Barcelona cede otro empate

Messi festeja un gol ante el Celta de Vigo.
Messi festeja un gol ante el Celta de Vigo.
Getty Images

BARCELONA (Jordi Blanco, corresponsal) -- Un gol no concedido en Mestalla a Messi y un fuera de juego inexistente de Luis Suárez frente al Celta. Dos jugadas en dos partidos consecutivos, dos goles que, en cuestiones numéricas, deberían haber significado dos victorias para el Barcelona que se fueron al limbo. Y que volverán a provocar polémica. Seguro.

El FC Barcelona no pasó del 2-2 ante el Celta más por su propia incapacidad y buena, excelente, respuesta del rival que por los errores arbitrales, por mucho que se pongan en el escenario toda clase de quejas.

Al final se comprobó que el líder tiene más ánimo que fútbol, más Messi que equipo, más ilusión que argumentos. Valverde ha sabido hacerse fuerte ante sus jugadores y ante una afición que agradece su discurso pausado y alejado de la polémica... Pero los resultados, al final, son los que son.

El Barça se estrenó en el horario matinal del sábado con un partido extraño, disputado, agradable a la vista del aficionado pero evidentemente gafado. De entrada, sin cumplirse un minuto, Luis Suárez fue amonestado, después se invalidó un gol al propio delantero uruguayo por un fuera de juego que nunca existió y como colofón Samuel Umtiti, acaso el central de mejor rendimiento este curso, se marchó lesionado, con una inagen preocupante.

Al equipo de Valverde se le hizo un muro el partido de mala manera. Por más que el entrenador azulgrana se haya hecho fuerte con su idea del 4-4-2, con Paulinho ganando el puesto de enlace por encima de cualquier delantero, Juan Carlos Unzué demostró conocer bien los automatismos y personalidad de un plantel con el que trabajó los tres años anteriores y a partir de ahí su Celta se convirtió en un dolor de cabeza.

Reapareció Sergi Roberto sin ocasión de hacerse notar en el teórico lateral derecho, sufrieron, y no pocos los centrales con las contras y movilidad de los delanteros celestes y no habilitaron lo debido los medios con los delanteros, en un juego de ida y vuelta en el que se

hacía ver mucho más el ir y venir de Paulinho que la pausa y combinación de Busquets.

Se vio pronto el sufrimiento matinal con el 0-1 de Iago Aspas que retrató a la zaga azulgrana y castigó a un imperial Ter Stegen, capaz de un milagro pero no de dos consecutivos.. Y aunque respondió, rápido y sagaz, Messi, el juego no dejó de ser una continuación de pelea futbolística en la que no se contempló ninguna superioridad azulgrana.

Luis Suárez, a quien en la primera mitad se le anuló un gol de manera ridícula, conpletó una excelente jugada de pizarra iniciada por Messi y servida por Jordi Alba, para concretar una remontada que parecía dar la tranquilidad al Barça, pero no demasiado después Maxi Gómez igualó nuevamente para un Celta que, curiosamente, le plantó cara hasta el final, presionando y buscando con tantas ganas el 2-3 como peleando por no encajar el 3-2.

Ter Stegen, ya con Umtiti en la caseta por su lesión, salvó dos ocasiones como en la otra portería Rubén estuvo fenomenal ante Messi, mientras Piqué fallaba una ocasión de oro y el partido se dormía... Con el segundo empate consecutivo del Barça en una Liga que, de pronto, parece abrirse por la incapacidad azulgrana de ganar...

Y, también, por esos 'errores' arbitrales que le están pasando factura.