México tropieza al final

Oribe Peralta se lamenta durante la visita de México a Honduras.
Oribe Peralta se lamenta durante la visita de México a Honduras.
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MÉXICO (Carlos Barrón/ESPN Digital) -- Un trallazo de Romell Quioto trastabilló la clasificación histórica de México. Esa con la que soñaba el equipo de Juan Carlos Osorio de más puntos en un Hexagonal de Concacaf y que perdió al caer en un partido que no representaba más allá de una discreta exigencia. Por Honduras no transitó una selección brillante, algo de lo que ha carecido en todo el proceso.

El Tri no apostaba nada en la mesa más que su invicto y en cambio influía directamente en los aspirantes al Mundial. Con una defensa hecha a retazos, Osorio vio sufrir a su equipo con fugas entre sus centrales, Alanis y Araujo y con un Gallardo ensimismado en atacar más que en defender. Los hondureños pusieron a prueba la resistencia del arco mexicano.

Para fortuna de Osorio, cuando sus experimentos no le salen como quisiera, le queda siempre un saco de suerte. Necesitó muy poco para subirse al marcador con el gol de Peralta. Entonces se dedicó a empotrar a su equipo, echando el cuerpo para atrás y a la expectativa. Al Tri, que navegaba tranquilo le sobró retórica y le faltó perspicacia, sobre todo a la hora de la coordinación defensiva.

Juan Carlos Osorio analiza en el Estadio Olímpico Metropolitano.
Juan Carlos Osorio analiza en el Estadio Olímpico Metropolitano.
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El futbol se trata de infinitos ejercicios de repeticiones, eso es un entrenamiento. Ir una y otra vez sobre la misma jugada, partiendo de la zona defensiva, como lo hacía La Volpe, técnico con el que México cosechó 22 puntos de cara al Mundial de Alemania 2006. Con Osorio, que hizo 21 puntos, hay un trabajo aunque no se le vea fondo. Lo que tampoco se nota en sus improvisaciones es la coordinación.

Honduras, el equipo de Jorge Pinto que tampoco espanta a nadie, le empató con un cabezazo de Alberth Elis, sino era él estaba Maynor Figueroa y por si las dudas Ever Alvarado, tres atacantes en soledad para un tiro libre.

A pesar de todo, le bastó a México apretar un poco el pedal para volver a tener ventaja con el tanto de Carlos Vela. Pero el segundo tiempo fue una incómoda desnaturalización del Tri. Perdió la pelota, fondo físico y entusiasmo por el juego. Honduras le empató pronto porque otra vez Gallardo demostró que es un lateral a fuerzas, que no sabe marcar y que obedece órdenes por no dejar pasar la oportunidad. Perdió la pelota y el gol más absurdo del Hexagonal se dio cuando un disparo al larguero le rebotó en la cara a Ochoa para irse al fondo.

Jorge Luis Pinto tras la victoria ante México.
Jorge Luis Pinto tras la victoria ante México.
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Descontento con el guion, el equipo mexicano no tuvo capacidad de reacción. Aunque retocó la defensa al sacar a Alanis, ya no se tenía rendimiento. El gol de Quioto es una obra de pena. El hondureño corrió con el balón de tan mala forma que hasta se le quedó retrasado y aun así Ayala y Araujo no fueron capaces de intimidarlo. Gol de Honduras y un pase directo que sabía a gloria.

Pero Panamá anotó y bajó a los catrachos al repechaje. Desarticulado México vio pasar los minutos mientras los centroamericanos fingían faltas y lesiones, aferrados a que ya no se movieran los otros marcadores. La emoción fue creciendo en la zona porque Estados Unidos se quedaba afuera del Mundial.

Apelaron a que Andrés Guardado regresara el favor de hace cuatro años, que fuera un poco como Graham Zusi y les ayudara al menos a alcanzar el repechaje. El último tiro libre mexicano quedó en la barrera y con ello se esfumó la esperanza del invicto pero también la de los estadounidenses. Honduras festejó un triunfo balsámico como histórico, una voltereta a México que le deja en el umbral de Rusia con escala en Australia.