El otro Barcelona se exhibe en Hungría

Dembele y Braithwaite contribuyeron con un tanto, cada uno, en la goleada blaugrana.
Dembele y Braithwaite contribuyeron con un tanto, cada uno, en la goleada blaugrana.
AFP

BUDAPEST (Jordi Blanco, corresponsal) -- El Barcelona se dio un nuevo alegrón en Hungría, aplastando en un abrir y cerrar de ojos al Ferencvaros en apenas media hora para lograr su quinta victoria al hilo en Europa, con un incontestable 3-0 sentenciado en apenas media hora, que dejó bien a las claras que en el vestuario azulgrana se ha impuesto una nueva era: la del hambre, la de la ambición y la de la rebelión.

Sin Messi ni Ter Stegen, sin Coutinho ni De Jong o Pedri. Sin Ansu Fati, sin Piqué ni Sergi Roberto... Con un equipo que podría considerarse de circunstancias, el Barcelona se exhibió con una solvencia exquisita. Cerrado el pase a octavos de final desde hace una semana, no dejó de ser una noticia de primer nivel comprobar el rendimiento colectivo del equipo español.

¿Hay vida más allá de Messi? El Barça de Koeman parece decidido a demostrar que sí. El ascendente y liderazgo del capitán nadie lo pone en duda alrededor del Camp Nou... Pero si su ausencia, en el pasado, invitaba a la depresión, ahora se impone una suerte de convencimiento entre sus compañeros, decididos a mostrar que no deben pasar como meros acompañantes del crack.

Es fácil reconocer que el Ferencvaros, como el Dynamo de Kiev hace una semana, no significaba una piedra de toque de primer nivel y que estas demostraciones deberían contemplarse ante rivales de mucho mayor nivel... Pero no deja de ser un paso y una demostración, de momento pequeña, de que este Barça, a medida que va tomando empuje, merece ser digno de confianza. Poco a poco...

Koeman tiene claro quien es quien en su plantilla pero entre sus jugadores no existe ni el conformismo ni el abatimiento. Martin Braithwaite sería el mejor de los ejemplos, pasando de la invisibilidad a la confianza en cuanto el entrenador le dio minutos. El holandés solventó seguir con su política de descansos y dejando en casa otra vez a Messi, esta vez junto a Ter Stegen y Coutinho, dio forma a un once revolucionario, en el que sorprendió tanto la presencia de Lenglet como la suplencia de De Jong, la alineación de Braithwaite o la ausencia de Pedri...

Corriendo, presionando, combinando, colocándose y mandando, los jugadores del Barça completaron una primera mitad de sobresaliente. No se había llegado al minuto 5 cuando Braithwaite, rematando a bocajarro, ya tuvo la primera ocasión y antes del cuarto de hora se rompió la igualada con un remate magnífico, de tacón, de Griezmann al centro cerrado y raso de Alba.

El francés, que marcó de esta manera por tercer partido consecutivo, parece haberse subido al carro en el momento oportuno, actuando entre líneas, entrando desde atrás, jugando con facilidad y con acierto para acercarse a aquel futbolista que tanto brilló en el Atlético de Madrid.

No fue el único, para nada, en la impecable actuación coral del Barça. Gustó Dembélé, se hizo notar Trincao, brilló otra vez Dest, se afianzó un paso más Mingueza... Y se hizo notar Braithwaite, quien en su tercera titularidad consecutiva volvió a ver puerta, anotando su cuarto gol de la temporada, todos ellos en estos últimos tres encuentros para decir, a gritos, que quizá el 9 tan reclamado por Koeman lo tiene en casa.

No es Luis Suárez... Pero es un delantero capaz de fijar a las defensas y que remata como se precisa, tanto como para obligar a estar siempre pendiente de él, autor del 0-2, estupendo a la asistencia de Dembélé a los 21 minutos y causante del penalti que antes de la media hora transformó el propio Dembélé en el 0-3.

Con el duelo sentenciado se rebajó la intensidad en la segunda mitad. Pudo el Barça, fácilmente, marcar cinco goles en la primera parte y no buscó con el mismo énfasis masacrar al Ferencvaros tras el descanso, cuando siguió mandando con absoluta tranquilidad.

Pudo ampliar la renta Trincao y debió hacerlo Dembélé. Mantuvo el dominio y tuvo ocasiones sobradas para enlazar su tercera goleada por 4-0 tras lograrlo ante Dynamo y Osasuna... Pero no le hizo falta para demostrar que, quizá, ha encontrado una hoja de ruta en la que encontraron minutos hasta el invisible Riqui Puig y el joven Konrad de la Fuente. Un Barça reconocible... y con futuro.