Paté-Tri-co triunfo de Croacia

LOS ÁNGELES (Rafael Ramos Villagrana) -- Con un gol insuficiente para el marcador, pero suficiente para rebasar a Jared Borgetti, Javier Hernández hizo menos indigna la derrota de México ante Croacia. 2-1 el veredicto de la segunda caída de esta selección de Juan Carlos Osorio, la primera desde el 7-0 ante Chile.

Ante 62,317, en dos minutos, a los 36 y 37 del primer tiempo, Croacia consumó los dos goles que fue manejando el resto del encuentro, ante la histeria de la selección en la banca y en la cancha, donde se reflejaba una precipitación casi penosa.

Así comienza México su preparación de cara a los juegos eliminatorios de l Hexagonal Final de Concacaf ante Honduras y Estados Unidos, y por supuesto, la Copa Confederaciones.

PESADILLA NTRE ENSUEÑO...

Primer tiempo, entre la ilusión y la agonía. Un México empeñoso, dominante, veloz, que empezó a despertar ilusiones en la tribuna del Memorial Coliseum, pero sólo con esas aproximaciones que sirven de catarsis en estos juegos de preparación.

Elías Hernández marcaba la pauta. Atrevido e inteligente, aprovechando el rictus muscular de los croatas en los primeros minutos, tratando de entender, incluso, dónde estaban, con cerca de 62,317 en el dos veces olímpico tendedero.

Mientras Elías insistía, y Chucky Lozano lamentaba no haber agregado bloqueador para aprovechar la jornada soleada y su parsimonia reumática en la cancha. Oribe en los intentos, más que siguiendo la mítica Libreta de Osorio, a base de empujones lógicos entre los espacios de los europeos.

Pero, mientras México se solazaba en la dispendiosa generosidad de Croacia entregándoles el terreno de traslado, los europeos se encontraron con dos terrores de México, para que la defensa tricolor patrocinara un sorpresivo 2-0 en el primer tiempo.

Tudor, que había sido el más comprometido con la responsabilidad del juego, participa en los dos goles, y en el cataclismo mexicano en dos minutos.

Primero, al minuto 36, Guillermo Ochoa duda en el servicio de trámite cómodo de Tudor, para que Cop remate con la garganta del Tri descuidada. 1-0.

Y un minuto después, mientras los mexicanos en la cancha y en la tribuna trataban de descifrar claramente la burla en el marcador, Diego Reyes se manda una de las suyas. En lo que pretendía ser una devolución a Ochoa, termina siendo un pase filtrado a Tudor, quien en diagonal siembra al portero mexicano, y lanza el balón, retozón, burlesco, en maromas de oso aflojerado. 2-0.

La afición, que debió gastar, en promedio, entre llenarse la barriga y un sitio asoleado donde bostezar de aburrimiento unos cien dólares por persona, cobró como recompensa un largo ulular de abucheo de los inconformes porque les prometieron espectáculo.

CONSUMACIÓN...

Desesperado, en el termómetro ya de la histeria, Juan Carlos Osorio manda a la caballería con la intención de rescatar al menos la decencia en la cancha.

Primero envía a Jonathan dos Santos, Néstor Araujo y Andrés Guardado... para evitar que la tragedia en el marcador alcance una pesadilla Grado 7, como ante Chile.

Después, lanza a Carlos Vela y a Chicharito Hernández, para crear presencia de área y a Carlos Vela para que alguien le ponga guante blanco a las intenciones del Tri.

En los momento de apuro, el arbitraje de Concacaf siempre contesta el teléfono rojo y la Triseñal en el horizonte. Baldomero Toledo le entrega la segunda amarilla a Mile Skoric, dejando a Croacia con diez, pero se guarda la roja que merecía Guardado por conducta antideportiva reiterada.

Cuando la afición ya abandona el estadio, encuentra México el 1-2. Servicio de Andrés Guardado, y tras pésima salida de Kalinic, aparece Javier Hernández al segundo poste para acercar al Tri.

La afición se enciende y con el grito de "sí se puede" trata de rescatar el pellejo del récord de Juan Carlos Osorio, que desde el 7-0 ante Chiles, no carga con derrota.

Y claro, Baldomero Toledo, con la consigna esmeralda desde el escritorio, decide incluso dar cinco minutos de alargue como compensación, pero aún así, el 1-2 para Croacia se quedó en el marcador del Coliseum.

Con este traspiés, México viaja este domingo a Denver, donde hará campamento de altura de tres días y después viajará a Nueva York, para enfrentar a Irlanda.