Fútbol Americano
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El intercambio entre jugadores será clave para el próximo mercado de fichajes tras el coronavirus

El primer mercado de fichajes tras la pandemia de coronavirus evidentemente será único por las condiciones de crisis y sus características marcarán una nueva pauta, hacia la baja, luego de una tendencia que antes de 2020 no encontraba su tope. Pero lo encontró.

La serie de ESPN “Al Salir del Túnel” analiza la “nueva normalidad” que enfrentarán todos los clubes, incluidos los más poderosos, en la que las cifras estratosféricas quedarán en el pasado, en busca de un nuevo modelo basado en las circunstancias actuales.

Los 220 millones de euros por Kylian Mbappé, los 80 millones por Erling Haaland o Lautaro Martínez, los 176 millones por Neymar Jr. no volverán, ni cerca, a animar los titulares de la prensa.

El nuevo valor de esas estrellas queda como una gran incógnita, pero como ya se acerca el fin de la temporada maldita 2019-2020 (hablando de Europa, que marcará la pauta mundial), es tiempo de analizar a qué se enfrentarán los protagonistas.   En los últimos mercados vimos desembolsos de 100 millones por Cristiano, 145 por Coutinho, y 222 por Neymar, el récord hasta la fecha.

EL PASADO “NORMAL”
Antes de la pandemia, el dinero fluía en una maquinaria perfectamente engrasada. Los consumidores pagaban cada vez más, y por dos vías diferentes.

Primero, comprando productos y boletos de sus equipos favoritos. Pero también, pagando por ver los juegos por televisión.

Ese dinero de los derechos televisivos iba directamente a los clubes y servía para pagar a jugadores, a representantes, y, por supuesto, para que los clubes se pagaran entre ellos las deudas por la compraventa de futbolistas.

EL ALTO QUE MARCÓ LA PANDEMIA
Cada vez había más dinero y se movía más rápido. Los precios de los jugadores se inflaban sin parar. Hasta que la pandemia lo paró todo. Y la única salida para la supervivencia del negocio es volver a jugar, aunque sea a puerta cerrada.

Jaume Roures, de la empresa Mediapro, explica cómo las primeras pérdidas ya están afectando los proyectos, los presupuestos y los mercados.

“El futbol en los clubes, la liga, ya están perdiendo mucho dinero que no se va a poder recuperar en entradas, en merchandising, en camisetas, entradas a los museos y los estadios, en patrocinadores. Estamos hablando ya de cantidades importantes, si además pierden los derechos de transmisión que a nivel europeo estamos hablando de más de siete mil millones de euros, pues, esto estaría en algunos países y en algunos clubes, situaciones muy, muy comprometidas”.

El doctor en Economía Stefan Szymanski, creador de Soccernomics, explica el fenómeno del “contagio” que amenazará a los clubes.

“La amenaza de colisión establece que esta crisis plantea el riesgo de crear todo tipo de contagio. Es decir, un club está en problemas porque no puede pagar una tarifa de transferencia que le debe a otro club, por lo que no paga esa tarifa de transferencia, es insolvente, ese club está en una crisis financiera y puede ir a la bancarrota, pero ¿qué le sucede al club al que le debe el dinero?

“Es posible que ese club haya estado confiando en ese dinero para sobrevivir y ahora ese club, que originalmente era perfectamente solvente, se encuentra también como insolvente y luego ese club puede deberle dinero a otro club y así sucesivamente.

“Es algo de lo que preocuparse, ya que los contratos de los jugadores son valiosos como activos en los balances de los clubes y ocupan una fracción muy grande de los activos de los grandes clubes, tal vez la mitad o más.

“Estos contratos de jugadores probablemente valen la mitad de lo que eran antes de la crisis.

“Básicamente, los clubes de fútbol están todos quebrados, no creo que sea una exageración, creo que es cierto para más del 50% de los clubes, son técnicamente insolventes y cómo manejas ese proceso es una pregunta para el futuro del fútbol”, explica Szymanski.

Con menos dinero en movimiento, los representantes ya se preparan para un ajuste de precios.

Lo hacen las grandes empresas, como Mediabase, de Pere Guardiola, pero también las pequeñas agencias, como la del exfutbolista Quique De Lucas.

“Yo creo que si un jugador vale ciento cincuenta, doscientos millones, puede haber una rebaja, pero no va a ser tan sustancial, quizás, como el que vale treinta ahora a lo mejor vale diez, ocho o cinco, ¿no? Yo creo que los precios se van a ajustar bastante, en líneas generales”.

Pere Guardiola lo confirma. “Dudo que en este mercado se vuelvan a ver cosas de ciento cincuenta millones, ciento veinticinco millones, pero sigo pensando que va a haber cosas importantes. Estratégicamente también es un buen momento para salir al mercado, este verano”.

INTERCAMBIO, LA NUEVA ARMA
El intercambio no es nada nuevo. Y sirve para hacer cuadrar las cuentas. La trampa es esta: Acaba de intercambiar a un jugador, pero sigue estando en números rojos al final del ejercicio. La directiva aplica un poco de creatividad financiera, se aumenta el valor del jugador que se acaba de marchar y listo. Los números ya están en positivo. Aunque sea de manera virtual.

Los clubes, entonces, operan como los niños que intercambian estampas en recreo, pero con jugadores reales. En dos tipos de operación.

La más obvia es el trueque puro. Tú tienes un cromo que me falta y yo tengo uno que te interesa. Los dos salimos ganando. Por ejemplo: las negociaciones entre Barcelona y Juventus por Arthur y Pjanic.

La otra operación, mucho más compleja, es la que implica a varios jugadores y dinero en efectivo. Si alguien tiene la figurita que te falta para acabar la colección, te va a costar más que un simple intercambio. Le vas a tener que dar varios de tus repetidos y, a lo mejor, unas cuantas golosinas. Depende de tu capacidad de negociación. En la vida real, serían las conversaciones entre Barcelona e Inter por Lautaro. El club catalán ofrecería a jugadores y dinero por el argentino.

Esta es, entonces, la “nueva normalidad” del mercado de fichajes que pronostican los expertos. Las figuras estarán en el escaparate. Su precio sólo lo empezaremos a saber... al salir del túnel.

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