¡De panzazo!

El primer experimento del año de la Selección Mexicana terminó con una apretada victoria (1-0) frente a un combinado de Bosnia repleto de jóvenes y sin experiencia. La misión, más allá del resultado, era probar jóvenes y en eso se enfocó Juan Carlos Osorio, quien utilizó 17 diferentes jugadores.

Imago7

El Tri estuvo lejos de dar un espectáculo a los asistentes al Alamodome de San Antonio. No era ni siquiera un punto a cumplir entre los jugadores que buscaban más un lugar en la siguiente convocatoria que una fiesta para los mexicanos que se presentaron en el estadio y que recriminaron cuando se erraba un pase o incluso al irse en cero al final del primer tiempo.

Al ser una convocatoria completamente nueva para este juego, la lógica se impuso en el sentido de que Osorio pondría una alineación inédita como lo ha sido a lo largo de todo su proceso. En ella figuraron hombres como Oswaldo Alanís, Giovani dos Santos y Carlos Vela, quienes esperaron hasta este juego para tener sus primeros minutos en el año. El partido, por ende, quedó marcado por el desconocimiento entre los propios jugadores titulares.

Mientras Giovani buscaba un pase largo, Henry Martín picaba para un lado opuesto; si Vela buscaba ayuda por la banda derecha, ‘Chaka’ Rodríguez tardaba en aparecer, mientras que Oswaldo Alanís destacaba por su notable falta de ritmo al no tener nada de actividad con Chivas. Fue el saldo de un equipo que apenas entrenó dos días junto.

Por las bandas, Jesús Gallardo y Luis Rodríguez fueron los más insistentes en busca de los servicios cruzados a los que nunca llegó Henry Martín. Fuera de eso resaltaban los esfuerzos aislados, sobre todo los de Carlos Vela, el más insistente y desequilibrante del Tri, que a pesar de que no jugaba desde el año pasado, siempre fue el primero en levantar la mano y pedir el balón para intentar algo distinto.

Caso contrario es lo que vivió Giovani, un jugador que apenas duró el primer tiempo al mostrar su falta de ritmo al no jugar desde el pasado mes de noviembre. El mayor de los Dos Santos sigue lejos de su mejor forma como ha ocurrido en los últimos años. Su aporte al equipo fue nulo y para el segundo tiempo mejor se quedó en el banquillo.

Para el complemento, Osorio usó sus primeras variantes y el equipo lució distinto, en buena medida por el aporte de Jonathan dos Santos, quien a diferencia de su hermano, muestra mucha más hambre de estar en el Mundial y se ha preparado para ello. Al Tri le dio fluidez, recuperación de balón, certidumbre y condujo los hilos de un conjunto que poco a poco se acercó al marco de Bosnia.

La resistencia poco a poco fue cediendo. Bosnia no supuso un gran problema para México, al menos en jugadas al ataque, lo que generó un día de campo para Rodolfo Cota y su defensa. El problema, entonces, fue para abrir la zaga rival. Fue a través de un tiro de esquina enviado por Jonathan dos Santos y rematado por Hugo Ayala para adelantar al Tri y sentenciar la batalla.

La contundencia, para no variar, igualmente fue un tema pendiente para este equipo que se acercó continuamente en el segundo tiempo, pero que se quedó lejos de marcar y aumentar la ventaja. El experimento pasó mientras Osorio busca responder diversas dudas que tiene a unos meses antes del Mundial.