Toluca sacó el empate ante Cruz Azul en el infierno

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TOLUCA (Iván Cañada) -- En un duelo de necesitados y de altas aspiraciones, Toluca y Cruz Azul repartieron unidades en el Nemesio Diez. Los choriceros, más insistentes y voluntariosos, no pudieron ante un conjunto cementero que no contó con Elías Hernández y sigue con problemas para terminar sus ocasiones generadas ante lo que prevaleció el empate a un gol.

Contra el equipo más sudamericano de la Liga MX, definido por Pedro Caixinha, La Máquina volvió a ser ese equipo que espera en lugar de proponer. Por cuarto partido consecutivo, el cuadro cementero fue superado en posesión de balón y en esta ocasión, hasta en oportunidades generadas. Fue el juego que quiso jugar por más que el entrenador portugués ha insistido en que buscan otro estilo de juego en este torneo.

El balón se lo dio al Toluca desde el principio, aunque eso no significara un dominio absoluto de las acciones para los Diablos, quienes a estas alturas de la campaña siguen sin lucir completamente conectados entre sus propios elementos.

Después del primer tercio de torneo, Emmanuel Gigliotti y Federico Mancuello, dos de sus refuerzos estelares para esta campaña, se mantienen como suplentes y únicamente fue el ‘Puma’ quien ingresó desde el primer tiempo para suplir al lesionado William da Silva.

El ingreso del atacante argentino dio más profundidad a un equipo que no buscaba otra cosa más que centros desde las bandas. Fue un ataque predecible con escasas variantes que regularmente adivinó Cruz Azul. Fue tan fácil de leer las intenciones del cuadro mexiquense que hasta el minuto 25 llegó el primer disparo a puerta mediante Rodrigo Salinas.

Si eso intentaba Toluca, La Máquina apostó por el rápido despliegue de sus jugadores, aunque sus ocasiones se redujeron a dos en todo el partido. La primera hasta el minuto 27 con el gol de Orbelín Pineda con lo que por primera vez alguien distinto a Elías Hernández dio con las redes en este torneo, mientras que la segunda fue de un Martín Cauteruccio peleado con el gol, quien falló casi con el marco abierto y solo frente a Talavera.

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Los celestes se mantuvieron como un equipo que solo se dedicó a aguantar, defenderse bien, soportar los embates escarlatas y poco más. El ataque estructurado y formado a base de la posesión de balón simplemente no existió.

El gol de Orbelín, de hecho, fortaleció su idea de defender su ventaja, pero eventualmente la perderían y no por toparse a un Toluca con mucha dinámica o creativo, pero sí insistente y con demasiados balones parados. Fue después de uno de ellos que el juvenil Adrián Mora le ganó a su marca y remató para dejar sin opciones a Jesús Corona.

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El empate obligó a Caixinha a ingresas a una referencia ofensiva de nueva cuenta después de prescindir de Martín Cauteruccio y darle minutos a Misael Domínguez. A los pocos minutos tuvo que apostar por Milton Caraglio, otro peleado con las redes que no cambió para nada la historia en un partido en el que la igualdad ya estaba cantada.