Real Madrid sale con vida del Benito Villamarín

Sevilla (Paola NúñezJ, corresponsal) Real Madrid estuvo a dos minutos de hilar su tercer partido consecutivo en la Liga sin ganar. Sobre la hora, en una jugada a balón parado y con más ayuda del arquero Pau López que otra cosa, Dani Ceballos puso el 1-2 definitivo con que el Real Madrid venció al Betis.

El equipo merengue cerró así la primera vuelta de la Liga con apenas 33 unidades producto de diez victorias, tres empates y seis derrotas, y una marca goleadora de 28 tantos a favor y 24 en contra.

Las circunstancias hacen ver la victoria como motivo de alegría pese a las formas.

Real Madrid atraviesa una de las peores temporadas de la década después de sufrir una sequía goleadora de cuatro partidos sin marcar, un cambio de mando en el banquillo y, en general, resultados tan irregulares que no ha podido hilar más de cuatro victorias consecutivas en todo el año y llegaba al encuentro en horas bajas después de dos encuentros sin ganar en la Liga y con siete bajas. Marco Asensio, Gareth Bale, Mariano Díaz, Marcos Llorente, Toni Kroos y Thibaut Courtois por lesión, y Lucas Vázquez por sanción.

Vinicius Júnior, que jugó los 90 minutos, había sido duda hasta el último momento después de que un resfriado le impidiera entrenar los últimos dos días. Y por si fuera poco, Karim Benzema, el único delantero de experiencia sano, tuvo que abandonar el encuentro por una fractura en un dedo.

A Santiago Solari no le quedó otra opción más que "revolucionar" al equipo. El técnico empezó por fortalecer la defensa con tres centrales, una línea de cinco por delante con los laterales adelantados en las bandas, y dos delanteros, Vinicius y Benzema. Todo esto sentando a Marcelo, que atraviesa un momento irregular en su juego, y dejando a Isco congelado en la banca.

Santiago Solari, que empieza a hacer de las oportunidades a los más jóvenes su sello como técnico del Real Madrid, dio juego a los canteranos Sergio Reguilón, Fede Valverde y Vinicius Júnior por delante de los más experimentados para el arranque, y se mantuvo firme con esa idea en la elección de revulsivos en la segunda parte, debutando a Cristo en la Liga y dando más tiempo de juego a Brahim, que no lleva ni una semana en el equipo.

"Debemos hacer que Cristo, Brahim, Valverde, Reguilón, Vinícius jueguen y estén a la altura de las circunstancias, que son una buen noticia para el club", dijo Solari tras el encuentro.

Funcionó, medianamente, pero sin lograr convencer del todo.

El equipo merengue mejoró en defensa. Apenas permitieron dos tiros a puerta del rival - aunque uno terminó en gol - a pesar de haber cedido el balón. En una decisión radical, el equipo merengue apostó todo al contraataque y apenas registró el 26% de la posesión. La más baja de la campaña.

Mientras Benzema se mantuvo en la cancha, el equipo generó juego en ataque y mantuvo cierto equilibrio en las líneas y logró ponerse por delante. Pero en cuanto salió de la cancha el equipo merengue se desmoronó. Si bien Vinicius aportó cierta frescura y ha sido responsable de gran parte de la producción en ataque, el jugador de 18 años aún está lejos de ser la pieza decisiva de cara a puerta. De nuevo fueron los mediocampistas - Luka Modric y Dani Ceballos - los que resolvieron el problema.

En cualquier otro momento, el pobre juego desplegado por el Real Madrid en el Benito Villamarín sería motivo de preocupación. Pero en una temporada en que cerrar la primera vuelta de la Liga en la cuarta posición de la tabla es señal de "alivio", pasa casi por una gesta.