Atlético empató sobre el final en su visita a Girona

Cristhian Stuani (medio) tiene 11 goles en 12 apariciones y puede meter otro más contra Atlético Bilbao en la Fecha 15.
Cristhian Stuani (medio) tiene 11 goles en 12 apariciones y puede meter otro más contra Atlético Bilbao en la Fecha 15.
EFE

Un gol en contra de Jonás Ramalho, en el minuto 82, después de un magnífico pase de Angel Correa a Diego Costa que quiso rechazar el defensor, rescató un punto para el Atlético de Madrid con el 1-1 en su visita a Girona, un lugar en el que los rojiblancos no han conseguido ganar en sus dos visitas ligueras.

Primero se adelantó el Girona por un detalle: un error en el pase de Rodrigo Hernández en el minuto 45. Lo aprovechó Patrick Roberts para lanzar el pase al desmarque de Christian Stuani, derribado por Jan Oblak. Al principio, el árbitro señaló la falta fuera del área, pero después, con la consulta del VAR, decretó el penal, que transformó el uruguayo en el 1-0.

El Atlético dominó el encuentro con autoridad en los primeros minutos, encerrando al Girona con un auténtico monólogo futbolístico.

Sin embargo, los locales, demostrando el inconformismo que les ha conducido a ser uno de los mejor equipos de Primera en las últimas seis jornadas y alentados por una afición que no quiere dejar de soñar con las competiciones europeas, fueron creciendo con el paso de los minutos.

Acosaron a los colchoneros desde la banda izquierda del ataque, desde donde el eléctrico Patrick Roberts y Àlex Granell, reconvertido de urgencia para cubrir las bajas por ese sector, atacaron sin parar a la espalda de un Santiago Arias claramente superado.

Los locales pudieron adelantarse en el marcador por medio de Granell, Aleix García, y Cristhian Stuani, pero la ocasión más clara se produjo en el minuto 32 y fue para el Atlético.

Saúl Ñíguez, que tuvo que actuar como lateral izquierdo por la lesión de Filipe Luis, conectó magistralmente con Antoine Griezmann antes de hacer temblar el travesaño de Yassine Bounou.

No se asustó el conjunto local, que continuó buscando el arco de Jan Oblak con insistencia, con la voluntad de quien compite contra su propia historia para batir su mejor racha en Primera División.

Los discípulos de Eusebio pudieron ponerse en ventaja a través de Bernardo Espinosa, pero tuvieron que esperar hasta el tiempo añadido de la primera mitad, cuando Cristhian Stuani, el futbolista franquicia de los de Montilivi, forzó un penal que él mismo se encargó de transformar con un disparo inalcanzable para el arquero esloveno del Atlético, reafirmando así su condición de pichichi con once tantos en 13 jornadas.

El 1-0 dio más tranquilidad al conjunto local, cómodamente dispuesto sobre el terreno de juego con el 3-5-2 que Eusebio heredó de Pablo Machín. Mientras el Atlético, frustrado por verse nuevamente superado por un equipo al que todavía no consiguió vencer en Primera División, trataba de encontrarse. El Girona manejaba el encuentro e, incluso, se permitía el lujo de seguir inquietando a Jan Oblak.

De hecho, en los primeros minutos de la segunda mitad, el arquero del Atlético evitó que los locales multiplicaran su ventaja al desviar un potente disparo de Àlex Granell, que poco después rozaría el palo izquierdo del arco visitante con una falta directa.

El Atlético despertó en los últimos minutos con la intención de cercar el área de Gorka Iraizoz, que tuvo que sustituir al lesionado Bono en la segunda mitad.

El veterano arquero acertó para tapar una ocasión clara de Saúl Ñíguez, pero no pudo hacer nada para evitar el gol en contra de Jonás Ramalho, que en el minuto 82 congeló Montilivi en un desafortunado intento de robarle el balón a Diego Costa en una ocasión manifiesta de gol.