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Otra oportunidad

Pocas actividades, pocos trabajos dan tantas oportunidades como el fútbol profesional.

Baja de juego, de forma física, falta de cuidados, distracciones, falta de concentración, de compromiso; pecados capitales todos en la “corta” vida de un jugador de balompié.

Dirán algunos ¿por qué tiene que ser diferente el trato y las oportunidades, si son personas igual a cualquier otra?

Esto se puede entender desde el punto de vista de que son pocos los que alcanzan el grado profesional de primera división, y que por lo tanto hay que cuidar este recurso, este activo de los clubes.

Al ser un activo, operadores de equipos, los propios dueños, representantes, promotores, protegen ante situaciones límite a sus futbolistas, no tanto por un aspecto humano, sino por el negocio.

Primero viene el descuido, y luego la “protección”. Más fácil arreglar que formar, que estar al pendiente, que darle bases a los jóvenes, que indagar antes de comprar si fuera el caso.

Desde Inglaterra platican que Arsene Wenger, el ex DT del Arsenal, una vez que su amplio departamento de visorias y el mismo detectaran algún talento, comprobando su perfil, capacidades, sustentado en la ciencia (análisis de datos, rendimientos), su precio, historial familiar, necesidades, el propio Wenger se entrevistaba con el prospecto, siendo una de las preguntas obligadas: ¿tienes algún vicio, problema, conflicto, situación complicada de manejar?

Si la respuesta era sí, El técnico, su staff y equipo de especialistas del club, se daba a la tarea de asesorar, de ayudar al futbolista, de tratar de resolver cualquier aspecto probable de influir en la vida del deportista, y que por lo tanto, afecte su rendimiento en la cancha.

El tema lo toco por la gran cantidad de casos que hay en el mundo del fútbol y que yo mismo he visto, constatado, siendo testigo en mi paso por el fútbol profesional.

En el fútbol profesional vi de todo. Recuerdo a un jugador que llegó de vacaciones de verano, es decir, un mes de asueto, con 6 kilos de más. Me pregunto yo, ¿qué comió tacos de carnitas con cueritos acompañados de una caguama todos los días?. Termino debutando en la fecha 5 del torneo, ya que ponerlo en su peso costó mucho. Otros se han perdido por la fiesta, alcohol, drogas, problemas familiares, entre muchas otras razones.

Recientemente lo más sonado, el caso de Lalo “chofis” López, jugador de chivas, que teniendo atributos suficientes para jugar y destacar, la verdad es que está estancado desde hace rato, mostrando, entre otras cosas, una inmadurez importante, falta de personalidad, sobre peso, todo esto, a la luz de lo obvio. Seguramente hay algo más, que desde afuera no se sabe pero que ahí está.

Este jugador debutó en el año 2013, en un Chivas vs León un 25 de febrero, jugando 6 minutos al entrar al 84 por Marco Fabián. El entrenador era Benjamín Galindo.

¿Qué pasó con aquél joven promesa salido de la cantera de CESIFUT en Torreón, formado algunos torneos en las básicas de Santos y comprado por Chivas?

¿Quién no realizó su chamba además del propio Lalo López?

¿A caso La “chofis” no tiene la mente y disciplina para ser profesional y su debut y carrera son un accidente?

Todo esto existe, lo sabemos, lo que pasa es que no se maneja bien, no se anticipa, falta mucho trabajo de los clubes, que a sabiendas del origen de los futbolistas, no atiende de manera integral a la persona (hay algunos casos de jugadores que ni con atención y asesoría cambiaron, mejoraron).

No hace mucho estábamos hablando de Carlos “Gullit” Peña, mundialista en Brasil 2014, con efímero paso por el fútbol escocés, cuyos problemas extra cancha lo han marginado de la primera división. Oportunidades ya tuvo muchas. Tras sus problemas en Pachuca lo mandaron a León. Ahí, lució sus mejores tardes. Poco tiempo después, otra vez los problemas, situación por la cual lo enviarían a un equipo del grupo pero de la segunda división. Justo ahí, pudieron venderlo a Chivas en muchos millones de pesos, mismos que se fueron al fondo del mar. Pero las oportunidades para los que saben patear el balón son muchas. Fue prestado al León para ver so se podía recuperar, primero al ser humano, y luego al jugador (negocio). Momento mágico, entonces. La llegada de Pedro Caixinha al Glasgow Rangers de Escocia le abrió la puerta, una vez más al “Gullit”. Llegó a la isla vendido, por increíble que esto suene. El resultado, lo conocemos todos, fracasó.

Otra oportunidad se dio, gracias al mundo del fútbol, de los promotores, de los milagros. Cruz Azul lo fichó, y qué creen; nada pasó.

Tiempo perfecto para llegar al Necaxa, como de que no. Luego la segunda división de Polonia, para dar el salto a la segunda de México, en los Correcaminos de Tamaulipas.

La historia dentro del futbol de Carlos Peña seguramente no terminará aquí. Está la nueva liga de desarrollo y la nueva liga de Balompié mexicano.

Pero volvamos al tema que nos trajo hasta aquí, la realidad que vive Lalo López de Chivas, futbolista que en teoría terminó de formar el club rojiblanco, y que por cierto ya no es un niño, tiene 25 años y mucho talento a punto de perderse. El cambio de aires le vendría bien, salir de su zona de confort (te pagan aunque bien aunque no juegues), una nueva ocasión, un nuevo técnico, nuevos compañeros, una nueva conveniencia, que lo recupere, que lo motive, que lo obligue.

Si esa nueva chance no la aprovecha, lo veremos pronto en otros equipos, otros clubes, sin pena ni gloria. Quizá a los 30 años ya esté jugando en el llano, pateando el balón por gusto, o por unos pesos.

El fútbol da demasiadas oportunidades, veremos si Lalo López las aprovecha.