Fabián salvó a Chivas de la derrota

GUADALAJARA (Omar Fares/ESPN.com) -- El festejo de Fidel Martínez parecía ser lapidario. El llamado Neymar del futbol mexicano se dio el lujo luego de anotar el segundo gol de Xolos de abrazar a uno de los elementos del cuerpo de seguridad del estadio Omnilife y decirle: "¿Cómo va la chamba?".

Esa tranquilidad y relajamiento exhibida por el ecuatoriano era el sentir de todo el equipo de Tijuana ante un Guadalajara titubeante, inseguro, impreciso, lento, impotente y desesperado.

Pero Chivas se reveló al veredicto. Y fue porque así lo decidió Marco Fabián. Justo cuando más se requería de su talento, apareció con un golazo en la agonía del partido para un 2-2 emotivo y vibrante.

UN DUELO RABIOSO

El inicio del partido había sido distinto parar el Rebaño. Prometía una panorama alentador. Igual que en otras ocasiones, similar inclusive al último partido dirigido por Benjamín Galindo cuando ganaba frente al Puebla. Ahora fue lo mismo.

De entrada, Juan Carlos Ortega se había encontrado con el problema de mover piezas ante la ausencia obligada de Rafael Márquez Lugo, quien se resintió de una molestia muscular.

Fabián reapareció, y en el arranque se notó su deseo de revertir los abucheos de la afición y era el principal generador al frente para que Aldo de Nigris tuviera presencia.

Xolos esperaba y en esa estrategia pagó su penitencia.

Al '12, Chivas ya aventajaba con un tiro de esquina ejecutado por Marco que culminó con un remate de cabeza de Reynoso rumbo a las redes. El 1-0 auguraba un futuro prometedor.

Pero si ante Tigres el 3-0 no les garantizó la victoria, la mínima diferencia mucho menos.

A partir de entonces Xolos adelantó líneas, Fernando Arce anunciaba peligro con sus disparos de tiro libre directo, y los pases filtrados de Cristian Pellerano, quien fue el que puso el servicio preciso para Aldo Polo, quien recibió y ante la salida de Luis Michel se anticipó y tiró por arriba para igualar el marcador 1-1 al '33.

Tijuana dominó por completo, el Rebaño una vez más cayó en el desorden y prosiguió en esa tónica hasta el segundo tiempo para cavar su tumba.

Chivas no componía y Tijuana avanzaba. Así al '59, cuando había una mayoría del Rebaño en el frente, se generó un contragolpe que aprovechó Benedetto, se revolvió en el área, pero alcanzó a centrar y cerró Fidel para el 1-2.

Juan Carlos Ortega hizo ajustes, ingresó a más jóvenes y parecía sentenciar el encuentro con un equipo poco experto para momentos críticos, pero entonces surgió la figura de Fabián, antes abucheado, pero con la convicción de que esta tarde él tenía que ser el autor intelectual de la reacción bravía de Chivas al cobrar un tiro libre directo al '82 y escribir así el 2-2.