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Alianza Lima está ante una nueva oportunidad y necesita trabajar en el aspecto psicológico

La Fase I de la Liga 1 y la Copa Libertadores llegaron a su fin para Alianza Lima, que parece recién haberse enterado que estaba jugándolas. La campaña blanquiazul en ambos torneos refleja que el club íntimo está atravesando una crisis que engloba diversos factores y, entre el parón por la pandemia y los cambios en la institución, el equipo ha sufrido una serie de descompensaciones en lo deportivo, físico, estructural y psicológico.

Mario Salas tomó las riendas del club en plena pandemia, encontrándose con un plantel casi desarmado: Federico Rodríguez y Luis Aguiar habían decidido no seguir por temas personales, Adrián Balboa no había renovado contrato porque no entraba en los planes del entrenador y, finalmente, Jean Deza había sido separado por indisciplina. Tras estas cuatro bajas, sin contar las constantes lesiones de Beto da Silva y la posterior salida de Christian Zúñiga, el único jugador en llegar fue Patricio Rubio, delantero pedido por el estratega chileno para equilibrar las ausencias. Pero la realidad es que Alianza Lima tenía que preocuparse también por la Copa Libertadores y el nuevo atacante blanquiazul no podía participar de los encuentros en Venezuela y en Lima con Estudiantes de Mérida y Racing respectivamente, debido a una suspensión de la CONMEBOL que arrastraba desde su antiguo club.

Disputar dos torneos implicaba jugar hasta tres encuentros por semana, lo que no solo significó un alto desgaste físico sino también una presión adicional a la que un jugador profesional acostumbra. Si bien es cierto que la Copa Libertadores para Alianza se terminó -y dentro de todo es un alivio para ellos-, la presión después de una campaña tan magra puede permanecer aún. Al equipo le quedan nueve finales en la Liga 1 y necesita conseguir resultados rápidamente. Por eso, en estas primeras fechas se podrá determinar si Alianza, ya sin esa presión extra de un torneo internacional, pueda pelear el campeonato o solo optar por salvarse del descenso.

Para afrontar esta etapa, el jugador no solo requerirá de un óptimo entrenamiento físico, predisposición y disciplina, sino también de una fortaleza psicológica que hasta el momento no se ha podido apreciar. Mariano Cúneo, psicólogo deportivo y docente, quien actualmente trabaja en las divisiones menores de Racing Club de Avellaneda, comenta que “el factor psicológico, emocional, la cabeza y la personalidad son fundamentales para sobreponerse a la adversidad. Es muy importante para poder rendir a este nivel donde la exigencia es máxima”.

Tal vez la primera piedra en el zapato para el grupo haya sido la salida de Pablo Bengoechea. A raíz de los actos de indisciplina por parte de varios jugadores de Alianza, la presión de la gente y los resultados hicieron que, probablemente, el grupo comience a verse afectado. “Es fundamental la disciplina en el alto rendimiento. Sin disciplina no se lleva a ningún lado. Un jugador indisciplinado afecta al grupo porque la indisciplina no va de la mano con los objetivos”.

Tener las metas claras y no encontrar la forma de llegar a ellas puede ser frustrante para el grupo; las declaraciones del DT pueden condicionar e incomodar a los jugadores y la presión de los hinchas y las constantes críticas pueden evitar un rendimiento óptimo. Competir, tratar de jugar de una determinada manera y no lograr conseguir triunfos, puede llenar de estrés, miedos y presiones al jugador y, también, al comando técnico. “Los resultados condicionan y hay que tener tranquilidad para manejar el estrés y la ansiedad para que eso no te juegue una mala pasada. No tienen que aparecer como amenazantes, sino como activadores: capacidad de reacción, concentración, motivación”, comenta Cúneo.

¿Qué se ha venido haciendo? Mario Salas arribó a Lima con José Mena, psicólogo deportivo del club, quien trabaja individualmente con los jugadores, pero evidentemente, no tiene el mismo efecto en todos. La predisposición es importante para cumplir los objetivos que te ayuda a diseñar el profesional. Si acudes al psicólogo para cumplir una orden técnica, no será lo mismo que ir porque quieres mejorar algunos aspectos de tu rendimiento.

Las individualidades en Alianza reflejan que se está buscando constantemente ser el mejor y que se piensa poco o nada en los objetivos colectivos. La cohesión grupal es un factor importante y uno de los pilares de la psicología deportiva. Este concepto significa, en resumen, interponer el “nosotros” antes que el “yo”, la falta de confianza en el grupo y, también, no tener a un jugador que lidere al equipo con un rendimiento superior, afecta al grupo y eso se ve reflejado en el resultado. Según un miembro de la delegación, “les falta sentirse más como un equipo y no todos empujan el coche hacia el mismo lado”.

En estos momentos de crisis futbolística e institucional, tener a un líder dentro del equipo debería ser fundamental. ¿Quién es el líder en Alianza Lima? Conocemos que existen varios tipos de líderes, pero, aparentemente, el club blanquiazul no cuenta con ninguno. Luego de perder 2-0 en la última fecha de la Libertadores, Joao Montoya, con tal solo 18 años simuló ser el líder del equipo porque, sin mucha experiencia, afrontó una responsabilidad que, tal vez, le correspondía al capitán: dio la cara en conferencia de prensa para explicar el porqué del resultado y el rendimiento colectivo. “La cohesión grupal es fundamental para que un grupo funcione como equipo, para que pueda tomar las adversidades como oportunidades para afrontar, para que tenga metas orientadas, para que haya comunicación, para que haya un trabajo de compañerismo y para tener los valores necesarios para poder alcanzar los resultados”.

Este viernes comienza la Fase 2 de la Liga 1 y con nueve fechas por disputarse se comprende que, aparte de empezar a mostrar un buen rendimiento en la cancha, Alianza Lima tiene la preocupación de que el psicólogo deportivo pueda llegar a cambiar el chip de los jugadores o, al menos, pueda llegar a encontrar una motivación, aunque sea extrínseca. Se tiene que comprender que el factor mental también es importante y, seguramente, estando fuertes de cabeza, motivados y unidos como grupo se comenzarán a conseguir resultados favorables.

Pues como bien apunta Cúneo, “hoy por hoy, dejar al azar el factor psicológico es como no entrenar el aspecto físico, es como no hacer análisis de video, es como no hacer análisis de las comidas. Y si además le sumamos la pandemia, el factor psicológico hará que se marquen detalles en el rendimiento deportivo”.