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Lionel Messi no solo marcó el 2-0 de Inter Miami en el triunfo por 3-1 ante Nashville por la CONCACAF Champions Cup, sino que logró festejar en un momento insólito, cuando los fanáticos de su rival le gritaban por Cristiano Ronaldo para incomodarlo. A los 23' de juego, mientras querían hacerle sentir el rigor de la disputa histórica con el portugués, el 10 fue asistido en el área por Diego Gómez y encontró el lugar para cruzarla y ampliar la ventaja de su equipo. El resto es historia: los hinchas del Nashville quedaron en silencio viendo cómo la serie se le hacía muy cuesta arriba a su equipo. Y así fue, porque Inter Miami terminó clasificándose a cuartos de final del torneo.
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