Fútbol Americano
José Antonio Cortés 7y

40 años después, todavía Pelé es el más grande de EE.UU.

Si el futbol mundial sólo se entiende antes de Pelé y después de Pelé, con mayor el de Estados Unidos, que se dio el lujo de tener en sus filas a Edson Arantes do Nascimento y eso lo cambió para siempre.

El hombre nacido en Tres Coracoes en 1940 es todavía el futbolista más grande que haya militado en el balompié estadounidense, que presume de contrataciones de élite.

Ni Cryuff, Beckenbauer, Best, Chinaglia, menos aún Beckham, Keane, Villa, Kaká, Lampard o Pirlo, grandes de sus tiempo, incluso de entre los gigantes de la historia alcanzan el lugar de Pelé.

Y no lo alcanzan porque ninguno de ellos llegó a Estados Unidos como el indiscutible mejor futbolista del mundo. Sólo si hoy llegara Lionel Messi o Cristiano Ronaldo a un club de la MLS se podrían comparar con lo que significó el mítico 10 brasileño en la Unión Americana.

¿Cryuff? Un genio que nunca ganó una Copa del Mundo, arribó a la NASL en 1978 a los 32 años luego de haber perdido todo su dinero en granjas porcícolas. Jugó una temporada con Los Angeles Aztecs y otra con Washington Diplomats, pero aunque mostró su clase no causó la misma sensación que Pelé, hombre cuyo nombre era conocido incluso por los que no sabían ni cómo se jugaba el futbol, en una época en que no había internet y que para ser famoso a nivel mundial, de verdad tenías que ser algo único.

¿Beckenbauer? Un maestro del futbol, campeón en 1974 con Alemania y quizás el más elegante sujeto que se haya vestido de corto. Un leyenda que literalmente robó y fue tres veces campeón con Cosmos, pero nuevamente, como Cruyff, aportó mucho pero nunca con el impacto del brasileño.

¿Beckham? Un gran tirador de distancia, un futbolista dotado y mucha, mucha publicidad. Tal vez sea el que más impacto mediático hizo con su llegada al Galaxy, pero honestamente, el inglés tuvo un paso intermitente en la cancha que contrastó con su regularidad en las alfombras rojas.

La firma imposible

Pero, ¿cómo lo convencieron de militar en el Cosmos de Nueva York? El artífice de esta contratación inverosímil fue el inglés Clive Toye, quien se planteó en 1969 desde antes de que naciera el equipo neoyorquino, que la North American Soccer League necesitaba a Pelé.

Él y Phil Woosman, dirigente de la NASL, la veían hundirse luego de tres temporadas, sólo Pelé podía salvar al ‘soccer’ y prender la mecha en Estados Unidos.

¿Quimera? ¿Misión imposible? Seguro cualquiera lo habría creído así, pero la terquedad de Toye lo hizo iniciar un acoso, sí un acoso sobre Pelé, quien según cuenta el escritor Gavin Newsham en su libro “Una vez en la vida, La Increíble Historia del Cosmos de Nueva York” (Grove/Atlantic, 2006) tuvo como primera reacción a la idea de Toye un: “¡Dígales que están locos! ¡Nunca jugaré para ningún equipo después de Santos!

Hay que recordar que Edson Arantes, estrella del Santos, jamás había jugado para ningún otro equipo que no fuera el paulista y mucho tiempo tuvo prohibido emigrar a algún club en el extranjero, ya que en 1961, el entonces presidente de Brasil , Janio Quadros decretó una ley que declaraba a Pelé “Tesoro Nacional” y prohibía su traspaso.

Ese extravagante mandato presidencial era lo menos que se podía esperar de un jefe del ejecutivo que también prohibió el uso de bikinis ¡en Brasil! Pero ninguno de los presidentes y dictadores militares revocaron el decreto, ¿para qué?

El asunto es que Pelé estaba en el ocaso de su carrera y no conocía más futbol que el brasileño, a pesar de ser cuatro veces mundialista y tres veces campeón del mundo, así que la persecución de Toye rindió frutos tras cinco años, decenas de viajes y millas recorridas, entrevistas el 3 de junio de 1975 el Rey del Futbol firmó contrato con Cosmos.

El primer paso del cortejo a Arantes se dio en 1971 cuando Toye, durante un amistoso del Santos en el Yankee Stadium le entregó una camiseta del Cosmos con el número 10 y del dijo que nadie usaría ese número hasta que él llegara. A tal grado llegaba la codicia de Toye, que los colores del equipo: verde, amarillo, blanco y azul coincidían con los de la selección de Brasil y el Santos. Todo para que Pelé se sintiera a gusto.

La firma por tres años y 2.8 millones de dólares, unos 18 de la actualidad, se finiquitó y las estrellas comenzaron a seguirlo. Muchos de ellos, como el astro que anotó 1,281 goles en su carrera, llegaron para terminar así su carrera, pero los planteles eran de ensueño.

Pelé, Beckenbauer, Carlos Alberto y Chinaglia en el mismo equipo, era algo que nunca pudo lograr club europeo ninguno y se logró con el apoyo de la Warner que era la empresa dueña de los neoyorquinos.

Cosmos pudo ganar el título de la NASL en 1977 último año del contrato de Edson con ellos, quien anotó 64 tantos en su paso por la escuadra.

La técnica y magia de Pelé admiraban a todos, los boletos del Cosmos pasaron de ser regalados en restaurantes a ser cotizados por celebridades y a venderse como hoy los de un estrella pop.

Además lo tomaba en serio, y aunque el glamour rodeaba al equipo que antes de él jugaba en un potrero con más tierra que pasto, el futbol se derramaba en cada partido. El mundo volteó a ver al Cosmos.

Pasaron a jugar de locales en el Estadio de los Giants y a tener asistencias de 70 mil espectadores, pero al irse Pelé el 1 de octubre de ese año, la liga comenzó a decaer hasta desaparecer.

La semilla del futbol había germinado en Estados Unidos, gracias a Pelé y a 40 años de su retiro, los de “edad avanzada” llegan al país como lo hizo ‘La Perla’, algunos con una gran fama como David Beckham. Cada nueva estrella es la esperanza de un boom al estilo Pelé, pero eso no es posible.

Pelé llegó a Estados Unidos con 34 años, mismos que Lionel Messi tendrá en cuatro años y que Cristiano cumplirá en dos… tal vez cuando uno de ellos llegué, si se deciden o los dólares los seducen para hacerlo, veamos un fenómeno como el de Pelé en los 70’s, mientras… nadie como Pelé.

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