Santi Giménez habló de la trombosis que sufrió a los 17 años y que le llevó a pasar dos veces por el quirófano.
MÉXICO.- Ni siquiera era mayor de edad y Santiago Giménez ya tenía que “jugar” el partido más difícil de su vida.
A los 17 años, Santi pasó por el quirófano dos veces debido a una trombosis en el hombro derecho. Ni siquiera había debutado en Liga MX con Cruz Azul y ya el 12 septiembre de 2018 debía ser intervenido para que se le retirara ese coágulo en la sangre que ponía en riesgo su vida y su carrera, pero a casi 5 años de distancia, la filosofía del hoy delantero del Feyenoord es admirable.
“Fue un proceso bastante difícil, pero a pesar de que fue un momento bastante duro yo creo que fue el mejor momento de mi vida, porque fue un antes y un después. Tampoco quiero entrar en detalles, pero si te lo explico así rápido encontré y supe lo que era mi vida y lo que era el futbol porque encontré a Dios. Para mi Dios es mi primera fuente y el único con el que me podía resguardar en ese momento tan complicado. Fue un antes y un después porque conocí a Dios y fue lo más lindo que me ha pasado en la vida”, expresó Santi en entrevista con ESPN desde Rotterdam, a unos días de la posibilidad de salir campeón de la Eredivisie en su primera temporada en Europa.
“Mi familia pasó algo similar también, porque si bien nosotros teníamos fe en que todo iba a salir bien siempre hay una pequeña duda y yo cuando conocí a Dios traté de mostrarles lo que yo había sentido con Él, esa sensación que había experimentado y era de total certeza de que todo iba a salir bien. A pesar de que me habían dicho que podía dejar de jugar al futbol, yo ya sabía que esos no eran los planes de Dios y tenía total fe de que tenía que despreocuparme de eso porque iba a estar todo bien y al final el tiempo le dio la razón a Dios, y hoy gracias a Dios estoy viviendo un sueño, como que a partir de eso la vida ha sido para arriba y por eso es que siempre soy tan agradecido con Dios”.
No habían pasado ni dos meses de la primera intervención quirúrgica cuando Santi Giménez debió ser operado nuevamente el 2 de noviembre de 2018 para retirarle unos tornillos de la clavícula derecha que los médicos creían que le habían causado la trombosis.
Tras ese capítulo en su vida, el hijo mayor de Christian “Chaco” Giménez ha tenido una carrera de ensueño con su debut en el primer equipo de La Máquina, el título de Liga MX en el Guardianes 2021, su llamado a la Selección Mexicana absoluta y ahora en esta temporada 2022-23 con Feyenoord donde ya es el máximo goleador mexicano en su primera campaña en Europa con 22 anotaciones y está a una victoria de ganar la Eredivisie de los Países Bajos.
“Si te hablara de todas las cosas que me han pasado después de esa trombosis creo que es como un milagro de Dios, porque seis meses o un año antes de que debutara estaba en un quirófano, entonces ver cómo ha cambiado el rumbo de mi vida es algo para admirar y no sé, no tengo ni palabras para explicar todo lo que Dios ha hecho por mí”, expresó Santi Giménez.