La palabra de Javier Tebas era la más esperada en la primera Jornada contra el fraude audiovisual en Latinoamérica, organizada por LaLiga, la asociación que preside, en Buenos Aires.
Y el abogado español -nacido en Costa Rica-, fiel a su estilo, no se guardó nada, apuntando contra "las grandes tecnológicas que facilitan la piratería": Google, Cloudfare y X (ex Twitter).
"Para que se consiga ver un partido de fútbol pirateado, interviene mucha gente: desde el que lo cuelga en un servidor hasta el consumidor, pero en el medio hay otros protagonistas claves, como Google, que es un 'cooperador necesario' y de primer nivel del delito, porque lucra a partir de esta participación, con las aplicaciones de Android y los URLs de la web, consiguiendo dinero por las publicidades de Google Ads, con su posición monopolística. Google comete un delito, y a esto hay que sumar el delito del blanqueo de capitales. Si Google cumpliese la ley, el ámbito de la piratería estaría muy reducido", indicó en el evento que se desarrolló en el Palacio Duhau - Park Hyatt y contó con la presencia de ESPN.com.
Y el dirigente de 62 años añadió: "Cloudfare también es un actor muy importante, porque tiene el 85% de seguridad en el mundo, incluidas las telecos, y monetiza a través de la anominización de las IPS. X también, pero está colaborando más últimamente que hace tres semanas".
Esta 'guerra' que Tebas le plantea a Google no parece preocuparlo. De hecho, sin mucho problema, reconoce que en las reuniones que mantuvieron "les tomaron el pelo", porque piensan que "no tienen idea".
Y ejemplificó de manera concreta: "En Medio Oriente, no podés encontrar pornografía, porque Google la bloquea. Pero no quiere bloquear la propiedad intelectual de los clubes y los operadores. Dicen que allá es delito, pero esto es también. Tienen la capacidad de bloquearlo, pero no quieren. Esto es robar la propiedad, como si te roban tu casa. Cloudfare es un fenómeno que en los últimos dos meses estamos atacando de forma agresiva, por así decirlo, en un ámbito de jurisdicción criminal. No vamos a parar. Está en juego la industria del deporte, con cientos de miles de puestos de trabajo, no podemos permitir que se pueda robar, tenemos que defenderlo. Nosotros estamos entre 600 y 700 millones de euros de ingresos que se están escapando por el fraude audiovisual. Como siga este nivel de piratería, los medios de comunicación van a caer en puestos de trabajo, no se va a poder recaudar igual, y va a bajar el interés de las competiciones deportivas; esto afecta a todas las partes. Soy crítico porque no veo que la gente se preocupe mucho".
"Llevamos 10 años con la Unidad Antipiratería y un año desde un cambio de estrategia por una reflexión que hicimos. El COVID produjo un punto de inflexión en el ámbito de la piratería, y su consumo aumentó mucho. Si después de 10 años de trabajo continuo y metódico aumentó, no lo estábamos haciendo bien: no era bueno estar en todas las asociaciones del mundo de la piratería, y no terminábamos siendo claros, así que buscamos hacer una mesa de inteligencia audiovisual con otras organizaciones para intercambiar y diagramar estrategias conjuntas, con la libertad de que cada uno tuviese la suya. Creo que este año vamos a tener muchas novedades. Hemos decidido salirnos de la posición de confort de no meternos con Google o con Cloudfare: a muchos no les gusta y parece una locura, pero no lo es si sabes que te están robando", añadió el abogado.
Asimismo, se enfocó en el rol de las compalías de telecomunicaciones: "Las teleco son por donde el consumidor pirata accede al mundo pirata, son una parte. ¿Son los culpables? No. Pero por esos intermediarios se accede a la piratería. En Italia, por ejemplo, por ley los intermediarios tienen que vigilar y denunciar si en ellas hay contenido ilegal. Y los CEO pueden ir un año a la cárcel. Todas las teleco tienen contrato con Cloudfare. ¿Qué hacemos? Algo tenemos que hacer, todas tienen que colaborar".
El presidente de LaLiga, cargo que ocupa desde 2013 y en el que se mantendrá, al menos, hasta 2027, es una de las figuras más preponderantes en la lucha contra la piratería en el fútbol en particular y el deporte en general. "Es la mayor amenaza contra la industria del deporte, del fútbol también, y afecta directamente al valor, porque los dañados somos los titulares de los derechos. Nuestros socios, nuestros broadcasters, nos pagan buscando recuperar, y si hay piratería, no lo van a recuperar, por lo que después nos van a pagar menos. Los verdaderos perjudicados somos los titulares de los derechos, y estos no prestan la atención que deberían prestar", explica.
Y cerró pensando a corto plazo: "Nuestro objetivo es, dentro de un año, haber reducido el 70% de la piratería de hoy. Porque no podemos esperar a medio o largo plazo, ya que podríamos tener un problema económico importante en las grandes ligas y las grandes competiciones. Porque hay un modelo de ingresos muy importante, y si no solucionas el valor de esos derechos, este se nos viene abajo. Tenemos que pelearlo ya. No es un camino para solucionarlo con rosas, pero tenemos que afrontarlo con la seriedad judicial que requiere de que nos están robando un producto.