fue y será puesto en paralelo con los que hicieron MJ y Diego. Los tuvieron como ídolos y como meta a alcanzar. Los tendrán siempre en su sombra y en el prisma de los que les exigirán que consigan todo y más que aquellos. Para algunos, hagan lo que hagan, nunca alcanzarán a los próceres. Para otros, ya los superaron. La tercera posición, la más interesante, es valorar a todos en época y contexto y disfrutar de su talento.
Con todo por conseguir o con la vitrina repleta de trofeos. LeBron buscaba gloria. Lionel, tranquilidad. Los dos decidieron ir a jugar a Miami.