Real Madrid cerró su peor temporada en más de 20 años

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MADRID (Paola Núñez, corresponsal) -- El horror terminó en el Santiago Bernabéu con una rechifla. Real Madrid cerró la peor campaña en más de 20 años con una actuación acorde a sus circunstancias: errática y sin chispa.

El equipo merengue más indolente que se ha visto en meses sucumbió por 0-2 ante un Betis que hizo gala de todo el honor y las ganas de terminar bien que faltaron a casi todos los de blanco. Casi.

Keylor Navas, sabiéndose con un pie fuera por cuestiones que nada tienen que ver con lo que ha dado al Real Madrid a lo largo de cinco años y 162 partidos, quiso irse con la frente en alto. Mostrarse como el portero de élite que se ganó a pulso la devoción de la grada y la confianza de su equipo, y su entrenador.

No quiso irse como víctima, sino como héroe. Escuchar su nombre coreado en el Santiago Bernabeú por última vez.

Lo habría logrado si tan solo tuviese una defensa que le acompañara en la última aventura.

Ya era mucho pedir a la zaga del Real Madrid, que lleva dormida desde febrero. Sin el capitán Sergio Ramos, que prefirió tomar precauciones para poder jugar con España en junio, fueron Nacho y Varane los que formaron la central, acompañados por Dani Carvajal y Marcelo en las bandas. De los cuatro, solo el francés intentó mantener el tipo y si no pudo fue porque se vio desbordado de trabajo, pues tuvo que ayudar en la banda ante la inoperancia de Carvajal, que no pudo contribuir ni en ataque pues no llegaba a la media sin perder el balón.

Marcelo, por su parte, estuvo a tono con su temporada. Caminaba cuando podía y nunca llegó a tiempo para cortar las llegadas béticas por la banda.

Fue el Betis el que dominó el balón, pues tampoco en la media hubo un derroche de trabajo merengue, y el que creó la mayor parte de oportunidades.

Si no se adelantó en la primera parte, fue por la mano salvadora de Keylor Navas, que en dos ocasiones intervino para enviar el balón a tiro de esquina.

La ovación a Keylor en ambas intervenciones, y al terminar el encuentro, contrastó con la 'despedida' que le dedicó la grada al resto del equipo.

Con media hora por disputarse, Loren puso el 0-1 en un contraataque. Andrés Guardado se le escapó a Carvajal en una banda para poner el balón a su compañero que llegaba solo en la otra ya que Marcelo se había quedado parado metros atrás. Keylor se lanzó para tapar y Nacho intentó cortar, pero era demasiado tarde.

Ahí empezaron las rechiflas, mientras los huecos en las gradas se hacían más grandes, pues era claro que el Madrid se había quedado sin munición para igualar.

Benzema estaba solo adelante. Zidane quiso ¿premiar? a Vinicius y Brahim con la titularidad, pero su tridente 'juvenil' solo dejó patente el gran recorrido que les falta a ambos.

A Vinicius le sobraron las bicicletas y le faltó entendimiento con el francés. A Brahim, destreza para escapar de la marca con balón controlado. Los perdió casi todos. Errores juveniles, pero que dejaron al Madrid sin margen de maniobra.

15 minutos después, Jesé puso el 0-2 para terminar una gran jugada individual de Junior.

Para cuando Zidane lo quiso arreglar ya era tarde. Tenía a Gareth Bale en la banca. Pudo ser el orgullo, o la lucha de poder, lo que le impidió hacer uso de su 'repuesto' más valioso. Optó por Asensio, Isco y Lucas Vázquez. Ninguno pudo hacer más de lo que ha hecho la temporada entera. Casi nada.