Barça golea en Elche y se cita con el Atlético

Jordi Blanco | Corresponsal -- Con todos los ojos puestos en el Bernabéu y el golpe dado por Fernando Torres, el Barça sentenció con absoluta comodidad el trámite copero de Elche, con una alineación de circunstancias, sin las estrellas en el campo y goleando sin dificultad a un rival rendido de antemano, que ya perdía por 0-3 al descanso y se despidió con un 0-4 con el gol postrero de Adriano.

La próxima semana se reencontrará, en los cuartos de final, con el Atlético de Simeone, rendido hace apenas cuatro días en el Camp Nou y que se presentará como un oponente de primer nivel, válido para calibrar realmente hasta qué punto ha olvidado su crisis de principio de año el equipo azulgrana.

Luis Enrique dejó en Barcelona a Messi, a Suárez, Neymar, Xavi, Iniesta, Bravo, Alves o Alba y en el banquillo quedaron Piqué o Rakitic... Pero ni eso evitó que aplastara a un Elche más ocupado en su complicada situación liguera, que se tomó el partido sin presión ninguna y se arrodilló sin ofrecer ninguna resistencia frente a un Barça que se encontró feliz en el campo, firme en la zaga, superior en el centro y atrevido delante, goleando ya en la primera mitad por medio de dos extraordinarias dianas de Mathieu y Sergi Roberto y un penalti (más que discutible) que transformó Pedro rozando el descanso.

El entrenador azulgrana devolvió al escenario a Adama y obsequió con el debut a Gerard Gumbau, centrocampista de 20 años del filial, fichado este pasado verano al Girona y que jugó la pasada temporada en su segundo equipo... en la quinta categoría. Sin destacar para bien o para mal, el joven futbolista se hizo firme en su puesto, aunque destacó más el debut en la segunda mitad de Halilovic, que llegó a estrellar un balón en el palo, o, curiosamente, Ter Stegen.

El portero alemán, en una noche muy plácida, tuvo la ocasión de destacar, y de sobremanera, en una jugada concreta, controlando al borde de su área un balón con el pecho y pasándolo al lateral sin que cayera al suelo en un pase excepcional. Y que devolvió al escenario al despedido Zubizarreta, tan criticado por sus fichajes que merece, sin reservas, el elogio en su apuesta por el meta germano, quien pasará, eso sí, su prueba de fuego en la próxima eliminatoria ante el Atlético.

Mathieu marcó un gol sideral a los 20 minutos, en un lanzamiento de falta directa que clavó por la escuadra con un zurdazo sobresaliente, Sergi Roberto logró el 0-2 a los 40 con también un disparo extraordinario con la izquierda y cuando se aventuraba el descanso una caída intrascendente de Munir fue castigada con penalti, que transformó Pedro para colocar el 0-3 con que se acabó la primera parte... Y casi el encuentro. Porque en el tiempo añadido de la segunda mitad, una asistencia de Douglas fue rematada por Adriano a la red.

Porque no hubo más historia. Ninguna. Con simpleza y calma el Barça no quiso humillar al mismo Elche que se aventura le presentará mucha más guerra dentro de dos semanas, cuando regrese el equipo de Luis Enrique en partido de Liga para enfrentarse a un rival desesperado por no descender y que en la penúltima jornada de la pasada temporada le arrancó un empate a cero en la penúltima jornada que a la vista del final del campeonato fue trascendental.

El presente es distinto. Este jueves el Barça sentenció su pase a cuartos de final de la Copa con un paseo y en nueve días regresará con la etiqueta lógica de favorito aplastante.