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Intermediario que llevó a Esqueda y a Peña a Polonia se hace a un lado por malas experiencias

Arka Gdynia/GKS Tychy

Alberto Pacheco, empresario y político mexicano, vivió cinco años en Polonia sin pensar que las relaciones empresariales lo encaminarían a ser intermediario para llevar jugadores aztecas a aquel país a través del grupo MexPols Sports, el primero fue Enrique Esqueda y el último Carlos Peña, con quien decidió retirarse debido a las malas experiencias que se llevó en el mundo del futbol europeo.

Pacheco de 32 años de edad se dedica a crear conexiones entre empresas y gobiernos de México y Polonia por lo que se relacionó con empresarios importantes entre ellos Dominik Midak, dueño del Arka Gdynia, a quien le propuso llevar un jugador mexicano a su institución.

“Conozco el futbol polaco, es muy físico, demasiado balonazo, entonces tenía en mente. Algunos agentes del medio futbolístico en México me intentaron ayudar, pero el presidente los veía y los desestimaba de inmediato ‘está muy chiquito’, ‘está muy flaquito’. Entonces pensé en los campeones del mundo del 2005, los fui viendo uno por uno y analizando sus características físicas. Le envié los highlights al presidente del equipo sin haber contactado a Enrique (Esqueda), tardó varios días hasta que me contestó que le interesaba, entonces fue cuando contacté por Instagram a Enrique”, declaró a ESPN Digital.

“Fui quien convenció al presidente del equipo y al dueño que le dieran una oportunidad para mostrar el talento mexicano. Yo hacía mucho hincapié en que a la liga polaca le falta globalizarse, que si el futbol mexicano algo hace bien es el marketing, que son jugadores que en verdad podrían dar mucho valor a los equipos y así fue porque Arka Gdynia se convirtió en tendencia, cuando Enrique se unió a las filas del equipo, salió en todos los medios a nivel nacional”.

Sin pensar en ser representante de jugadores, el ‘Paleta’ firmó con el equipo polaco, pero Pacheco vivió su primer trago amargo en el balompié de Polonia.

“Cuando Enrique viene, el club ofrece una cantidad de salario muy baja, yo creo que ni un amateur en México lo gana, Enrique acepta, yo hablé con unas personas que de palabra habían dicho que si llegaba Enrique patrocinaban un extra de salario, no cantidades millonarias, pero luego esos patrocinadores empezaron de que ‘no juega’, ‘no nos va a favorecer en cuestiones comerciales’, pretextos y pretextos y al final quedé mal con Enrique, al final Enrique no ve si a mí me quedaron mal, porque el que dio la cara fui yo. No vas a dudar de una persona de tanto dinero y Enrique estaba dispuesto a hacer anuncios”.

La imagen que dejo Esqueda en el Arka Gdynia fue positiva, incluso cuando partió al futbol de la India el propietario le dejó abiertas las puertas de la institución por si quería regresar, pero también hizo que más equipos aceptaran a otros futbolistas mexicanos como Rogelio Chávez y Carlos Peña, pero otros no pudieron llegar por su físico como César Villaluz y Néstor Calderón.

“Con Villaluz ni siquiera se preocuparon por verle su historial, simplemente con la estatura me dijeron que no, descartado. A Néstor Calderón también lo promovimos, pero un equipo dijo ‘sí se ve un jugadorazo, pero no creo que su físico encaje, está muy flaquito el chico’”.

“Con Chávez un primer equipo había dicho que sí, luego un director deportivo que hacía negocios con un agente nos rompió el fichaje, un fiasco. Yo nunca tuve o nunca pude desarrollar esa malicia, esa picardía para meterme en ese medio. Ese tipo de cuestiones fueron mermando, yo veía el futbol como un medio, no como un fin, ni siquiera quiero ser agente de futbolistas, yo simplemente quiero llevar desarrollo a México de lo mucho que hay Polonia, que el futbol sea nuestra pasión compartida”.

Pacheco informó que otro que estuvo cerca de firmar con un equipo polaco fue Hibert Ruíz, quien optó por regresar a México porque su esposa vivía los últimos meses de embarazo.

Luego de las experiencias con las transferencias de Carlos Peña y Rogelio Chávez, decidió apoyar a Carlos Peña para que llegará al futbol de Polonia, donde después de investigar su vida personal el primer equipo en acercarse fue el Wisła Cracovia, quien tenía la intención de juntar al ‘Gullit’ con Jakub Błaszczykowski, referente del Borussia Dortmund entre 2011 y 2014, pero por falta de patrocinadores no se dio a pesar de que empresarios y prensa lo deseaban.

“Empezaron a indagar, es natural, y nos comenzaron a decir que leían que tiene problemas con el alcohol, con las mujeres y la cultura polaca es muy estricta en ese aspecto. Un club me parece que se comunicó con el Cruz Azul y alguien habló mal de Gullit, también un jugador que no sabemos quién y eso porque un presidente me mostró un mensaje, un mexicano atacando a otro mexicano”.

“Comenzamos a tocar puertas, un club abrió la puerta, posteriormente otro también se interesó, con el que estuvimos negociando que fue el Wisła Cracovia, no se llegó a un acuerdo y lo aceptó, quizá porque me faltó experiencia en negociar ese tipo de cuestiones. Yo llegué con una idea muy inocente, demasiado limpia y en el futbol creo que se negocia de otra forma, pero el otro equipo GKS Tychy le abre la puerta”.

Tras un año de ser intermediario para que los futbolistas mexicanos llegarán a Polonia, Pacheco decidió hacerse a un lado con la transferencia de Carlos Peña.

“Mi idea no era ser representante de jugadores, ni mucho menos, mi idea era más el aspecto de que a través del futbol lográramos vincular aspectos empresariales de Polonia y México. No tuve tal vez la malicia porque, así es como me lo dicen algunos futbolistas, esto es de maldad para triunfar en este mundo tan corrupto, entonces regreso a lo mío. No era a veces la falta de talento de los chicos mexicanos, era simplemente que hay mafia en todos lados en el futbol, la gente que controla a los directores deportivos, a los clubes, a los presidentes y simplemente no dejan pasar a nadie que pueda limitarles su negocio”.

“Pequé de ingenuo. Hice todo con la mejor intención, pero al final terminé quedando como el malo de la película. Me siento satisfecho por lo hecho, de haber sido parte fundamental de la historia de Polonia, el primer jugador mexicano o los primeros jugadores mexicanos en aterrizar en Polonia fue gracias a una gestión, que con errores lo reconozco, por falta de malicia, por falta de rodearme de gente que me asesorara mejor, pues no se dio, me siento satisfecho”.