Un póker de Antoine Griezmann para aplacar al Leganés

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MADRID (Paola Núñez, corresponsal) -- Antoine Griezmann para aplacar al Leganés.

El francés se destapó con cuatro goles para darle la victoria por 4-0 al Atlético de Madrid ante el Leganés y pasar a la historia como centenario rojiblanco.

Griezmann llegó a 103 goles anotados con la camiseta del Atlético de Madrid, igualando a José Juncosa como el décimo goleador histórico del club.

Con los primeros tres chispazos el Atlético se había dado por bien servido. Con dos bajas importantes, Savic y Lucas, y a cuatro días de visitar el Camp Nou para jugarse media temporada liguera, los rojiblancos no están para tomar riesgos innecesarios.

El primero, antes de que se cumplieran los primeros 30 minutos, sirvió para frenar el ímpetu de Leganés. Hasta ese momento eran los pepineros los que llevaban la batuta y amenazaban la puerta de Jan Oblak con bastante peligro. Tanto, que el esloveno tuvo que emplearse a fondo en un par de ocasiones.

Pero el envalentonamiento duró lo que tardó el '7' en inventarse la primera clara. Tras recibir un balón largo de Koke en un contragolpe, Griezmann emprendió la carrera, se quitó del camino a la marca y batió a Cuéllar con un riflazo frontal.

Leganés tuvo que recular y con eso firmó su sentencia, pues el renovado ataque del Atlético ha decidido no perdonar ni una. Diez minutos después, el francés había duplicado la ventaja de los colchoneros con un impecable cobro de una falta. el '7' en pleno éxtasis corrió hacia la banca para festejar con los suplentes y el cuerpo técnico. Uno a uno lo fueron siguiendo el resto de jugadores en la cancha hasta hacer una piña. Y ahí estaban los 18. Salvo lesionados, lo único que les queda para la recta final.

"Pocos, pero bien atrincherados", dijera Diego Simeone, siguieron afilando las uñas para la visita a Barcelona y al poco de iniciar la segunda mitad, Griezmann firmó el hat-trick de un cabezazo tras recibir un centro desde la banda de Filipe Luis, que ha vuelto de una lesión jugando como si de 2014 se tratase.

Para entonces el Leganés ya estaba más preocupado en frenar al Atlético que en buscar el arco rival, pues aunque el equipo local bajó las revoluciones pensando en la que se le avecina el fin de semana, Diego Costa y Griezmann seguían rondando a Cuéllar.

La  pareja de ataque rojiblanca quería postre y no se fue a descansar hasta que lo consiguió a 20 del final, cuando Griezmann puso el 4-0 definitivo con un remate cruzado a pase de su socio. Si no sacaron más fue porque Simeone decidió guardárselos casi de inmediato.

La -irremediablemente- despoblada grada celebró la gesta del francés por todo lo alto. Olvidadas las fricciones por la falta de gol de principio de campaña y los crecientes rumores ante su "inminente" marcha  lo despidió con una ovación. Y casi un ruego, para que la racha le dure lo suficiente para sacar algo de la que puede ser, o no, su próxima casa.