Atlético elimina a Real Madrid y avanza a Cuartos en Copa del Rey

MADRID (Paola Núñez, corresponsal) -- Torres está de vuelta. Dos veces abusó el 'Niño' de las debilidades defensivas del Real Madrid para sellar el pase a cuartos de final de la Copa del Rey de su Atlético, que empató 2-2 con el rival de la ciudad en el encuentro disputado esta noche en el Santiago Bernabéu.

La primera vez, para matar las esperanzas merengues en cuanto inició el encuentro. La segunda, para humillar, pues tenía que ser precisamente el máximo símbolo colchonero quien dejara al máximo rival fuera de la competición. Los tantos de Sergio Ramos y Cristiano Ronaldo apenas sirvieron para poner las tablas y evitar el bochorno de caer por cuarta ocasión consecutiva ante el vecino por primera vez en la historia.

Nunca antes el Bernabéu había sufrido un gol colchonero a los 46 segundos de iniciado el partido. Pero el 'Niño', abrazado a la bandera del 'Cholismo', quiso cambiar la historia. El gol con el que el atacante madrileño abrió el marcador tomó desprevenida a la zaga merengue. Antoine Griezmann se había deshecho de Pepe por la banda izquierda para centrar al área, donde Torres, sigiloso, le ganó la espalda a Sergio Ramos, para marcar su primer gol en esta nueva etapa como colchonero con un remate de zurda y poner a los suyos 3-0 por delante.

La acción provocó que el Real Madrid, lejos de darse por muerto, se fuera con todo a buscar la remontada. Había advertido el técnico merengue Carlo Ancelotti que se enfrentarían al equipo "más complicado de Europa", particularmente en defensa, y los hombres de Simeone le dieron la razón. Una y otra vez lo intentó el Real Madrid tan sólo para verse repelidos pues, por momentos, Atlético defendía con los diez hombres de campo atrincherados. Pero para un especialista, otro. A los 20, un cobro de Gareth Bale desde fuera del área encontró a Sergio Ramos, quien ganó en el salto a su marca para poner las tablas, quizás con un poco de ayuda de Jan Oblak, que no estuvo muy fino en las jugadas a balón parado.

Para angustia del Real Madrid, sin embargo, el Atlético incrementó la dureza en la zona defensiva mientras Antoine Griezmann, motor rojiblanco, buscaba huecos para iniciar el contragolpe. La situación del conjunto local empeoró apenas iniciada la segunda mitad.

Como si de una broma cruel se tratara, Torres hirió de nuevo al equipo merengue y esta vez de muerte. De nueva cuenta, al primer minuto, una combinación con Antoine Griezmann, quien llegó a toda velocidad para poner el centro al Niño, que con un recorte se deshizo de Pepe y fusiló a Keylor Navas.

La segunda diana del Niño enmudeció al Bernabéu, pero en la cancha los de Ancelotti salieron pronto del estupor. A los pocos minutos, Cristiano Ronaldo, que lo había intentado de todas las maneras posibles, por fin vio puerta para poner el 2-2 con un cabezazo al centro de Gareth Bale. El gol sirvió de paliativo y poco más, pues quedaba poco más de media hora y Real Madrid, igual que al principio, debía anotar tres goles más para avanzar. Peor aún, pues estuvo más cerca de hacer daño Griezmann con un cobro que Keylor logró desviar con la punta de los dedos que todo el equipo merengue. Como si no sufriera lo suficiente el cuadro local, Pepe tuvo que abandonar el terreno de juego con una lesión en las costillas, obligando a Ancelotti a quemarse un cambio dando juego a Varane.

A partir de entonces el partido perdió intensidad, de tal manera que a diez minutos del final las gradas del Bernabéu ya lucían medio vacías. La afición, que estoicamente aguantó la copiosa lluvia, no pudo más. El Atlético de Madrid, que ya le había afeado la temporada al Madrid arrebatándoles la Supercopa, se volvió a salir con la suya dejando a los merengues sin oportunidad de refrendar el título de Copa.

EMPAÑAN LA NOCHE

Cristiano Ronaldo presentó su recientemente obtenido Balón de Oro a la afición merengue minutos antes del arranque del encuentro. En una breve ceremonia, el club hizo un pequeño homenaje al jugador portugués, así como a James, Premio Puskas al mejor gol, desplegando una manta gigante en las gradas del Bernabéu, que se pintaron de dorado para recibir a su máxima estrella. Sin embargo, Ronaldo poco pudo hacer para evitar el naufragio, si bien marcó su primer gol en tres encuentros para llegar a 34 en lo que va de la campaña.