Barcelona se va con las manos vacías de Lyon
LYON (Jordi Blanco, enviado).-- El Barcelona volvió a Europa con la lección aprendida pero pagó sus errores en el remate para no sentenciar su eliminatoria frente a un Olympique de Lyon que le defendió con solvencia, le asustó a la contra y acabó dando por bueno el empate (0-0) que deja la eliminatoria abierta ara el partido de vuelta.
Mejoró, mucho, el Barça respecto al duelo frente al Valladolid, pero si jugó con ganas pagó, y de qué manera, la noche horrible de Luis Suárez, gafado de mala manera en la Champions, donde no ha marcado ni un gol para arrastrar a todo el equipo al cero en el marcador. Messi, que quiso de todas las maneras, no puede ser siempre el solucionador...
Comenzó enchufado el equipo azulgrana, especialmente Messi, quien solo precisó dos minutos para forzar una falta en la corona del área del Olympique que asustó a todo el mundo, con un lanzamiento sin embargo por arriba pero que daba a entender tanto su especial motivación como las ganas que parecía tener el Barça de sentenciar por la vía rápida la eliminatoria...
Pero al Olympique no le vino grande el envite. Entendió rápido a qué se enfrentaba, juntó sus líneas atrás vigilando con mayor seriedad a Leo y buscó a través de la rapidez equilibrar la situación. De pronto, a los seis minutos, llegó en su primera transición el equipo galo y Aouar se inventó un obús desde el borde del área al que respondió magnífico y afortunado Ter Stegen, con un rehace que condujo el balón al palo.
Ya sabía el Barça el escenario al que se enfrentaba y comenzó a buscar la combinación, razón por la que estaba Sergi Roberto como acompañante de Busquets, intentando juntar líneas y ofreciendo las bandas a Alba y Semedo, más aprovechado por el catalán, quien, como de costumbre, se convirtió en el aliado principal de Messi, al que sirvió uno de sus pases rasos y medidos y que el capitán remató a las nubes.
Penalizado por la nula prestancia ofensiva de Suárez, desafortunado de manera evidente y presionado de forma especial después de llegar a Lyon con una maleta de quince partidos sin marcar en campos europeos, al equipo de Valverde le costaba concluir un dominio cierto pero cada vez menos evidente, obligado a estirar el campo, para sufrimiento de Busquets y penalizando a todo el colectivo.
CON INTENCIÓN, SIN ACIERTO
Con una excelente jugada local, acabada con disparo alto, y un remate envenenado y rebotado de Busquets acabó la primera mitad. La sensación daba a pensar que en la continuación el Barça daría un paso al frente. Fue así... En parte.
A medida que avanzaba el reloj el OL se replegaba con más jugadores y salía a la contra con menos. Asustaba con su electricidad contagiosa en esos contragolpes pero le cedía más campo a un Barcelona que acabó encerrándole, decididamente al ataque buscando un gol que premiase su dominio.
Tuvo tanta intención como tan poco acierto el Barça. Con un Messi multiplicado en ataque, el equipo de Valverde pagó la mala noche de Luis Suárez, obcecado hasta límites insospechados, agobiado de mala manera por una racha que pesa, y de qué manera, en el colectivo.
El Camp Nou decidirá después de que hasta Busquets mejorase la prestación del '9', con un gran disparo en la recta final al que respondió Lopes, contestando el meta local a todo el Barça que deberá sufrir para echarle de Europa.