Alexis y Ospina dan la FA Cup al Arsenal

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Jordi Blanco I ESPN Digital

El Arsenal cerró la temporada con la conquista de una FA Cup que comenzó con un gol polémico y acabó con un Ospina sobresaliente, salvando a su equipo ante el empuje desesperado del Chelsea tras el 2-1 anotado por Ramsey que fue definitivo.

Las paradas de Ospina y el trabajo, incansable y excepcional, de Alexis Sánchez fueron las claves más destacadas en las que se apoyó Wenger para ganar la final. Eso y el trabajo de desgaste que anuló a Hazard o Pedro y convirtió a Diego Costa en un llanero solitario, insuficiente para evitar la derrota.

El Chelsea se quedó sin doblete tras un partido de dos caras, en que pudieron los gunners sentenciar en la primera mitad y en que sufrieron, mucho, después ante el empuje de los Blues, que echaron en falta más participación de Hazard o Pedro y a los que mantuvo en pie Diego Costa, insuficiente para evitar la derrota.

Salió en tromba el Arsenal y encontró el premio de la forma más inverosímil y polémica. A los cuatro minutos Alexis cortó con la mano un rechace de Kanté en la frontal de su área y ante la incredulidad de todos se llevó la pelota para batir con un disparo cruzado a Courtois.

El gol, el 1-0, estuvo rodeado de mucho suspense por cuanto el árbitro Anthony Taylor no lo validó hasta consultar con su asistente, concediéndolo entonces ante la extrañeza de todo el mundo por cuanto la mano del chileno fue evidente.

Al Chelsea se le rompió el plan en un abrir y cerrar de ojos. El Arsenal hizo de su necesidad virtud y se presentó revolucionado en Wembley, agobiando de entrada al equipo de Antonio Conte y encontrando el premio en apenas cuatro minutos en esa polémica jugada de Alexis, el futbolista total en los esquemas de Arsene Wenger... Y cuya permanencia en el Emirates es más que dudosa.

El 1-0 le dio alas al Arsenal y dejó tan descolocado al Chelsea que sobrevoló el 2-0 por Wembley. Cahill salvó bajo palos sendos remates de Özil y Welbeck y el palo se interpuso a Ramsey en una continuidad de ocasiones de los gunners, a los que salvó, también, Ospina ante Diego Costa en la única aproximación con peligro de los campeones de Liga, que recibieron con alivio el tiempo de descanso.

ROJA, EMPATE, GOLPE... y OSPINA


Cambió de decorado el segundo tiempo, con el Chelsea más decidido, buscando a Diego Costa para que siguiera poniendo de los nervios a Holding y con el Arsenal cada vez más acurrucado, consciente de que iba a sufrir por no haber masacrado cuando debía y que se salvó del empate a los 50 minutos con una excelente mano de Ospina al remate cruzado de Moses...

Y fue Moses, durante muchos minutos el jugador más activo del Chelsea, el que cometió la mayor estupidez. Amonestado como estaba, en el minuto 67 se tiró descaradamente en el área sin que le tocase Oxlade-Chamberlain e invitó al árbitro a mostrarle la amarilla que significaba su expulsión y que daba a entender un principio de rendición para el Chelsea.

Pero con Diego Costa en el campo nada se escribe antes de tiempo. El internacional español, revolucionado e implicado en el partido como un cosaco, resucitó a su equipo tras un centro de Willian que remató a puerta burlando a Holding para igualar y poner al borde de la depresión a los hinchas del Arsenal, que ya empezaban a temerse lo peor... Pero que tardaron muy poco en volver a sonreir.

Se marchó del campo, con cara de pocos amigos como antes había hecho Pedro en el bando contrario, Welbeck y entró en su lugar Giroud en el minuto 78. Y su primera intervención desembocó en el gol de Ramsey. Si en el minuto 76 había igualado Costa, en el 79 el centro de Giroud lo remató de cabeza a la red Ramsey para lograr el 2-1.

Se desesperó por igualar el Chelsea, atacando de cualquier manera, dejando su defensa desguarnecida y buscando la meta de Ospina, quien respondió otra vez con grandeza en el minuto 86 al remate a bocajarro de Costa para convertirse en el otro héroe de la victoria del Arsenal, que aún tuvo tiempo de lograr el 3-1 con el remate de Özil que se estrelló en el palo.

Al final consiguió cerrar el curso el Arsenal con una alegría, su tercer título de la FA Cup en cuatro temporadas que sin suavizar la decepción de quedar fuera de la Champions sí, por lo menos, evitó la depresión absoluta. El Chelsea, por contra, no pudo celebrar el doblete.