Independiente venció a Defensa y Justicia y avanzó en la Copa Argentina

(Servicios de ESPN.com) -- Independiente, con lo justo, se impuso en la cancha de Quilmes ante Defensa y Justicia. Tuvo ciento por ciento de efectividad, metió la única de riesgo que generó -de pelota parada- en todo el partido y ganó 1-0 para clasificar por primera vez en su historia a los cuartos de final de la Copa Argentina y para que Sebastián Beccacece tome un poco de aire. Aunque los hinchas no se conformaron con el nivel de su equipo y a pesar del triunfo despidió a todos a puro silbido.

Muy pero muy lejos de ser auspicioso fue el primer tiempo de Independiente en el Sur. Eligió no cambiar nada del equipo que ganó en Tucumán gracias a la patriada de Nicolás Figal y a las manos de Martín Campaña, el técnico del Diablo. Y sus dirigidos parecieron estar en una continuación de ese partido ante Atlético. Sin asfixiar a Defensa, los de Beccacece esperaron algunos metros más atrás y prefirieron dejar a que los rivales avanzaran.

Pero si la idea era salir de contraataque, no le funcionó mucho a Independiente, que no generó peligro alguno de ese modo. Sin la pelota, sin presionar, el Rojo transitaba la primera parte de manera pálida.

Es verdad, tampoco sufrió en su área. Pero eso fue más mérito de la poca profundidad del Halcón, que era menos inofensivo que una gaviota, que por el planteo propio. Los comandados por Mariano Soso manejaron el balón con buen criterio, buenas combinaciones y malas resoluciones.

Raúl Loaiza convertía en caviar cada pase desde el círculo central, el Torito Rodríguez metía, corría y jugaba como para que lo extrañaran aún más lo hinchas colorados que estaba en la tribuna y Neri Cardozo intentaba clarificar por la izquierda. Todo muy lindo, pero de acercarse a Campaña ni hablar.

Silva festejó mucho su gol ante Defensa y Justicia, por la Copa Argentina.
Silva festejó mucho su gol ante Defensa y Justicia, por la Copa Argentina.
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​De hecho, la jugada de mayor peligro para los de Florencio Varela la gestó el propio buen arquero uruguayo, que pifió feo un pase y le regaló la pelota a Nicolás Fernández. Pero Campaña se reivindicó en la misma jugada al taparle el mano a mano a Uvita. De esa acción en un arco se pasó al inmerecido gol del Diablo en el otro.

Desde la izquierda llegó el tiro de esquina de Domingo Blanco que Gastón Silva alcanzó a peinar en el primer palo. Adentro la fue a buscar Ezequiel Unsain en el final de los 45 minutos iniciales.

Si estuvieran disconformes los simpatizantes rojos que luego de gritar el gol el canto inmediato fue: "Movete Rojo movete...". Para ese momento, Independiente ya había mutado de forma sin consecuencias en su juego: la salida de Alan Franco por un fuerte golpe lumbar fue la excusa para el DT para desarmar el 5-3-2 original, mete al pibe Alan Velasco y disponer un 4-3-3.

Sin embargo, Beccacece siguió metiendo mano y toqueteando el dibujo: en el entretiempo lo mandó a Martín Benítez (por Carlos Benavídez) de punta con Silvio Romero y propuso un 4-4-2. Demasiado movimiento para nulos resultados en el campo. El semblante del Diablo siguió igual, con la cola entre las patas y viendo cómo Defensa y Justicia insistía con el dominio territorial.

Los guantes de Campaña volvieron a salvar a Independiente, esta vez ante Alexis Castro. Y todo se mantuvo como desde el minuto 1. Los de Soso buscando por los costados sin éxito; los de Beccacece revoleando -literalmente- cada pelota que pasada cerca del área con la única premisa de alejarla lo más posible de su terreno para cuidar el resultado. Prácticamente no cruzó el mediocampo Independiente en el complemento.

Más allá del gol, no tuvo otra situación de gol en los 90 minutos el Rojo. Todo un síntoma de su momento de crisis futbolística. Pero el fútbol a veces tiene estas cuestiones que no van de la mano de la lógica. Por eso, por su oportunismo absoluto y por la inoperancia ofensiva de Defensa (al final se lo perdió Ignacio Aliseda y Silva se lo sacó a Fernando Márquez) sigue latiendo en la Copa Argentina.