Godín marca gol milagroso para remontada del Atlético en casa

MADRID (Paola Núñez | ESPN Digital) -- Diego Godín, roto, cojo y sin poder saltar siquiera, dio tres puntos valiosísimos al Atlético de Madrid al poner el 3-2 sobre el Athletic de Bilbao en el último minuto.

Despertar costó dos remontadas y quedarse sin defensa para que el Atlético sacara el coraje. No supo entrar en el partido con fuerza, como si no se enterara de lo poco que ocurría en su propia cancha; sin saber cómo abrirse camino, aun teniendo en frente a un rival en una situación desesperada, al borde del descenso después de diez partidos sin ganar, sin el menor orden en defensa y escasas ideas en ataque.

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El conjunto rojiblanco no supo ver a tiempo el riesgo que corría. Y esa parsimonia, tarde o temprano, le saldría cara.

El estado del césped del Metropolitano no invitaba al juego vistoso, y los hombres de Simeone no estaban por la labor de arriesgar de más, que ya tienen a Lucas, Giménez y Savic - media defensa - fuera por lesión. También a Koke, que tanto hace por mantener la solidez en la media, y si recuperó a Diego Costa, lo hizo solo de nombre. El atacante, recientemente recuperado de un problema muscular, recibió el alta justo a tiempo para entrar en convocatoria, pero está muy lejos de su mejor forma. Su presencia en la cancha apenas se notó y ya no salió para hacer frente a la segunda parte.

El Atlético se lo estaba jugando todo a que el partido se resolviera solo con una genialidad de Antoine Griezmann o Saúl, los salvadores habituales, y la exhibición semanal de Jan Oblak.

Pero esta vez no hubo hambre que impulsara al equipo en ataque y ni la mejor parada de Oblak sirvió para evitar un desastre. El Athletic de Bilbao tampoco proponía; pero al menos tenía el sentido de supervivencia como poderosa motivación. Antes de que el Atlético se acercara siquiera a Herrerín, el conjunto vasco dio la sorpresa poniéndose por delante a la media hora de partido. En su primer ocasión clara tras una llegada de Susaeta por la banda, San José probó a Oblak. El esloveno voló y como pudo sacó el balón de un manotazo. La mala fortuna quiso que botara en un poste y que quedara muerto en la línea frente a Iñaki Williams, que solo tuvo que empujarlo para marcar el 0-1.

Hirió el orgullo del Atlético, que hasta hoy se mantenía como el único equipo que había logrado dejar la puerta a cero en la primera parte de todos sus partidos, y veía esfumarse la oportunidad de ponerse segundo provisionalmente. Salió la garra y las ganas de volver a la vida, y por un instante, la magia. Apretó en ataque, pero cada vez le costaba más encontrar un hueco. No sin esfuerzo, descontó a media hora del final a través de un riflazo de Thomas desde fuera del área. El gusto le duró un respiro antes de que Williams batiera de nuevo a Oblak devolviendo la ventaja a la visita después de dejar sembrado - y cojeando - a Diego Godín.

En ese momento el pánico se apoderó del Metropolitano. El uruguayo tuvo que seguir pues Simeone ya se había quemado los tres cambios. Pero no hay un equipo más peligroso que un Atlético 'moribundo'.

Los locales acabaron sin centrales, pues Saúl y Thomas tuvieron que bajar a la zaga para cuidar a Godín, que se limitó a ver la acción desde un puesto de centro delantero honorario, pero con un inmenso afán de no dejarse matar. Bombardearon a Herrerín hasta conseguir un tiro de esquina para que Rodrigo, de un cabezazo, se estrenara como goleador con el Atlético y rescatara el empate 2-2. Atlético casi se queda sin tiempo para más. Pero en los últimos segundos del tiempo agregado, y después de un intenso bombardeo, se salió con la suya con un cabezazo del capitán Diego Godín. Que estaba tocado, casi cojo y llevaba más de media hora como mero testigo presencial.

La victoria la tuvo que decretar el VAR, pero victoria al fin y al cabo, que supo casi a un título al Wanda Metropolitano.