Victoria deslucida del Real Madrid ante un digno Granada

MADRID (Paola Núñez, corresponsal) -- Un tanto de Karim Benzema permitió que el Real Madrid venciera por 1-0 al Granada en el encuentro disputado este sábado en el Santiago Bernabéu, para llegar a 10 unidades y adelantar al Barcelona, que juega mañana, en la clasificación y sumar su quinto partido consecutivo sin recibir un gol.

Madrid, no obstante, peligró como no lo había hecho en lo que va de la campaña. Raro es que en el Santiago Bernabéu sea la visita el equipo que luzca peligroso y compacto y no el Real Madrid.

Granada es un equipo que está lejos de tener la defensa más sólida - empezó el encuentro como el segundo equipo más goleado del campeonato con siete goles en contra, dos menos que el Espanyol. En cambio, es pragmático, sobre todo cuando se enfrenta a un grande.

Al Madrid le resultó difícil abrir espacios frente a un rival que juega con sus líneas muy apretadas y que llega a defender con seis hombres. A eso hay que sumar que el arquero Andrés Fernández se levantó en plan protagónico y durante casi una hora mantuvo el barco a flote gracias a un par de oportunas paradas.

En contraste, la defensa del Real Madrid, permisiva y desorganizada sin el capitán Sergio Ramos, era superada en cada contraataque del conjunto andaluz. Y pudo - probablemente, debió - adelantarse a los 20 minutos, cuando un disparo de El-Arabi se coló en la red de Keylor Navas. No pasó del susto para los blancos, pues el tanto fue anulado por un dudoso fuera de lugar.

Aunque no subió al marcador, inyectó de confianza a los hombres de Sandoval y desesperó a los locales. La frustración les llevó al error de cálculo y volvían a caer en el hábito de disparar una y otra vez desde donde puede, como puede, sólo para mandar la mayoría de balones a la grada.

Luego está Cristiano Ronaldo, con el reto de mandarse otro triplete para convertirse en máximo goleador histórico del Real Madrid, que estrelló un balón en el poste en la oportunidad la más clara de los merengues en la primera parte.

A Madrid le hacía falta James. Y Gareth Bale. El tan criticado sistema de juego de Rafa Benítez con Benzema en punta y el galés como enganche que empezaba a surtir efecto, particularmente ante rivales que vienen a encerrarse a Chamartín. En su lugar tenía a Isco y Lucas Vázquez jugando por las bandas obligando a Luka Modric a jugar más adelantado y Cristiano Ronaldo como segundo delantero.

Una posición en la que no termina de acomodarse y que, pese a la teórica libertad otorgada por Rafa Benítez, en la práctica restringe su zona de acción.

Pasaron 55 minutos antes de que el cuadro merengue recuperara la calma haciendo gala, si no de un juego brillante, de efectividad. Fue Karim Benzema el que salvó la tarde al poner el 1-0 en el marcador con un cabezazo a un pase medido de Isco desde la izquierda.

A partir de entonces el Madrid presentó una versión más sólida; en parte porque la ventaja les había devuelto la confianza y en parte porque Kroos, desbordado en el centro del campo, fue sustituido por Mateo Kovacic.

El cambio permitió que Luka Modric dejara de deambular por toda la cancha intentando ayudar indistintamente al alemán o a Lucas Vázquez y a partir de entonces, fueron contadas las ocasiones en que dieron oportunidad al Granada de lanzarse al contraataque, la única manera en que podía hacer daño a los hombres de Benítez.

Madrid siguió en su línea intentando aumentar la ventaja, aunque rara vez encontró por donde y cuando pudo, de nuevo se vio frustrado por los fallos de cara a portería de Cristiano Ronaldo y Cheryshev, que había entrado a la cancha para dar descanso a Benzema en la recta final.

Benítez, que debía pensar en la dura visita a San Mamés del próximo miércoles, se reservó también a Isco y en su lugar envió a Casemiro para terminar con un muro en el centro del campo y dejar a Cristiano un tanto desconectado del resto en la punta. El 1-0 igual valía tres puntos y permitía a Keylor igualar el récord de Miguel Ángel de cuatro partidos consecutivos en Liga sin recibir gol.