Fútbol Americano
Carolina Padrón 4y

Chica del Banquillo: ¿Cuánto vale un aficionado?

Ascenso. Descenso. Nuevamente Ascenso. De esas subidas y bajadas está hecha la afición de Monarcas Morelia. De aguantar las tempestades de un equipo que lleva 70 años siendo el símbolo de una ciudad. Comenzó gateando con el Club Atlético Morelia para aprender a caminar acompañando al equipo cuando creció para convertirse en Club Deportivo. Esa afición maduró sus colores hasta que tuvo su actual identidad, la de Monarcas. Una identidad que se les arrebata. Que se les roba, porque la identidad de Monarcas también pertenece a la afición. Está hecha también por su afición.

Un equipo no es un estadio. Sino pregunten al Atlético que decidió dejar las orillas del Manzanares para estrenar el Wanda Metropolitano en la periferia de Madrid. El propio Monarcas llegó al Estadio Morelos en una fecha 28 de la lejana temporada del 88. Han pasado muchos juegos. Muchas derrotas y victorias y la afición ha estado allí. La misma afición que salió a protestar a pesar de la pandemia. La misma afición que hoy se postra a las puertas del estadio para evitar la mudanza. Para recordarle al equipo que, hoy oficialmente se va a Mazatlán, que no lo abandona, sino que se lo roban.

Un equipo son sus aficionados. Porque sin afición el juego es un simple entrenamiento. Por eso me pregunto, ¿cuánto cuesta un aficionado? ¿No es la longevidad uno de los valores más apreciados en el mundo de los deportes? Parece que no en el futbol mexicano. En donde el dinero compra colores y corazones… y nuevos seguidores. Y no es culpa del aficionado de Mazatlán que seguramente hará lo posible por honrar al de Morelia, asistiendo a un estadio hermoso para apoyar y querer a su nuevo club. Pero no se encariñen mucho, recuerden que en la Liga Mexicana los colores se venden y los aficionados también.

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