James Rodríguez dejó buenas sensaciones de los amistosos de Colombia

Cada vez que se pone la camiseta amarilla el capitán demuestra por qué debe ser convocado, el segundo goleador en la historia del seleccionado esta vez no anotó, pero una vez más dejó expuesta su calidad con la pelota, la técnica, precisión y manejo de los partidos, dos encuentros a un alto nivel a pesar de no tener hasta ahora mucha continuidad con Sao Paulo en Brasil.

Ante España su participación fue determinante, Colombia en los primeros 45’ minutos no estuvo mal, pero careció de ideas de mitad de campo hacia adelante, Lorenzo había decidido iniciar sin James como titular, pero de entrada después del descanso lo envió al terreno de juego en Londres.

La entrada del ‘10’ fue crucial, reemplazó a Carrascal que había estado perdido y de inmediato tomó las riendas del equipo, hizo sociedad con Luis Díaz, ambos cracks se dieron balones claros para gol, pero ninguno convirtió, necesitaron un tercero y ahí fue todo alegría para los colombianos, James la inició desde propio campo con un pase largo sobre la línea izquierda que bien ganó ‘Lucho’, vino la gambeta del futbolista de Liverpool, el centro y golazo de Muñoz.

Lo de James ante España realmente fue para destacar, el mediocampista repartió juego por todo el frente de ataque, pisó la pelota, mostró su categoría en el mano a mano con los rivales, los dejó parados con su habilidad, sacó un potente remate en el que el arquero David Raya ahogó el grito de gol a mano cambiada y hasta tuvo tempo para el lujo, luego de un cambio de frente detuvo la pelota con una mágica rabona.

Ante Rumania James no bajó el rendimiento, esta vez lo hizo como titular y disputando 73’ minutos, fue el hilo conductor de todo el equipo, inició la jugada del segundo gol después de dejarlo todo en un duelo. Su sola presencia golpea anímicamente al resto del seleccionado colombiano e imprime respeto en el rival, con poco fútbol Rodríguez se sigue haciendo imprescindible en la Tricolor.