El Salvador y Guayana quedan al borde del abismo

EL SALVADOR -- El Salvador y Guayana empataron hoy 2-2 y se complicaron aún más la vida en la eliminatoria de la Confederación Norte, Centroamérica y el Caribe de Fútbol (Concacaf) para el Mundial Brasil 2014, pues siguen como últimos del grupo B.

Los salvadoreños, obligados a ganar en casa, dominaron buena parte del partido, disputado en el estadio Cuscatlán, de San Salvador, pero sucumbieron ante la velocidad de los caribeños, que en dos rápidas jugadas les frustraron el triunfo.

El Salvador sumó dos puntos y Guayana apenas arañó el primero en esta ronda semifinal, pero se va ilusionado con lograr algo mejor el próximo martes, cuando recibirá al equipo centroamericano, al que el empate le dejó sabor a derrota.

Isidro Gutiérrez y William Osael Romero anotaron los goles salvadoreños y Trayon Bobb descontó con un doblete para Guayana.

De paso, el conjunto caribeño le amargó al mexicano Juan de Dios Castillo su debut en un partido oficial como seleccionador de El Salvador, después de sustituir en julio pasado al uruguayo Rubén Israel, quien renunció.

Gutiérrez adelantó temprano a los salvadoreños, al minuto tres, con un disparo de primera intención que se le fue por debajo del cuerpo al guardameta guayanés, Richard Reynolds

Poco antes, Gregory Richardson había puesto en apuros el portero local, Dagoberto Portillo, con un fuerte disparo.

No pasó mucho tiempo para que los caribeños igualaran el marcador, al minuto 15, cuando Bobb culminó un rápido contraataque fusilando a Portillo con un zurdazo.

El empate no desesperó a los salvadoreños, que se adueñaron del balón e hilaron mejor su juego, basados en la habilidad de sus mejores hombres en la media cancha, como Eliseo Quintanilla y Romero, y en la velocidad de Gutiérrez.

El 2-1 fue producto, precisamente, de una acción de los tres, que inició Quintanilla con un pase para Gutiérrez, quien centró desde la derecha para que Romero venciera a Reynolds con un tiro bajo.

Era el minuto 28 y los locales ya eran dueños del partido.

Guayana insistía en su juego de pase largo, fuerza y velocidad, pero no supo aprovechar los espacios que dejaba la defensa cuscatleca y el resto del primer tiempo fue de total tranquilidad para Portillo.

Pero esa calma se acabó recién iniciada la segunda etapa. De nuevo Richardson y Bobb tejieron una rápida jugada que este último concluyó enviando el balón a la red, a los 53 minutos, para el 2-2.

Esta vez el empate sí hizo mella en el equipo local, que empezó a presionar pero se desesperó, desaprovechó algunas buenas oportunidades y, en suma, nunca halló la fórmula del triunfo.

Guayana jugó a su conveniencia, se replegó y esperó a que surgiera alguna nueva oportunidad para sorprender a El Salvador.

Pero ya todo estaba definido, con los dos equipos en agonía en la eliminatoria, en la que los dos mejores de cada grupo se clasificarán al hexagonal final de la Concacaf, que dará a los tres primeros el pase al Mundial y enviará al cuarto a una repesca con el campeón de Oceanía.