Leganés y Sevilla dejaron todo para la vuelta

Leganés y Sevilla dejaron todo para la vuelta después de empatar 1-1 en la ida de las semifinales de la Copa del Rey.

Leganés salió a morder. El equipo pepinero, en la primera semifinal de su historia, no quiso perder tiempo y arrancó con ímpetu; con la intención de sacar el mayor provecho posible de su condición de local y llevar la eliminatoria encaminada a Sevilla.

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Pero un par de balones cedidos a la salida en los primeros minutos, obligaron a los hombres de Garitano a pensárselo mejor y tomar las cosas con cautela.

Sevilla llegaba con todo a su favor. Como equipo 'grande', de basta experiencia en estas instancias del torneo de Copa, y además, en el mejor momento de juego posible después de cuatro partidos sin perder, tres victorias y un empate.

Los hispalenses pronto ahogaron al Leganés y si no se adelantaron en los primeros diez minutos, fue por más suerte que acierto del arquero Champagne, cuando tras un descuido Siovas, había dejado un balón muerto y la puerta abierta. Pero Mercado desaprovechó el regalo y lo mandó fuera.

Sevilla siguió intentando por todos los medios y cada vez era más complicado para el Lega contener a Sarabia y Jesús Navas, que en su nueva función de lateral presentaba uno de los mayores peligros al contraataque.

La suerte se acabó para el Leganés a los 20 minutos, cuando Muriel aprovechó un pase lateral de Sarabia, el hombre más desequilibrante en la cancha, y de un derechazo batió al arquero local para adelantar a Sevilla.

Tras el 0-1 ritmo del partido decayó. Sevilla, con la ventaja, decidió administrar mejor la energía y esperar una oportunidad para contraatacar.

No fue hasta el inicio de la segunda mitad en que Sevilla dejó la comodidad de su mitad de la cancha y se fue al ataque. Pero cuál sería su sorpresa, que cuando más cerca estaba de caer el 0-2 y Champagne hacía hasta lo imposible para evitarlo ante la torpeza de sus centrales, que en una jugada que no debía mayor suponer peligro para Sevilla, el cuadro pepinero puso las tablas.

Un grave error del arquero Sergio Rico en un tiro de esquina, una horrorosa salida, permitió que Siovas, sin mucho esfuerzo, pusiera el 1-1 de un cabezazo.

Montella, en el área técnica, se llevó un enfado monumental. Fue la segunda vez en tres días que un error en la portería le cuesta la victoria a su equipo. Y esta vez en una eliminatoria.

Sevilla no tuvo mucho más que ofrecer. Dio aire a un equipo que pese a sus carencias técnicas resulta muy difícil de dominar. Leganés no volvió a distraerse. No volvió a permitir más allá de un disparo largo del Mudo Vázquez o una carrera de Nolito que no llegó a nada. Leganés decidió seguir viviendo para, quizás, hacer historia en el Sánchez Pizjuán.